LA MODA EN LA ÉPOCA DE CERVANTES
EVENTOS, Noviembre 2016Vestido de Ana de Austria
Jubón del príncipe Carlos
La Capilla del Oidor de Alcalá de Henares, donde fue bautizado Miguel de Cervantes y donde se conserva su partida de bautismo y la pila bautismal, acoge hasta el 11 de diciembre la exposición “La moda de Cervantes y los trajes del Quijote”. En ella se pueden admirar reproducciones de la indumentaria masculina y femenina de los siglos XVI y XVII, así como algunos atuendos extraídos de la obra literaria cumbre del Siglo de Oro. Ya decía Don Quijote a su escudero: “Ve siempre bien vestido, amigo Sancho, que un palo bien vestido no parece un palo… Que así te ven, así te tratan…”.
Organizada en el marco del IV Centenario de la Muerte de Cervantes, y con diferentes hilos argumentales, la muestra abarca trajes de corte y alhajas desde el emperador Carlos I y la emperatriz Isabel de Portugal hasta el Rey Felipe II y la reina Ana de Austria. Pero, además, recorre los atuendos de diversos personajes del Quijote y sus clases sociales populares, como la ventera, un traje de hidalgo, otro de estudiante o de pastora, sin olvidar las armas de la época, monedas, instrumentos musicales, muebles, objetos náuticos y la importancia de la invención de la imprenta. La entrada es gratuita.
En total son 23 atavíos con sus tocados y joyas. Por ejemplo, los trajes de la realeza, el vestido de boda de la emperatriz Isabel, del príncipe Carlos, de Felipe II, de damas de la corte, y una reproducción de una armadura noble del siglo XVI. Junto a los trajes de la nobleza, atuendos populares y talares, así como trajes de hidalgos como el que llevaría don Quijote, la sobrina de don Quijote, y el propio Miguel de Cervantes.
Carlos V y, sobre todo, Felipe II, impusieron en toda Europa la moda de vestir “a la española”, muy sobria y en tonos oscuros aunque con ricos materiales. Los vestidos de mujer en el Siglo de Oro, tanto para mostrar en sociedad como para la vida doméstica, se componían de sayas o vestidos exteriores con el verdugado que iba debajo de la falda montado con aros y le daba forma cónica o de campana, el cartón de pecho, para disimular el busto según se llevaba entonces, la lechuguilla, gorguera o cuello almidonado de puntillas y encajes, y también el corpiño y la basquiña, que era una falda fruncida. Como prenda interior se llevaba la camisa, de lino, cuyo escote y mangas a veces lucían muchos bordados y se dejan entrever a través de las cuchilladas de la saya.
Traje de dama
Vestido de dama de corte
Jubón con lechuguilla
LA MODA EN LA ÉPOCA DE CERVANTES
Como calzado, se usaban chapines confeccionados en seda o cuero, con plataforma de corcho. Los hombres vestían camisa de lino, jubón, de tejido más o menos rico según las posibilidades, calzas y capa, junto con la sempiterna lechuguilla, que era una prenda unisexo.
En cuanto a los materiales, la clase alta usaba paño de lana merina, muy apreciada en la época, mientras que las clases populares empleaba la lana churra, más basta y barata. También se usaba el lino para la ropa interior. La seda, venida del comercio con Oriente, era usada sobre todo por la población nazarí que influyó en la clase más alta, así como el algodón mezclado con lino, que se llamaba teflán, y el terciopelo, que se elaboraba con seda o algodón. El uso del terciopelo no estaba permitido a las clases bajas, aunque sí a hidalgos, terratenientes o caballeros, una especie de nobleza baja.
Además los visitantes podrán contemplar los vestidos del pueblo: un hábito de estudiante de Alcalá, de capitán de los tercios españoles, de monje trinitario, de labrador (Sancho Panza), de labradora joven (la ventera) y el traje de pastora (Marcela). En la muestra igualmente se exhiben los tocados y alhajas habituales del siglo XVI.
Vestidos de Carlos I e Isabel de Portugal
Uniforme de los Tercios
Atuendo de hidalgo
Vestido de hidalga
Traje de estudiante
Vestido Isabel de Valois
Algunas de las piezas han sido cedidas para la exposición por el Museo del Traje, otras provienen de producciones cinematográficas.
Fotos: M. Alvarez