MBFW MADRID: LA GRAN CITA DEL DISEÑO ESPAÑOL

Se ha celebrado entre los días 14 y 19 de septiembre la 66 edición de la pasarela de la moda organizada por Ifema que ha reunido a 47 creadores y marcas. Durante seis días han desfilado por las dos pasarelas del pabellón 14 las propuestas de los nombres mas significativos de la moda de nuestro país con sus ideas para la temporada primavera-verano 2018. Junto a firmas sólidamente asentadas, hemos visto también otras que demuestran la existencia de nuevos valores para una continuidad y una renovación y que aportan una gran diversidad de estilos y tendencias al universo creativo, afortunadamente en alza, de la moda española.

JUAN VIDAL: EL ENCANTO DE HAWAI Ha recibido el Premio a la Mejor Colección de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid otorgado por L’Oreal con una vistosa colección inspirada en Hawai. Desde los primeros modelos que desfilaron en la pasarela comprobamos que la rafia, un material muy utilizado dentro de la cultura del Pacifico, era el protagonista por su aspecto étnico y por acercarnos a esta idea, entre idílica y exótica que tenemos de Hawai. La rafia se enrolla en el cuello en forma de los típicos collares largos y floridos, se lleva en los corseletes, se convierte en volantes o decora las prendas de corte semientallado y los bajos irregulares de las faldas. Vestidos largos de organza con una silueta simple y muy femenina y muchos pareos con toda clase de asimetrías y superposiciones. El colorido evoluciona desde los tonos naturales -sol, arena, beige- hasta los tonos vivos y afrutados como el verde palmera, el rojo lava o el azul oceánico. En el tramo final destacaron unos vestidos con bordados de azabache como contrapunto lujoso de una colección inspirada en el ambiente distendido de las playas polinesias llenas de arena blanca y de sol. ¡Enhorabuena por el premio! 

ULISES MERIDA: NUEVAS SILUETAS Este diseñador abrió el día 15 el calendario de desfiles oficiales demostrando una vez más su constante búsqueda de nuevas líneas y siluetas. Los seis primeros modelos de un blanco total que pisaron la pasarela, nos mostraron líneas trapezoidales y una silueta amplia y evasé que se desplegaba en mangas capa, faldas de vuelo, juegos de doble cuello conviviendo con algunos trajes entallados. La abundante profusión de tonos suaves –blanco, beige, arena- dejaba asomar de vez en cuando, como contraste, un fuerte color naranja y otros modelos en verde y en turquesa. Muy bonitos los conjuntos primaverales de abrigo y vestido del mismo tejido y color y los trajes de noche de un azul marino reluciente. Cinco camisas blancas, de venta inmediata, nos alertaron de que el “see now by now”, aunque todavía muy limitado, no está muy lejos de la mente de nuestros diseñadores. 

FRANCIS MONTESINOS Y SUS “REINAS DEL SUR” La colección del desbordante creador valenciano se aleja esta vez del regusto folklórico español para rendir homenaje a la mujer hispanoamericana. El escenario del fondo de la pasarela estaba adornado con centros de palmeras y ristras de limones. El desfile se inició con una actuación del dúo “Azúcar moreno”, que lucían en la cabeza unos tocados grandes y llamativos pero que resultaron un pálido reflejo de lo que veríamos después. La primera parte de la colección presentó unos grandes y muy bonitos estampados en negro, blanco y verde, después hubo una variadísima sucesión de modelos, vestidos, chaquetas, de líneas muy favorecedoras en tejidos muy fluidos y en tonos suaves, especialmente blanco y azul porcelana, con reflejos brillantes. Cuando llegaron los modelos de noche la imaginación de Montesinos nos trasladó a un espectáculo lleno de sabor y colorido en el que dominaba claramente el color rojo y en el que las modelos lucían unos tocados con flores y plumas de una altura extraordinaria. Un homenaje de altos vuelos a la mujer hispanoamericana. El publico premió con muchos aplausos este alarde de imaginación y espectacularidad. 

