EL DENIM, REY DE LAS CALLES

Nunca hubieran imaginado los buscadores de oro del siglo XIX que su ropa de trabajo llegaría a ser el origen de uno de los puntos clave de la moda. Pero los comienzos de los jeans, que negociaron juntos Strauss y Jacob en el año 1853, fueron estos. Al principio los famosos y resistentes pantalones eran de una loneta marrón pero, pocos años después comenzaron a utilizar una sarga azul índigo de Nimes (Francia) y de ahí su nombre, denim. ¿Cómo ha evolucionado el modesto denim hasta convertirse en un tejido que actualmente arrasa no solo en el street style sino también en las pasarelas de lujo?

En los años 50 el vaquero pasó de ser una prenda de trabajo a una prenda símbolo de la juventud pero en los 70 ya había adquirido el auge de ser una prenda universal. Diseñadores como Saint Laurent, Pierre  Cardin y Kenzo incorporaron el denim a sus colecciones  y emprendieron  las técnicas de lavados  que darían lugar a una gran variedad de modelos. Los pantalones vaqueros se convirtieron en la pieza imprescindible de todo fondo de armario. En los años 80 los hicieron suyos los punks y los rockeros  hasta que llegaron  en los 90  a los universos del lujo formal y casual. 

El proceso  a partir del año 2000 fue rápido y variado. Se crearon todo tipo de prendas  con siluetas sobre-dimensionadas y aparecieron, ante el escándalo de muchos, las prendas raídas y deshilachadads como el súmmum de  la modernidad. Se empezaron a emplear también tejidos  livianos con mezclas de tencel y modal para dar caída y movimiento a las prendas. El año pasado se inició una verdadera explosión de la moda del denim  y su éxito no ha decrecido ya que continua siendo el rey de las calles y mostrándonos nuevas posibilidades. 

¿Cómo manejan los grandes de la moda las tendencias denim para esta temporada primavera-verano 2018? 

EL DENIM DE LUJO 

Se presenta con preferencia en las faldas vaqueras de largo “midi”  estilo  lápiz o muy amplias. Lo encontramos en las colecciones de Chanel en tonos claros con plumas y flecos de plexiglás. Dior le añade romanticismo con encajes y entredoses en sus vestidos. Carolina Herrera  lo emplea para vestidos de aire clásico con faldas lápiz y algunas con vuelos desiguales  acompañadas de blusas festivas.

LAS BERMUDAS, “PRENDA ESTRELLA” 

El denim se apunta también al regreso  triunfal  de las bermudas que servirán de relevo a los problemáticos shorts y adoptaran el  “taylor-denim”  a base de bermudas y blazer o bermudas y chaqueta corta vaquera. La firma  Tibi se inclina por estas dos opciones con conjuntos de denim muy claro

JUMPSUIT  DE DENIM

Una prenda muy casual que requiere cuidar bien los detalles que aporten sofisticación. Así lo ha entendido Stella McCartney que ha presentado  modelos combinando dos tonos de denim -ambos oscuros-  con ristras de botones y  sobre todo  con zapatos salón de tonos vivos o tornasolados. Este tipo de jumpsuit lo veremos seguro en las tiendas low-cost.

EFECTO PINTOR

Se llama así cuando el denim aparece salpicado  de pintitas de colores o todas del mismo color. Oscar de la Renta ha presentado un conjunto de falda midi y chaqueta en denim oscuro salpicado enteramente de pintitas blancas.

PATCH WORK

Para conseguir el efecto patchwork nada mejor que combinar en una misma prenda distintas tonalidades: el denim claro con el oscuro, que este año parece dominar. Además de Stella McCartney, lo ha empleado así Dior en algunos pantalones muy casuales  con camisetas marineras.

DENIM Y ESTAMPADOS 

El denim que  avasalla nuevos campos se alía muy bien con los estampados. Alexander MacQueen se apunta al “floral print” con una falda rematada por volantes y unos efectos florales  gigantes en  el body. La otra opción, blusa camisera y falda estampada muy amplia, es la que escoge Versace  en un tipo de conjuntos que son lo último en denim.

TACHUELAS Y BOLSILLOS  

Las tachuelas son un complemento ideal para los pantalones de denim oscuro, como presenta Versace y los múltiples bolsillos de los conjuntos de pantalón y chaqueta corta  que son la propuesta de Ralph Lauren. Parece ser que la moda rechaza este año los rotos y los desgarros. Esperemos que lo acepten sin nostalgia los aficionados al antiestético “miserismo”.