FELY CAMPO: "TODA MI VIDA HE HECHO MODA SOSTENIBLE"
ENTREVISTA, Julio 2022Fely Campo
Colección Diafonía
Durante más de cuarenta años, Fely Campo ha vestido a sus clientas aplicando el estudio del patrón sobre el cuerpo de la mujer con un estilo sobrio, elegante y un patronaje excelente. Su ciudad, Salamanca, donde vive y diseña, y la mujer son las guías de su inspiración a la hora de crear sus colecciones. Ve la moda como un reto diario en el que vestir a mujeres reales, con diseños exclusivos con los que se sientan seguras.
Nacida en Salamanca, con tan solo 13 años se puso por primera vez delante de una aguja y un dedal, y se apasionó por el mundo de la moda en unos años en que la moda aún no era nada en España. A los 15 años, le regalaron su primera máquina de coser y ya diseñaba sus propios vestidos y confeccionaba trajes para sus amigas. Tras una formación mayoritariamente autodidacta, comenzó a comercializar sus diseños y 3 años después ya tenía su propio taller. En 1997 registra su firma de moda, Fely Campo, y crea una Escuela de Diseño. En 2003 comienza su expansión internacional.
Asmoda habló con ella un poco antes de mostrar al público su colección para el próximo otoño-invierno en el marco de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, que ha llamado “Diafonía”, inspirada en los paisajes de los Arribes del Duero, paraje agreste salmantino.
-¿Qué es Diafonía y por qué te ha inspirado un paisaje?
Colección Diafonía
Colección Diafonía
Colección Diafonía
FELY CAMPO: "TODA MI VIDA HE HECHO MODA SOSTENIBLE"
-En uno de mis viajes por la provincia, me asomé a uno de los balcones de los Arribes y quedé sobrecogida por tanta belleza. Con esta colección de prêt-à-porter de lujo he querido mostrar un contrapunto de sensaciones. Quien se haya asomado alguna vez a este paraje, habrá sentido esa salvaje caricia y la delicadeza del sonido de ese paisaje. Las texturas de los tejidos tienen gran contraste: finos rasos, transparencias, tejidos vaporosos y delicados junto a otros más abruptos, como prendas de abrigo de tacto firme como la lana y textura pétrea. Prendas oversize y otras lenceras. También tiene que ver con la mujer, su carácter, sus contradicciones, sus contrastes y su manera de sentir el momento actual. Igual que el paisaje.
-¿Qué desencadenó que te dedicaras a la moda?
-Empecé muy joven con 13 años, en un taller de confección. Yo era sumamente tímida y descubrí el efecto que hacía en los demás la ropa que yo me hacía. En aquella época (mediados de los 70) no había moda por así decir. Y veían algo especial en mí. Empecé a tener seguidoras que querían que les hiciera vestidos y con 17 años monté un pequeño taller en casa de mi madre. Ya con casi 20 años me hice autónoma y monté mi propio taller de corte y confección.
Colección Diafonía
Colección Diafonía
Colección Diafonía
Colección Diafonía
Colección Diafonía
Colección Diafonía
-¿Sigue abierta tu escuela de diseño?
-La academia de corte y confección derivó en una Escuela de Diseño, pero la cerré en el año 94 porque empezó el boom en España del “estudias o diseñas” y la gente quería hacer una carrera de diseño y mi escuela enseñaba a coser pero no daba carné de diseñador, por así decir. Yo enseñaba patronaje, algo esencial, no sólo dibujar diseños bonitos: ¡hay que saber hacer lo que se dibuja! La creatividad se potencia con el conocimiento.
-¿Y por qué con tu dilatada trayectoria has venido a MBFWM por primera vez?
-Mercedes Benz es la gran plataforma de la moda española al mundo. Yo en el 2008 me fui de España y presenté 7 colecciones en París, donde estuve tres años y medio. He estado en Barcelona muchos años presentando en la Bridal Fashion Week, también he presentado colecciones en Milán, en Londres… y aún no había venido a MBFWM. Era el momento. Además, en España, si no pasas por MBFWM, no tienes nombre, esta es la gran plataforma nacional que te da a conocer globalmente. Es un lujo estar aquí.
-Teniendo tanta experiencia ya en pasarelas ¿te sigues poniendo nerviosa?
-Mi colección no me pone nerviosa. Pero sí me pone nerviosa que no esté la presentación a la altura de mi gente que viene a verla, de mis clientas, de mis amigos.
-¿A qué tipo de mujeres va dirigidos tus diseños?
-A todas las mujeres en general. He visto que dentro y fuera de España si haces producciones pequeñas, moda de autor, te haces un hueco en el terreno de los eventos, ceremonia, fiesta, novias… Y casi me dedico a ese espacio. La edad es por lo tanto muy amplia, de los 20 a los 80…
-¿Quiénes son tus diseñadores más inspiradores?