ION FIZ NOS PRESENTA A “DAHIA” Dahia, el nombre que da título a la colección, fue una reina guerrera bereber que combatió la expansión islámica en el norte de África durante el siglo VII. Y es que la colección se inspira en la ciudad de Melilla tomando como punto de partida la fusión de las culturas de cristianos, musulmanes, hebreos e hindúes. Una riqueza cultural plasmada en los exuberantes colores y la técnica puramente artesanal de tejidos jacquard, bordados y estampados inspirados en el paisaje botánico y exótico de la ciudad junto a la arquitectura modernista de la misma. Con estos antecedentes, Ion Fiz, que celebra su 15 aniversario en el mundo de la moda, ha creado una colección llevable, de muy buen gusto. Vestidos de estampados pequeños o de formas geométricas que combinan entre sí en chaquetas y faldas, rayas de distinto grosor, camiseros ceñidos con cinturones finos. Cerró el desfile un exquisito traje de novia en brocado color blanco roto con cola, un largo velo de tul y un bordado plateado en el cuerpo. 

AILANTO: ARTE Y NATURALEZA Sobre una pasarela adornada con motivos paisajísticos de vegetación y de aves, los hermanos Ailanto han recurrido a la inspiración de la pintora norteamericana Jessie Arms Bolke para sus famosos estampados, siempre muy acertados, que invadieron la colección. Los modelos que iniciaron el desfile nos mostraron ya otros dos temas básicos que los Ailanto han preparado para la próxima primavera: una silueta larga y fluida con trajes largos y abrigos de la misma ligereza con tejidos finos como el tul, el satén, el plumetis y la bambola y, sobre ellos, elaborados con técnica artesanal, dibujos de flores, collages de papeles brillantes y pájaros de plumas coloradas. Los colores no se salieron del guión general: amarillo cacatúa, coral flamenco, azul pavo real y blanco garza. El complemento ultra repetido fue un colgante largo en forma de abanico con plumas engarzadas. 

ANA LOCKING: UNA GLAMUROSA SENCILLEZ A mucha distancia de las colecciones de años anteriores de esta diseñadora, sus propuestas para la primavera-verano 2018 presentan una silueta sobria pero glamurosa. La sastrería es un tema fundamental que aporta a la colección sastres y blazers de corte perfecto y contribuyen a su seriedad elegante y a su clasicismo. En general las piezas presentan abundantes cortes con un patronaje apropiado para la variedad de texturas, el colorido y el contraste, muy comedido, de dibujos estampados distintos en un mismo modelo. El colorido va del blanco al verde, el amarillo cítrico y el rosa. Ha destacado el primaveral contraste del blanco y el azul marino. Ana ha dado en general un gran protagonismo al marino quizás haciéndose eco de un lema que ha circulado últimamente por los ambientes fashion de que “el marino es el nuevo negro”. Entre los metalizados, el rey era un dorado rutilante y casi agresivo que a veces se adueñaban por completo de la pieza -vestido o chaqueta- y que arrancó el aplauso del público cuando se presentó en un vestido de noche largo con grandes franjas de volantes. Para la noche bordados con grandes pailletes que ofrecían una gran riqueza visual. 

AGATHA RUIZ DE LA PRADA: HOMENAJE AL MAESTROSobre un escenario inundado de frutas y flotadores de todos los tamaños, se desarrolla la fresca colección de Agatha RP que, una vez más, vuelve a sus coloridas prendas y a sus excesos de volúmenes. La sintonía de la elegante serie de la BBC “Downton Abbey” ponía una nota de contraste a una propuesta llena de volantes, aros, faldas abullonadas, chaquetas con fuelles, corazones, lunares y tejidos brillantes en una mezcla apabullante de colores, dando así un homenaje al maestro Balenciaga, del que se nutrió en sus comienzos. Aplicaciones de flores de tul naranja y rojo en vestidos cortos, como el que llevaba su hija Cósima que tomaba fotos desde la primera fila vip junto a Carmen Lomana y Francisco Maruenda, director de La Razón. Agatha no sólo estaba como siempre… sino que también se la esperaba. 

