LA PASARELA MADRILEÑA EN EL CIRCUITO INTERNACIONAL
EVENTOS, Julio 2018Oliva
Outsiders Division
Este escaparate de la moda española que desde 1985 nos brinda sus colecciones para la primavera-verano de 2019, nos ha traído este año no solo novedades de tendencias y estilos sino un clamoroso adelanto en sus fechas. Nada menos que dos meses. Si antes era en septiembre, esta última edición –la número 68- se ha celebrado entre el 6 y el 11 de julio. Se dice que “a quien madruga Dios le ayuda” y parece ser que esta idea es la que ha primado en esta ocasión porque se ha tratado de integrarnos plenamente en el circuito internacional. Se ha evitado la colisión con la Fashion Week de Londres y hemos pasado por delante de la de Nueva York para favorecer la presencia internacional de prensa y de compradores extranjeros, aunque esta decisión ha creado algunas tensiones entre la dirección del certamen y algunos diseñadores.
Las novedades no terminan aquí. El día 6 de julio los desfiles, que han presentado 47 marcas y creadores españoles, se celebraron en distintos puntos de la capital y a partir del día 7 en Ifema, que sigue con su papel de auténtico corazón de este evento a través de sus más de 300 celebraciones y que después de cimentar su prestigio a nivel nacional, se lanza a cimentar una internacionalización que ya apuntaba en las últimas ediciones.
En esta sección Eventos damos hoy una visión de las características de esta Semana de la Moda (que nos ha marcado ya las líneas maestras de la primavera verano 2019) para después en los habituales números donde la moda cobra mayor protagonismo, ir valorando las colecciones y tendencias personales de los distintos creadores, que se han lanzado de lleno a los lamés y brillos para el próximo verano.
El día 6 de julio arrancó la jornada en varios puntos de la capital. La más madrugadora fue Pilar Dalbat que se presentó en la Casa Árabe de la Calle de Alcalá a las 10´30 de la mañana con una colección titulada “Zona norte”, en la que aborda el vínculo hispano-árabe buscando una fusión entre las dos culturas. Ha presentado grandes pamelas, muchos volantes escalonados, en general todo muy amplio y muy fluido con abundantes metalizados y fulgurantes tejidos dorados. Otros como Schlesser y Oteyza, que presentó su colección masculina “Raíces” con bailarines del Ballet Nacional de España, lo hicieron en otros escenarios importantes como son el Jardín botánico y el espacio Matadero, respectivamente.
Marcos Luengo
Agatha Ruiz de la Prada
Devota y Lomba
LA PASARELA MADRILEÑA EN EL CIRCUITO INTERNACIONAL
El sábado se abrieron los desfiles en el pabellón 14 de Ifema que –como otra novedad destacable- se iniciaron esta vez con los de Samsung Ego mostrando las creaciones de 7 jóvenes diseñadores emergentes y dieron un toque de atención muy claro hacia las fórmulas para promocionar nuevos valores.
La pasarela se llenó de alusiones a premios y ganadores. Iniciaron el programa Constanza+ lab, firma ganadora de la décima convocatoria del concurso “Innovation Project” en una colección que unía moda y tecnología con una bien dosificada mezcla de resultados muy creativos. Se entregó después el premio “Fashion Talent” de este año que recayó en la firma Outsiders Division. El final fue reservado al desfile de Adam Kost diseñador internacional de Praga.
Abrió el domingo el calendario de los grandes desfiles -objetivo principal de la prensa y compradores extranjeros- la colorista colección de Agatha Ruiz de la Prada que sigue con su tónica de prendas comerciales y de buen gusto sin renunciar a sus iconos: los corazones, las flores, pero hacia el final de la colección salió una vez más el genio creativo e incontrolable de Agatha con una serie de modelos espectaculares a base de vestidos-bola, faldas abullonadas, bombers, etc, todo con sus colores psicodélicos y lentejuelas a raudales.
Ailanto
Custo Barcelona
The 2nd Skin Co
Miguel Marinero
La Condesa
Jorge Vázquez
Roberto Torretta
Oteyza
Ion Fiz
Como nota novedosa en esta primera jornada de diseñadores consagrados podemos señalar la colección “Sabel” de Miguel Marinero que consolida su historia creativa de hace más de 40 años en peletería con sus textiles, por primera vez destinados a la temporada primavera-verano y empleando tejidos como lino, algodón, seda o glitter que se convierten en prendas icónicas de la firma con un estructurado corte y un estupendo patronaje.
