EL ESTILO DE... CAROLINA HERRERA
ESTILO, Enero 2019
Carolina Herrera

Con su eterna camisa blanca
El año 2018 fue decisivo para Carolina Herrera, la diseñadora de moda venezolana afincada en Nueva York, pues decidió retirarse de su cargo como directora creativa de la firma que creó y lleva su nombre, y pasó el testigo a Wes Gordon, hasta entonces su mano derecha. Carolina permanece, sin embargo, como embajadora de la marca.
El pasado 8 de enero Carolina cumplía 80 años. En este artículo nos proponemos rendir homenaje al estilo de una mujer que ha logrado identificar su firma con los rasgos que definen su propio estilo y personalidad: distinción, sencillez y clase.
Si hay una prenda que define y distingue a Carolina Herrera es sin duda la camisa blanca. Ha logrado hacer de esta prenda, base de cualquier fondo de armario, un icono de la mujer contemporánea, que apuesta por la elegancia sin renunciar a la comodidad. Si pensamos en Carolina Herrera, seguramente vendrá a nuestra mente verla con una camisa, el cuello algo alzado y los puños doblados, combinada con una falda o unos pantalones de sastre. Completan el look una melena corta rubia peinada hacia atrás, los labios rouge y unos pendientes de perlas o brillantes.

Con una modelo con traje de novia

Con atuendo informal

Siempre elegante
EL ESTILO DE... CAROLINA HERRERA
Es frecuente ver a la diseñadora lucir faldas de vuelo, en A, de cintura alta y marcada, y caída hasta la altura de la rodilla. Sabe combinar como nadie las blusas con faldas oscuras, aunque tampoco renuncia a los estampados y el color. Para los looks de fiesta, se decanta por las faldas largas. Los zapatos perfectos para completar el outfit son unos tacones tipo stiletto. Es frecuente ver en sus diseños, además de la combinación del blanco y el negro, un intenso color rojo.

En su despedida definitiva
Carolina se ha distinguido muchas veces por sus comentarios en favor del buen gusto. Es crítica acérrima de la vulgaridad y defiende la importancia de que las mujeres vistan conforme a su edad. Sus célebres frases en ella cobran toda su autoridad, como la siguiente, en la que define dónde reside el poderío femenino: “El atractivo no tiene edad, ni la ropa define la elegancia o el estilo, sino cómo hablamos, lo que leemos, pensamos, lo que decimos y lo que no. Ser atractivas va mucho más allá”.