MADRID A TOPE DE MODA

Ha sido una semana muy especial en la que Madrid ha estado a tope de moda. Colecciones, eventos y como centro de todo la “Madrid Fashion Week –la antigua Cibeles- que desde el año 1985 hasta hoy ha subido a su pasarela a más de 300 diseñadores. Entre los días 19 y 22 de febrero ha vivido su edición número 63 de la mano de 43 diseñadores que nos han mostrado sus apuestas para el otoño-invierno 2016-17. La noticia que ha causado mayor expectación es el retorno de Felipe Varela, el modisto real, y también el de Jorge Vázquez. Y una ausencia destacada: la de Roberto Verino, que esperamos no sea definitiva porque, afortunadamente, la moda es siempre un continuo movimiento de ida y vuelta.

JORGE VAZQUEZ: FLORES DE ORIENTE Un jardín florido con parterres con palmeras, plantas y flores daba a la pasarela un aire romántico muy acorde con la colección llamada L´Orient, inspirada en el modisto Paul Poiret. Jorge Vázquez ha triunfado en su reaparición en la Pasarela Cibeles que dejó hace diez años con una colección muy bien construida que tocaba todos los resortes de un guardarropa completo. Abrieron el desfile una serie de abrigos y chaquetas rosa palo, otros con pequeños cuadros y unos estupendos abrigos camel. Detalles de encaje con aire lencero en algunos vestidos, pequeños madroños salpicando algunos abrigos y conjuntos. Después la colección se puso a tono con los jardines que crecieron en la pasarela con estampados florales que abarcaban tanto cálidas chaquetas con cuello de piel hasta vestidos largos y fluidos. Cerraron la colección trajes de noche de organza bordados, algunos excesivamente transparentes que chocaban con el tono superelegante y exquisito del resto. Su propuesta mereció llevarse el Premio L’Oreal a la mejor colección de esta edición. 

DAVIDELFIN: UNA ESTÉTICA FUTBOLERA Ha abierto la Fashion Week con su original colección que tiene las bufandas como eje central. A veces van sueltas sobre las prendas, otras formando parte de ellas o al final solo ellas unidas entre si. Son unas bufandas que rinden homenaje al fútbol con el escudo de la selección española “retocado” y con continuas referencias a la “roja” en su colorido. El diseñador quiere así transferir el amor de España por este deporte quedando muy claro que es un homenaje personalísimo porque su nombre figura en todas las bufandas. Su musa, Bimba Bosé, ha presentado los modelos de entrada y de salida. Poco más ha quedado para el resto de la colección: unos vestidos negros con cuellos colegiala y como adornos flecos y cremalleras. Como también ha ocurrido después en otras colecciones, la banda sonora ha sido un recuerdo para David Bowie y las notas de la canción “Héroes” han sonado muchas veces en la Fashion Week de Madrid. 

AGATHA RUIZ DE LA PRADA: ROBOTS Y BAILE Está visto que Agatha no renuncia nunca a causar impactos y sorpresas. Cuando su moda discurre por unos derroteros comerciales, muy jóvenes y con un gusto comedido y urbano, sus “puestas en escena” hacen el resto. El primer modelo que saltó a la pasarela fue un robot vestido con un traje fucsia de satén sobre un escenario presidido por una monumental cortina dorada y luces de muchos colores que centelleaban sobre la cabeza de los asistentes. Sobrios conjuntos y sencillos vestidos que pueden situarse en la mujer universitaria de los 70. Algunos llevan una A, el anagrama de la firma, y otros modelos más glamurosos presentan plisados, terciopelos estampados, jacquards, peluches y neopreno y magníficas combinaciones geométricas supercoloristas, lo mejor de la colección. Al final la diseñadora invitó al público a subirse a la pasarela y un frenético baile fue el epílogo del desfile con Agatha el frente de la fiesta. 