El lunes se concentraron muchos de los “grandes” diseñadores: Roberto Torretta, The 2nd Skin, Devota y Lomba, Custo Barcelona o Roberto Verino con una elegante y comercial colección dentro de la filosofía “see now, buy now”, y cuyas prendas invernales ya están a la venta en su tienda. Torreta se inspiró en un icono de los años 70, Anita Pallenberg e hizo una colección moderna y elegante, con vestidos de seda y de piel, con guiños neohippys. El dúo de The 2nd Skin presentó, en medio de un jardín sobre la pasarela, una serie de románticas prendas en organza y seda, con importantes volúmenes en los hombros y escote, y estampados florales en tonos suaves. Modesto Lomba, como es habitual, propuso una colección sobria y minimalista, muy zen, con tonos crema, rosa suave y azules con volúmenes y tejidos rígidos. Custo Barcelona dio esta vez una imagen de batiburrillo en su colección, con tejidos, tonos, vestidos-camisetas y bañadores llenos de brillos y retales cosidos por doquier, en medio de una ensordecedora música.
LOS PROTAGONISTAS: TERESA HELBIG, OLIVA Y JORGE VAZQUEZ
Como informamos en Noticias, en el stand de Iberia de Cibelespacio se dio a conocer el ganador del concurso para confeccionar los nuevos uniformes para toda la plantilla de la línea aérea y que recayó en una feliz Teresa Helbig. También destacaron las exquisitas colecciones de Hannibal Laguna y Duyos. Éste se decantó por prendas rutilantes y muy bien trabajadas. Endesa le patrocinaba todo el juego de luces que había sobre la pasarela y que embellecieron el desfile. Laguna plantó unos cerezos en flor en la pasarela y con ellos de fondo sacó una sublime y suntuosa colección llena de gasas lilas, rosas, vainillas, verde claro, celeste, melocotón. Vestidos estilizados y volátiles que se enroscan al cuerpo con tops bordados en pailletes muy del gusto del diseñador. Dolores Cortes mostró una colección de trajes de baño de estampados geométricos, telas brillosas, volantitos y ligeros kaftanes. Otro de los hitos del día fue la colección de Oliva con prendas realizadas enteramente con tejidos reciclados, como canto a la sostenibilidad.
La última jornada de la Semana de la Moda otorgó los Premios L’Oréal, presentados por una guapísima Sara Carbonero vestida de Oliva, a Jorge Vázquez como Mejor Colección, a Afrodita Dorado, vestida de Marcos Luengo, como Mejor Modelo, y a Agatha Ruiz de la Prada –que recogió su hija Cósima- al mejor Beauty Look, premio que se concede por primera vez. Vázquez basó su colección en la serie “Los Ángeles de Charlie”, con prendas ligeras muy de los 70, pantalones campana, mangas grandes, volantes y frunces en los hombros con tejidos de motivos chinescos, tules y muselinas.
Marina Conde debutó en esta pasarela con su marca La Condesa, competiendo entre música con chapoteos y una original pasarela llena de burbujas, sus recuerdos infantiles en la piscina pública de sus abuelos donde se celebraban fiestas por las noches. Una colección con mucho color y mucho brillo, muy vital, llena de lentejuelas, con colores y tejidos suaves de lamé. Ailanto, fiel a su estilo, aunó lo vegetal con la figura de Lalique y el modernismo, con mujeres etéreas y estampados suaves de prímulas y cisnes con vestidos de frunces y volantes en gris ágata, aguamarina, rosa cuarzo y verdes. Menchén Tomás ofreció un homenaje a las mujeres cubanas de antes de la revolución, con una colección muy variada de vestidos blancos, lilas, rojos, blusas drapeadas y turbantes en la cabeza. Marcos Luengo, tan brillante como siempre, se inspiró en los tonos cambiantes y violáceos del mar al atardecer y sus ondas para crear efectos marinos en los vestidos, sastres pantalón y blusas lilas, azul hielo, celeste y plata. Del calzado se encargó Pedro Miralles.
Y por cierto, Ion Fiz, enfadado con la organización de la MBFWM, organizó aparte su propio desfile por todo lo alto con una colección que llamó “Boudoir”, acompañadla de su primera colección de joyas. El céntrico espacio de moda “Vintalogy” fue el escenario donde desfilaron sus diseños de aire rococó pero con una estética contemporánea, tomando elementos de los años 20 y 60 con un resultado muy original. Prendas de variada silueta creadas en organdí, satén, crepe, lino, seda, muselina y tul en rojo, marfil, verde agua, coral, negro con bordados en 3D.
Fotos: Getty Images y Rainer Torrado