LARGA VIDA A LAS CANGREJERAS

Las revistas de moda confirman algo que las prescriptoras de estilo y la pasarela llevan ya un tiempo anunciándonos: las cangrejeras son un must en las tendencias de calzado de este verano. En Estados Unidos las llaman “jelly sandal”, en Australia “T-bar”, en Francia “Méduse” y en Argentina “Skippy”. Más allá de su denominación, hay un elemento claro y es que este tipo de calzado ha resistido el paso del tiempo, hasta poder afirmar que “no hay verano sin cangrejeras”.

En el número de Asmoda de este mes investigamos sobre un curioso calzado que va camino de convertirse en un clásico entre los zapatos de verano, y no sólo por los nostálgicos recuerdos de infancia que trae a muchos. ¿Dónde y cuándo nacieron? ¿En qué momento dieron el salto de la playa a la gran ciudad? 

Aunque su origen no es claro, Vogue recoge que las “méduse” –las cangrejeras de plástico y aspecto gelatinoso- fueron inventadas en 1946 por Jean Dauphant, inspirado en las sandalias tradicionales de los pescadores. Dauphant, que tenía una fábrica de plástico, lanzó en la región de Auvernia –en el centro-sur de Francia– la marca La Sarraizienne, que sobrevivió hasta 2003. La escasez de cuero impuesta por la posguerra requería la búsqueda de alternativas y pensó que el uso de plástico moldeado era una opción disponible. La patente más antigua disponible está fechada en 1954. 

En cualquier caso, el auge de las cangrejeras tiene su razón de ser en Brasil. Allí, en Farroulpilha, en el año 1971, Alexandre y Pedro Grendene fundaron una fábrica de corchos de plástico para vino. Con el tiempo, Grendene se convirtió en una empresa de calzado, tras la creación y el éxito, en 1979, de la marca Melissa. 

Dos años más tarde, Preston Haag, un banquero norteamericano, viajó a Sudamérica buscando algún negocio en el que invertir. Cuentan que en una fiesta en casa de un embajador, se quedó admirado por los coloridos zapatos que llevaban las mujeres. Hizo un pedido a Grendene y los presentó en la Exposición Internacional de Knoxville de 1982. De este modo, las cangrejeras dieron el salto a los Estados Unidos. 

Cuestionadas por su diseño y su estética, las cangrejeras han sobrevivido al paso del tiempo y siguen triunfando. A día de hoy, estas sandalias se fabrican no sólo en goma, sino también en cuero y con tacón, y ya no se llevan sólo para los días de playa, arena y rocas, sino también para el asfalto y el día a día. 

En las pasarelas de primavera-verano 2022 las hemos visto de la mano de firmas como Max Mara o Versace. E influencers como Alexa Chung, Blanca Miró o Leandra Medine nos inspiran sobre cómo combinarlas. Te recomendamos echarle un ojo al modelo diseñado por la firma española Steve Mono, que es de otro nivel. También en nuestro país, la marca Igor es la encargada de darle una nueva vida a las cangrejeras con diseños contemporáneos.