JUANJO OLIVA: NOSTALGIA DE LOS 70 Sus colecciones tienen siempre un protagonista indiscutible: el vestido. Vestidos largos, de silueta lánguida, generalmente en tonos vibrantes: naranja, verde, amarillo aunque esta vez ha introducido entre ellos varios trajes negros. Un accesorio que también forma parte de sus apuestas preferidas es el corselete ancho que sirve para cortar la estética verticalizada de sus vestidos y abrigos dando relieve a la cintura. Maxifaldas con botas. Detalles y siluetas con sabor oriental y continuas alusiones a la década de los 70 en modelos que han desalojado el dominio absoluto de los tonos lisos y han apostado por algunos estampados. Juanjo Oliva ha asumido la dirección creativa de la marca que lleva su nombre en exclusiva para El Corte Inglés. 

ANA LOCKING: ¡VIVA EL PATO DONALD! Su colección “Antihero” va dirigida a las personas corrientes y molientes que discurren por la calle sin “superpoderes”. Empezó con una clara tendencia a la austeridad con paños de lana de tonos oscuros, dimensiones oversize en las chaquetas y chalecos de pelo largo. Después siguió por otros derroteros ... Unas pailletes de doble faz en blanco y negro formaban amplias rayas en muchas faldas y pantalones. Flecos de seda en degradé, flores bordadas sobre seda lavada y unos bonitos trajes largos de muselina blanca con plumas también blancas. Una referencia a un personaje “antihero” fue la imagen del pato Donald, estampada sobre algunos modelos con su aspecto torpe y bonachón pero fundamentalmente optimista. Al final de la colección, Ana se asomó a la pasarela con una camiseta con la imagen de Donald. 

JUAN VIDAL: BRILLA Y VENCERÁS Un magnifico maxi abrigo, que inició el desfile, nos dio pistas sobre el colorido por el que discurriría la colección, una paleta que se regodeaba en la oscuridad de la noche. Los tonos marinos de distintas gamas combinando con el rosa fucsia, a los que más adelante se les unió un intenso azul klein dominaron la pasarela. Solo se permitió presentar fuera de esta trilogía un abrigo de cuero marrón y unos conjuntos de vestido y chaqueta en un austero y solitario color negro. Después, para las horas vestidas, dio rienda suelta a los brillos deslumbrantes pero sin salirse de sus colores base. Cuero, rejilla, tejidos acolchados fueron sus materiales preferidos y muchas botas altas. Una colección corta pero muy elaborada que confirman una vez más las esperanzas que el mundo de la moda española había puesto en este diseñador.

ION FIZ: EL ESTILO LADY Debutó en octubre pasado en la Semana de la Moda de París y ahora ha abordado su colección madrileña inspirándose en un personaje francés: Severine, la protagonista de la película “Belle de jour”. Su colección, de una exquisita elegancia, recurre mucho a la superposición de prendas y a los vestidos estilo lady con faldas evasé o claramente acampanadas. Confortables jerséis de punto grueso y adornos con borlones, dando mucha importancia a los puños que los destaca con contrastes llamativos. Entre el colorido dominan del crema al negro, el verde, el rosa, el terracota y muchas combinaciones audaces entre el rojo, el fucsia y el naranja. Cerró la colección una muy acertada serie de vestidos de novia largos y blancos con encajes, plisados y colas de tul. 

TERESA HELBIG: 20 AÑOS DE OFICIO Acaba de cumplir su 20 aniversario en el mundo de la moda y su colección “Outsiders” es un homenaje a sus clientas con un amplio espectro de modelos que van desde los toques románticos, con minuciosas técnicas de bordados y cuellos y pendientes con flores de cera, hasta el minimalismo sesentero de unos abrigos en forma trapecio. El cuarteto San León se encargó de la banda sonora de la colección con canciones de su último álbum “Revolution”. Dominaron la pasarela los tonos nude y las distintas gamas de rosa con algunos toques de verde y cuadros, muchos cuadros, especialmente pata de gallo y algunos escoceses. Lana mohair, visón rasado y lentejuelas negras que le sirvieron como base para sus modelos de rayas amplias horizontales o inclinadas. Trajes largos de terciopelo con adornos dorados. Una moda joven y ágil con una exclusividad minuciosa y elegante avalada por su atelier del Eixample barcelonés que cultiva un “pret a couture” con muchas horas de trabajo y objetivos de perfección. 