DEVOTA Y LOMBA: AMOR POR LA CAMISA BLANCA Modesto Lomba, de inmaculado blanco, dirigió la puesta en escena de su elegante colección, en la que frente a un mobiliario art-decó, se desarrolló el pase. El blanco puro fue el gran protagonista y la camisa su prenda estrella. Camisas blancas de mangas anchas y abullonadas desde la cintura, y solapas amplias. Conjuntos de pantalón ancho y chaquetas cruzadas con cinturones kimonos en varias versiones. Los vestidos sueltos adornados con detalles japoneses en blanco daban paso a otros que, sin perder el compás, mostraban motivos como los drapeados, los pliegues o el nido de abeja gigante en parte del cuerpo o incluso en el largo de las faldas. Para la noche, vestidos ligeros en lamé dorado desvaído y conjuntos en satén de chaqueta y pantalón. Y algunos estampados florales de seda en blanco y negro sobre fondo beige y conjuntos de apretado calado formando flores. Vuelven con fuerza los largos midi. Una vez más, apoyando al diseñador, asistió al desfile su amigo Antonio Najarro, director del Ballet Nacional de España. 

ANGEL SCHLESSER: MINIMALISMO FLUIDO La firma ha optado por colores primaverales como el blanco, el azul marino, el rojo y preciosos tonos de verde y azul. El conjunto, sin embargo, resaltaba por su delicadeza de los tonos neutros: grises, tostados, rosados, blancos, vainilla. Resultaban de una gran elegancia los conjuntos de falda y blusa en blanco y tostado con chaquetas sueltas de solapas smoking en satén rosado en líneas minimalistas y puras. Conjuntos de ligero punto beige con casacas y pantalón, unos largos y otros por encima de la rodilla. Faldas envolventes y con aperturas, vestidos fourreau de tejidos livianos y conjuntos de falda-pantalón largo de lino en verde musgo con guardapolvos a juego. Para la noche, satén en rojo guinda, azul cielo, aguamarina, añil y blanco y negro. 

ROBERTO TORRETTA: ENTRE LA PIEL Y EL LAMÉ  El diseñador argentino afincado en Madrid se ha ceñido a una paleta cromática dentro de los rosados, los tonos mostaza, el negro, el rojo vino y los azules grisáceos. La piel fina, tratada como si de un textil se tratara, daba forma a vestidos envolventes, tops, chaquetas y corpiños, en tono mostaza, rojo y negro. Vestidos camiseros con cintura marcada muy años 50 y mangas anchas recogidas en el puño, otorgaba a la colección un aire muy lady. Varios conjuntos de pantalón y chaqueta ajustada y, para la noche, mucho satén en vestidos rectos con mangas capa y también el lamé en plata vieja para vestidos, blusas y pantalones. Muy pocos estampados, sólo un par de vestidos de seda con un estampado floral es tonos azules muy tenues. Una colección variada y elegante. 

CUSTO BARCELONA, INNOVACION Y VARIEDAD En su segunda aparición en la Fashion Week madrileña, Custo nos ha demostrado una vez más que lo suyo es no parar tanto en el terreno de la innovación como en la promoción de su moda en distintos puntos del mundo. Acaba de llegar de Nueva York, donde ha presentado la misma colección que en Madrid, aunque a ésta le ha añadido 12 nuevos looks. Su producción responde también a un movimiento creativo constante porque lo suyo –asegura- no son las tendencias sino la innovación y de ahí surge la gran variedad de siluetas y de tejidos que se mueven entre las últimas tecnologías y la pura artesanía manual, la combinación del estilos retros y futuristas. Un esplendoroso tono dorado desempeña un papel clave en la colección completamente liso pero sobre todo mezclado con estampados y en algunos casos con un plateado más discreto. Muchos impermeables y abrigos veraniegos transparentes. El gorro con visera es su complemento favorito y los flecos dominan en muchos puntos estratégicos, cortos o largos, y en algunos casos se adueñan totalmente de la prenda como ocurre con el espléndido abrigo turquesa que cerró la colección recubierto totalmente de flecos largos.

CONTINUARÁ...