-Sin duda, Balenciaga. Yo descubrí el mundo de Balenciaga y de Chanel en los años 80, cuando en España se tenía aún muy poco conocimiento de moda. Para mí acércame a estos modistos fue una revolución, leía todo lo que podía sobre ellos, me entusiasmó el amor de Balenciaga por los tejidos, por las formas, por el patronaje, por los detalles. A todos los que estábamos entonces nos enseñó una manera de trabajar. De vez en cuando voy al Museo Balenciaga en Guetaria porque es una fuente de inspiración y de belleza constante.
-¿Por dónde empiezas un diseño o una colección?
-Por muchas cosas, a veces por los tejidos que compro, por sus colores, por sus texturas, que me recuerdan cosas y me viene la inspiración. Pero en esta colección, para mí la inspiración ha venido por un paisaje, los Arribes del Duero, que voy de vez en cuando. Me asomé a un balcón y lo que ves es increíble, y ahí pensé en hacer una colección muy versátil y que fuera un contrapunto, y a la vez que sirviera para vestir una tarde y acudir a un evento. Pensé en un buen abrigo de lana –yo uso siempre lana natural merina 100%- y debajo un vestido de pedrería, raso o tafetán, ese contrapunto de texturas contrapuestas. Como cuando te asomas a los Arribes: sientes brutalidad y al mismo tiempo belleza.
-¿Qué tejidos sueles utilizar y cómo resuelves el tema de la sostenibilidad?
-Ahora se habla mucho de moda sostenible, pero yo toda mi vida he hecho moda sostenible: he usado tejidos de mucha calidad, mi ropa está tan bien hecha que nadie la va a tirar a la basura, se recicla por sí misma. ¡Se hereda! Hace poco me encontré con una clienta que llevaba un modelo mío de hacía 30 años… ¡Eso sí que es sostenibilidad! Cuando haces una moda atemporal y buena siempre es sostenible. Una moda “que no pase de moda”.
-¿Cómo debe ser un armario básico?
-Tener una pieza que te guste mucho y te siente bien: un traje pantalón, un vestido, etc, algo que puedas usar mucho en diversas circunstancias cambiando accesorios.
-¿Con qué disfrutas más?
-Disfruto mucho cuando empiezo una colección. Para mí, cuando empiezo a crear, a pensar en el alma de la colección. Es un reto.
-Además de en Salamanca ¿dónde vendes tus diseños?
-Tengo desde 2015 un showroom en Milán y otro en Londres. Se hace pasarela y los clientes compran ahí para las tiendas. El Reino Unido es mi principal cliente y luego Italia. Y desde Barcelona vendo para Francia y otros lugares europeos.
-¿Hay diferencia entre los clientes de España y de otros países?
-La colección es la misma para todos, lo único es que presento una paleta de color a elegir y ahí sí hay diferencias. Por ejemplo, en el Reino Unido se usan tonos más pálidos: pistachos, azules, verde claro, pasteles… la Reina de Inglaterra es la que marca la tendencia del color siempre. En España o en Italia nos gustan más los fuertes: rojos, los verdes oscuros, los cámel, y vestidos más largos.
-¿Cómo son tus novias?
-Yo hice mi primer traje de novia con 15 años para una chica sólo un año mayor que yo. Hice entonces bastantes trajes para chicas que tenían que casarse deprisa (risas) y querían ir de blanco en una boda discreta. Desde entonces siempre he hecho novias a medida. Y lo que presento en Barcelona desde hace unos años es una novia muy ligera de diseño. Yo no puedo competir con las grandes empresas de novias (Pronovias, Peyró, Rosa Clará… ), pero sí tengo un hueco para esa mujer que quiere algo más sencillo, más sutil, menos exagerado. Esa es la novia que me gusta hacer. Tenemos colección de novias pero cada traje se hace a medida.
-¿Dónde produces tus colecciones?
-Confeccionamos todo en España, y en concreto en talleres rurales de Salamanca y Valladolid, en Tamames, Béjar y en Iscar, con lo cual, aunque hagamos 7 u 8.000 prendas anuales, es todo artesanal porque no hay cadena de producción y damos trabajo a mucha gente.
-¿Qué proyectos tienes?
-Tengo Barcelona (Bridal), con la colección verano 23. Mis clientes europeos compran ahí y no falto nunca. Y además, la colección que ya presentamos en Reino Unido, tenemos que enviarla a los compradores. Afortunadamente tenemos muchísimo trabajo.
-¿Y un sueño por cumplir?
-Nunca acabo de cumplir todos mis sueños…