LA GRAN FIESTA DE LA MODA ESPAÑOLA

Durante casi diez días, Madrid ha estado en el centro neurálgico de la moda española. Junto con el festival urbano Madrid es Moda y los desfiles en zonas emblemáticas de Madrid, la 79 edición de Mercedes-Benz Fashion Week se ha celebrado con gran brillantez y gran asistencia de público en Ifema. Hemos visto mucha buena moda y muchas tendencias interesantes para el próximo otoño/invierno 2024-25. Tanto la pasarela principal como los jóvenes emergentes de Allianz Ego nos han brindado muy buenos ratos.

A ritmo de reguetón, el lunar, la raya, el denim y la polipiel de peluche y acolchada han sido los tips de la colección de Agatha Ruiz de la Prada, por supuesto llena de mezclas de tejidos, estampados y colores, que ha compatibilizado con complementos para motoristas. No han faltado sus corazones y sus estrellas. Vestidos rectos, faldas y conjuntos muy comerciales, por cierto. 

Duyos, una de las marcas más celebradas en la MBFWM, presentó una exquisita colección inspirada en las Islas Canarias y en su artesanía. Tonos rojizos, ocres, rosados, grises, antracita, verdosos y cobres metalizados en mezclas de texturas y prendas –blusas, abrigos, chaquetas, sobrevestidos…- que fue muy aplaudida en la pasarela. 

Custo Barcelona volvió proponer prendas inspiradas en sus orígenes: camisetas y prendas deportivas llenas de brillos y texturas diferentes. Conjuntos sport, abrigos y chaquetas en las que mezcla los materiales naturales con fibras tecnológicas. Mucho color y mucho brillo. 

Hannibal Laguna proyectó una colección inspirada en la Luna, creada para soñar despiertos: sus exquisitos y delicados tejidos (muselinas, organzas plisadas, satenes brillantes) bordados con cristales, filamentos y volantes, hicieron de esta colección una propuesta llena de glamour. Vestidos vaporosos inspirados en las diosas griegas y vestidos con faldas amplias y corpiños muy femeninos, con una paleta cromática de tonos plateados, negros azulados y colores minerales como el jade, el amatista, el zafiro, el rubí, el cuarzo y el esmeralda. 

Paloma Suárez, la joven diseñadora canaria, siempre presenta colección basada en sentimientos. Esta vez, “Brave” es su valiente propuesta que la ha llevado a presentar conjuntos de piel vegana de inspiración militar, con cazadoras y chaquetas acolchadas en las que el marrón y el verde cobran protagonismo por sus acabados metalizados y su empeño en la sostenibilidad y la inclusión de personas con otras capacidades. 

El buen hacer de la valenciana Isabel Sanchís es reconocido desde hace décadas en muchos países del mundo. En su nueva propuesta presentada en MBFWM -extraída de su amplísima colección de más de un centenar de trajes-, los grises, ocres, rojizos y negros, y sus estampaciones hechas en su taller, conforman unos vestidos y conjuntos para eventos con bordados y plisados hechos a mano, en los que la sostenibilidad es importante. 

La exquisita propuesta de INúñez nos encantó por esos vestidos llenos de color, magia y elegancia. Conjuntos en color block para el día, elegantes trajes de chaqueta en tono crudo, pastel, rosados, melocotón y algún vestido tono amapola, y para la noche brillantes plisados en seda y satén en gris piedra y aguamarina. Sutileza, elegancia y romanticismo.

La firma Elio Berhanyer presentó una colección en la que predominaba la oscuridad, tanto en su puesta en escena como en sus prendas, de cortes rectilíneos y de impecable sastrería. Su director creativo, Sergio de Lázaro, no se desprendió de Otrura, la marca fundada por él, sino que llevó sus propias ideas a la histórica firma. Fue el ganador del Premio L’Oreal a la mejor colección de esta edición de MBFWM. 

Roberto Torretta, Premio Nacional de Moda, un año más presenta su colección en la que sobresalen unos maravillosos trajes de chaqueta de pantalón muy ancho y abrigos de corte y tejidos excelentes en tonos marrones, mostaza, azul marino, gris antracita, caldero y negro. Vestidos en crepe de seda fluidos para la noche. 

Los creativos de Pedro del Hierro, marca que celebra sus bodas de oro, se inspiraron en las auroras boreales y las altas latitudes para lanzar una colección invernal en tonos blancos, crudos y azul hielo, mezclados con lilas, morados, verdes y rosados, siempre con plateados y mezcla de texturas como la seda y la lana. Muy elegantes conjuntos para hombre y mujer, abrigos grandes, pantalones anchos, gabardinas y vestidos fluidos con drapeados. Mucho brillo para la noche. 

Fely Campo y su amor por la moda y buen hacer desde que comenzó de la mano de su madre con sólo 13 años, nos ha brindado una magnífica colección de otoño-invierno llena de tonos negros con matices azabache, humo, antracita, verdes apagados y calderos. Vestidos, abrigos y trajes pantalón en tafetanes, lamés de plata y oro, brocados llenos de juego de luces en los drapeados y cortes al bies. 

Disfrutamos de una colección extraordinaria y un punto distópica de Marcos Luengo, en la que la IA ha tenido mucho que ver en cuanto a tonos y patronaje. El diseñador asturiano nos presenta en “Ex machina” cortes geométricos, estampados y colores vibrantes sobre crepe, raso y terciopelo de seda, resaltando las mangas y escotes en vestidos y chaquetones. 

Maite, de Lola Casademunt, presentó una estupenda colección de prendas para día y para la noche, con trajes de chaqueta falda o pantalón, vestidos y abrigos en tonos brillantes como el rosa vivo, el verde o el amarillo. También tonos más discretos como los crudos y el camel. Para la noche, brocados y brillos en tonos oscuros. Su característico print animal, marca de la casa, apareció con frecuencia en sus prendas.

Odette Alvarez se inspiró en la estética de los 70, con aires orientales. Bordados, flecos multicolores y abrigos con ribetes en solapas y bocamangas. Mucho negro para la noche con excesivas transparencias.