MARIA KE FISHERMAN Y SUS TRIBUS URBANAS Su firma fue creada en Madrid en el año 2009 pero su triunfo se ha fraguado en la pasarela neyorkina. Vende en Estados Unidos el 40% de sus creaciones donde son especialmente apreciadas sus piezas artesanas de ganchillo confeccionadas en un convento de monjas de clausura de Huelva. Su excéntrica puesta en escena en la pasarela madrileña constaba de un suelo de alquitranado y un humo denso que llenó la pasarela de sombras grises y rojas con unos estertores de tormenta escalofriantes. La colección hacía referencia a distintas “tribus urbanas ficticias” como las llama la diseñadora y mostraba su preferencia por la cultura japonesa y por una cierta ingenuidad rebuscada. Trajes marineros al estilo tradicional con faldas hasta el suelo y corbatas rojas. Muchos materiales tecnológicos y mucho charol. Charol elástico troquelado y de brillos deslumbrantes. Abrigos estampados con dibujos geométricos y vestidos de seda con dibujos y mensajes. 

ALVARNO: EL ORO QUE RELUCE Klimt y su Dama de Oro marcan el ritmo de la colección de este excelente dúo de diseñadores ganadores en las tres anteriores ediciones del trofeo a la mejor colección de Madrid Fashion Week. El oro y el negro perfectamente conjuntados dominan la colección en la que la falda trapecio supera al pantalón de cortes estratégicos. Muchas cremalleras en las chaquetas y asimetrías en el bajo y en los escotes de los vestidos. Chaquetas a cuadros de tonos otoñales que no desdeñan combinarse con pantalones o faldas totalmente doradas. Print animal en clave tridimensional, encaje y terciopelo. Plumas flores, strass y brillos de diamantes que rivalizan con el brillo del oro. Una colección en la que el espíritu barroco y la opulencia, controlada por el buen gusto de los Alvarno, se adentra en los terrenos de una nueva estética. 

MODESTO LOMBA: GEOMETRIA EN BICOLOR El diseñador ha acudido al Tangram, un juego de habilidad y de lógica de origen chino, como leitmotiv de su colección, que recurre a la geometría, a las líneas puras y al contraste bicolor con una paleta muy reducida pero muy elegante. Combinaciones de blanco y negro o de negro y gris perla y sólo una pequeña concesión a otra mezcla con pocas variantes cromáticas: el marino y el azul porcelana. La silueta clave son los vestidos rectos de aire sesentero, con un discreto volumen en el cuerpo, manga japonesa y escote a la caja. Otra silueta alternativa mostraba reminiscencia del “new look” con cintura marcada y faldas con mucho vuelo algunas hasta el suelo y sin dejar el juego bicolor. Jerséis de punto grueso y en los modelos enteramente negros la dualidad estaba en los diferentes tejidos o en las incursiones del charol. Una colección entre las mejores que hemos visto de Modesto Lomba.

VARELA: MISTERIO Y SOFISTICACIÓN Tras 14 años de ausencia de la Pasarela madrileña, volvió Felipe Varela, el diseñador fetiche de doña Letizia para celebrar los veinte años de su marca. Y lo hizo dosificando muy bien la expectación creada: media hora de retraso, mucha seguridad, puertas cerradas… ¿vendrá a verle la Reina? El caso es que vimos su colección pero no a él: no atendió a la prensa y se le vislumbró apenas dos segundos tras el desfile. “Crystal Army” fue una gran colección sin duda, acompañada de una excelente música, muy sofisticada pese a los elementos tomados del hip-hop pop de los que partía. Gran protagonismo de la chaqueta, como "buque-insignia" de Varela. Cazadoras bomber con pieles de zorro y chinchilla, chaquetones navy, faldas cortas, pantalones baggy con tops, conjuntos cóctel con gran riqueza de aplicaciones de cristales Swarosvki que centelleaban al paso seguro de las modelos, vestidos-joya de noche espectaculares con brillos, cenefas, flecos, mallas y bordados. Poca variedad cromática: rojo y negro, y también el rosa cuarzo, plata y blanco. 

En la segunda parte de esta crónica, continuaremos informando del resto de las colecciones de la Madrid Fashion Week para dar una visión crítica completa de lo más representativo de la moda española.

Fotos: Image.net