EL LUJO DISCRETO DE ALEJANDRA ALONSO ROJAS

El pasado mes de febrero, la Semana de la Moda de Nueva York nos trajo una feliz noticia: el debut de la diseñadora madrileña Alejandra Alonso Rojas en la pasarela de la Gran Manzana. Entre los asistentes al desfile se vieron rostros conocidos como el modisto Jason Wu, Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, la fotógrafa de moda Sophie Elgort y la aristócrata Mafalda de Bulgaria.

Alejandra Alonso Rojas, de 34 años, lleva varios años presentando sus colecciones en Manhattan, pero ésta era la primera vez que desfilaba en la semana de la moda neoyorkina con la firma que lleva su nombre. Alejandra presentó una colección donde primaban las fibras naturales y los tejidos hechos a mano, las señas de identidad de su firma. En palabras de la diseñadora a la prensa: "La artesanía es el elemento único de esta línea femenina y personal". 

La fuente de inspiración para el otoño/invierno de 2020 fue una fotografía de su tía abuela Pilar, paseando precisamente por las calles de Nueva York, tomada en 1960 y en la que lucía una vistosa bufanda de colores. Este accesorio fue la base para crear una colección en la que el punto resultó uno de los protagonistas, junto con el cuero y la seda. Vimos siluetas atemporales, vestidos de corte asimétrico, gruesos jerseys… acompañados en los accesorios por las propuestas de la diseñadora de calzado Chloe Gosselin y la diseñadora de joyas Mónica Sordo. La gama de colores iba de los tonos tierra, a otros más vivos como el fucsia, el azul celeste, el azul marino o el mostaza. 

Sus señas de identidad 

Rojas produce prendas elegantes y aparentemente sencillas en telas de lujo como la piel o tejidos hechos a mano. Son prendas pensadas y hechas para durar, por eso están concebidas como una inversión: básicos cómodos y sostenibles confeccionados con materiales y técnicas propias del lujo. Las prendas se producen en España y los estampados los realiza la propia Alejandra: “Siempre empiezo por la paleta de color y los gráficos”. Como ha afirmado en diversas entrevistas, le interesa que la marca tenga coherencia visual, y ésta la encuentra en la cultura española. 

Su concepto de marca se aleja de la “fast fashion”. Para la creativa, la verdadera moda dura para siempre en el armario. "Quiero ofrecer a la gente ropa que puedan “construir”; cuando compras una prenda de la que estás enamorada, puedes guardarla para siempre y llevarla de muchas maneras diferentes, por lo que no te aburres de ella", explica. "Permite muchos, muchos, muchos estilos diferentes; diferentes personas tienen diversas formas de llevarlas. Me encanta ver a las clientas cómo visten una chaqueta o un suéter o un vestido de forma variada". Un estilo propio y atemporal, que muchos definen como lujo discreto.

Una carrera hacia el éxito 

Como te contábamos en una entrevista publicada en Asmoda en 2016, Alejandra estudió diseño de moda en Madrid, y amplió sus estudios en prestigiosas escuelas como la Central Saint Martins de Londres, la Parsons de Nueva York, así como la Sorbona de París. Afincada en Nueva York desde hace ocho años, trabajó para diseñadores como Anna Sui y Nicholas K, aunque asegura que una parte importante de su período de aprendizaje fueron los años que pasó en una conocida sastrería masculina en Madrid. 

Alonso Rojas lanzó su primera línea en 2015 bajo el nombre À Moi. Tras el éxito cosechado, en parte gracias al apoyo de Lauren Santo Domingo -dueña del portal Moda Operandi-, se dio un tiempo para reflexionar sobre su trabajo y su identidad. En 2016 rebautizó la firma con su propio nombre y reenfocó la estética, para reflejar a una mujer más madura y trotamundos -más acorde también con su personalidad-. Entre sus clientas se encuentran Beyoncé, Priyanka Chopra, Kim Kardashian West, y las hermanas Paris y Nicky Hilton. 

El amor por la moda le viene de familia: pertenece a la cuarta generación de una familia de tejedores. Al hablar de sus fuentes de inspiración, no duda en mencionar a las mujeres de su familia, dotadas de espíritu emprendedor, pioneras, creativas y trabajadoras. Entre ellas se encuentra África Llamas de Rada, su tía abuela, descendiente del Conde de Rada, que fue una de las primeras mujeres pilotos de España. También su abuela Carmen, que estudió Filosofía y Letras, y trabajó en radio y publicidad; y su madre Mónica, que fue modelo, chef, crítica gastronómica y ahora se dedica a la pintura. 

Alejandra compagina su meteórica carrera en la moda con su familia. Su primer hijo nació hace unos meses, y la diseñadora hizo compatible el embarazo con la creación de su colección primavera/verano 2020. Su marido, el experto en finanzas Alejandro Sanz Gras, trabaja como CFO junto a ella en la firma. "Éramos los mejores amigos, crecimos en Madrid y estuvimos en el mismo colegio y clase hasta los 17 años. Empezamos a salir en nuestros veintes y nos casamos hace cinco años. Estábamos destinados a estar juntos", contó en un reportaje de la edición estadounidense de Vogue en 2018.