¡EXTRA! EL INICIO DE LA PRENSA DE MODA
CULTURA, Diciembre 2019Vestidos de visita, hacia 1860
Vestido neoclásico
Ya podemos visitar en el Museo del Traje de Madrid la exposición “Extra Moda: El nacimiento de la prensa de moda en España”, realizada conjuntamente con Acción Cultural Española. Es un interesante recorrido cultural y práctico no sólo para los amantes de la evolución de la moda sino para los apasionados por la historia de nuestro país reflejada en sus costumbres sociales. Las comisarias Ana Cabrera Lafuente -conservadora del Departamento de Colecciones del Museo del Traje- y María Prego de Lis -documentalista y responsable de la biblioteca del Museo del Traje- han sido las responsables de montar la muestra, que estará abierta al público de forma gratuita hasta el próximo 1 de marzo de 2020.
A través de 32 conjuntos de indumentaria –algunos expuestos por primera vez en el Museo del Traje para la ocasión-, 20 publicaciones y 28 figurines, la exposición analiza la historia de la prensa de moda en España desde finales del siglo XVIII hasta principios del XX, si bien ya desde el siglo XVII se observa la influencia francesa, el dominio español del Siglo de Oro, el barroco francés del XVIII y el dandismo inglés en el siglo XIX, mucho más sobrio, ilustrado todo con prendas, ilustraciones y grabados de indumentaria. “Lo que hemos buscado con esta exposición –comentan las comisarias de la muestra- es que el visitante pueda observar, junto al figurín y a la revista de moda, los trajes, accesorios y complementos de cada época”.
En el siglo XVII, en París, Luis XIV, un gran apasionado de la moda y de la buena apariencia, impulsó las industrias de artículos de lujo y aparecieron las variaciones de dos temporadas al año, que se reflejaron en la aparición de nuevas prendas, tejidos y colores. Eran los hombres los receptores de esas novedades de moda más que las mujeres, que se publicaban 1678 en el “Mercure Galant”, considerada la primera revista de moda.
La Corte de Versalles será el centro de las novedades de la moda hasta finales del siglo XVIII, con María Antonieta como “reina de la moda”, gracias a la modista Rose Bertin, a quien se le deben la creación de algunos de los trajes femeninos más conocidos de este periodo, como el “robe a la polonaise” o la “chemise de la reine”, antecedente de los populares “vestidos camisa” de principios del XIX.
Moda hombre 1836
Vestido de verano, mitad s XIX
Vestidos de paseo, 1836
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En el siglo XIX triunfarán las estampas de moda coloreadas a mano, algunas con explicaciones de costuras y patrones, ya dirigidas a las mujeres, con todas las novedades de París. En España, aparece por primera vez en Cádiz una publicación destinada al público femenino, que incluía noticias de sociedad y de moda: “La pensadora gaditana”, firmada por Beatriz Cienfuegos en 1764. Ya entrado el XIX aparece “El periódico de las damas”, como eco de publicaciones similares de Londres y París con grabados de vestidos tanto para hombres como para señoras.
Los caballeros simplifican mucho su vestimenta en este siglo, que perdura aún hoy día con algunas variaciones. El dandi Beau Brummel impone el canon de prendas para el hombre: pantalón largo, chaleco, pañuelo anudado al cuello, frac y sombrero de copa. Las damas han adoptado el vestido camisa neoclásico que va evolucionando a lo largo del siglo XIX hacia el vestido romántico por excelencia, con la crinolina que hace las faldas acampanadas y de gran volumen y las cinturas estrechas, impulsado por las grandes “influencers” de la época: la Reina Victoria de Inglaterra, Isabel II –que estaba suscrita a la revista “La Moda Elegante”, la publicación más importante de España- y, sobre todo, por la emperatriz Eugenia de Montijo.
La mayoría de las piezas provienen de los fondos del Museo del Traje con aportaciones cedidas por la Hemeroteca Municipal de Madrid, el Museo Nacional del Romanticismo, el Museu del Disseny de Barcelona y prestadores particulares. Entre las prendas más destacadas figuran una chaqueta de chantilly perteneciente a la emperatriz Eugenia de Montijo, que puso de moda el uso de la gran crinolina; unos chapines de terciopelo con alza del siglo XVI; o un vestido de noche de la época napoleónica.
Vestido para hacer deporte, final s XIX
Casaca y patrón S XVIII
Grabado de vestido de novia
El Eco de la Moda, principios s XX
Zapatos de hombre, s XVII
Anuncios publicitarios, final s XIX
En la exposición también vemos curiosidades como la primera portada de “Vogue” o de “Harper’s Bazaar”, y grabados publicitarios, anuncios de tejidos, galerías comerciales y ofertas de corsés especiales para el deporte o montar a caballo. Todo dirigido a una clase alta y burguesa pero que ha marcado la indumentaria, la moda y las costumbres sociales de varios siglos.
Fotos: Museo del Traje y M. Alvarez