"DIOR EN ROSAS", EXPOSICIÓN EN GRANVILLE
CULTURA, Enero 2022Vestido rosa, 1959
Vestido de noche, 1961
"La casa de mi infancia... conservo de ella el recuerdo más tierno y maravilloso. ¿Qué puedo decir? Mi vida y mi estilo deben prácticamente todo a su situación y su arquitectura". Estas palabras cobran vida cuando llegas a la villa Les Rhumbs en Granville (Normandía), que ha albergado la exposición “Dior en Roses”, dedicada a la más prestigiosa de las flores, favorita del diseñador.
Esta flor ha sido fuente de inspiración, no sólo para sus vestidos de alta costura, sino que, además, ha formado parte de la composición de los muchos perfumes Dior, incluido el primero de ellos, Miss Dior. Se entiende que la rosa se haya terminado convirtiendo en todo un símbolo de la maison.
Construida a finales del siglo XIX, la villa “Les Rhumbs” fue comprada por los padres de Christian Dior en 1906, pocos meses después del nacimiento de su hijo el año anterior. Su padre, Maurice Dior, dirigía el próspero negocio familiar de producción de fertilizantes en Granville. Su madre, Madeleine, supervisó la transformación de su hogar y se encargó de la jardinería, donde Christian pasó una infancia feliz y segura. En su adolescencia, Christian Dior se veía a sí mismo como arquitecto, y ya mostraba su creatividad junto a su madre diseñando el estanque, la pérgola y el mobiliario del jardín de estilo modernista. En 1911, la familia Dior se trasladó a París, pero pasaría los veranos en Granville. La crisis de 1929 arruinó a Maurice Dior y lo obligó a vender "Les Rhumbs", que fue comprado en 1938 por las autoridades de la ciudad de Granville.
Ya en la década de 1980, por iniciativa del comisario Jean-Luc Dufresne (1949-2010), primo lejano del diseñador de moda, surgió la idea de convertir la villa en un sitio dedicado a la memoria del modisto. Gracias a la creación de la asociación “Présence de Christian Dior” en 1987, la casa familiar fue adaptada para exhibir las colecciones del museo, abriendo sus puertas en 1997. Cada año, una exposición sobre un tema diferente arroja nueva luz sobre la vida del modisto y las creaciones de su casa de moda. La rosa está presente en toda la exposición a través de sus propias creaciones y de las de sus amigos artistas y poetas.
Vestido Miss Dior, 1949
Vestido mujer-flor, 1956
Vestido de cóctel, 1956
"DIOR EN ROSAS", EXPOSICIÓN EN GRANVILLE
La exposición, que fue prolongada hasta el 2 de enero, se distribuía en tres plantas. En la planta baja destaca el rosa como color de su infancia, el de la famosa novela que la Condesa de Ségur publicó como parte de la colección “Bibliothèque Rose” y que, en 1939, inspiró su primera creación, un diseño con falda arremolinada, que prefiguraba el New Look, una línea que en 1947 lanzó la casa de moda, y que se basaba en la silueta que se asemeja a un círculo de pétalos de flores. El éxito de la mujer-flor es una muestra de la importancia que el jardín de su infancia va a tener para el modisto en la inspiración de sus creaciones.
En el primer piso, la obra dedicada a Catherine, su hermana, a quien el modisto le debe el nombre del vestido “Miss Dior” y del perfume que lleva el mismo nombre. Catherine vivió una vida excepcional, y apoyó e inspiró a Christian como su musa-confidente. Su trayectoria en el trabajo de las flores se evoca en el "ramo de vestidos" monocromo que se presenta en esta planta.
No podemos olvidar que Christian Dior fue uno de los primeros galeristas en exponer la obra de Dalí en Francia, entre 1931 y 1934. Para Dalí, la mujer-flor está vinculada al mar y a sus referencias mitológicas, como la diosa Venus. El compatriota de Dalí, el arquitecto catalán Antonio Gaudí, construyó una casa inspirada en las formas del mar, representando una ola en un día de tormenta, que sería recordada por Emilio Terry, arquitecto y amigo de Chistian Dior. La arquitectura, el surrealismo y la alta costura se unen finalmente cuando Christian Dior declara que desea que "mis vestidos sean construidos, moldeados a las curvas del cuerpo femenino cuyos contornos van a estilizar".
Rosaleda de Granville
En el segundo piso se ubicó las salas “Mujer flor, mujer rosa”, que compara el vestido Chérie (primavera-verano de 1947) y el vestido Gruau (otoño-invierno de 1989) revelando la ambigüedad de las rosas. Con su color pálido, la falda plisada y su silueta sobria del vestido Chérie, llevado por la actriz Dominique Blanchar, evoca el mundo de la infancia, mientras que el vestido de funda Gruau, de color rosa flamígero, es la encarnación de la mujer fatal.
La sala “Rosas para las estrellas” nos muestra cómo inspirándose en las influencias teatrales y cinematográficas de Christian Dior, la mujer-flor aspiraba a la pasión dramática de las grandes heroínas. Podemos ver fragmentos audiovisuales en los que bailarinas, cantantes y actrices como Ingrid Bergman, Gina Lollobrigida, Jean Seberg y Maria Callas magnificaron la belleza de sus diseños de color rosa, en forma de rosa y con adornos de rosa.
Y la exposición termina con “Ramo de rosas” donde se muestran los accesorios. Las rosas pueden inspirar una colección o una silueta, o simplemente aparecer en pañuelos, bolsos, sombreros, guantes, joyas, maquillaje, esmaltes de uñas o barras de labios que, junto con los perfumes, conforman la paleta de la mujer-flor. El lugar elegido para la cita no podía ser otro más que este lugar mágico en el que la rosaleda plantada en el acantilado domina el mar.
Fotos: Benoit Croisy, Laziz Hamani, Lionel Kazan