DEL NEW LOOK A LA MODA ACTUAL

Siete décadas de la moda destacan la creatividad y el glamour de la Alta Costura en la fabulosa exposición del Museo de Arte de Filadelfia “Fabulous fashion: from Dior´s new look to now”. Comienza con el revolucionario new look de Christian Dior que cambió los cánones de la moda, y después de una época dominada por el influjo de la guerra con prendas de estilo militar y colores neutros, nos brindó una moda romántica y femenina con cinturas de avispa, chaquetas entalladas y ramos de muguet en la solapa. En el otro extremo del tiempo nos enseña también los audaces conjuntos del diseñador Bernhard Willhelm, dentro de las nuevas adquisiciones del museo, junto con otras muy significativas que conserva en sus fondos. La muestra permanecerá abierta hasta mediados de marzo.

Desde su fundación, como resultado del Centenario de Filadelfia de 1876, la colección de vestidos y textiles del Museo de Arte se ha convertido en una de las más grandes y completas del mundo. La actual se encuentra en la Galería de Exposiciones Especiales del primer piso y desde el principio se centra en la moda como una forma del arte contemporáneo demostrando su implacable espíritu creativo. 

Abre la exposición un dos piezas de satén rosa dentro del new look de Christian Dior del año 1948, que encarna el principio de una nueva década, junto con un traje de lana color fucsia con cuello de piel diseñado por el excéntrico John Galliano en 1998 que demuestran cómo cambió la moda en un periodo de 50 años. 

La muestra está dividida en cinco secciones “Forma y volumen”, “Adornos”, “Color y patrón”, “Metálicos y drapeados” y “Nupcial”. En la primera sección de “Forma y volumen”, que está en la sala principal, destaca un exquisito diseño de Pierre Cardin en negro, en la de Metálicos el impresionante vestido de Paco Rabanne de 1966 hecho con discos de plástico unidos por anillos de metal y el de Givenchy, plagado de lentejuelas. En el Nupcial se encuentran el traje de novia de Pierre Balmain de 1958 con damasco de seda, el de Carolina Herrera con rayas de oro y plata del 2012 y los zapatos y el tocado de boda de Grace Kelly. 

El vestido de novia de la princesa de Mónaco se guarda también en los fondos del museo –por algo la actriz era natural de Filadelfia- pero no se encuentra expuesto en estos momentos porque las piezas únicas se cuidan muy especialmente ya que los elementos textiles solo se pueden exhibir en periodos cortos debido a la luz y a otros inconvenientes de su conservación. 

Enumerar las piezas impactantes de la exposición sería una misión imposible dada la variedad y la calidad de la obra presentada pero podemos señalar algunas que merecen especialmente la atención: los trajes de estampados extravagantes de Emilio Pucci y de Issey Miyake de los años 50, el traje de Chanel en blanco y negro de los 70, los voluminosos vestidos de Jean Dessés, el modelo rojo de Balenciaga inspirado en el flamenco, los trajes de tul de Oscar de la Renta, los de Christian Lacroix de los 90 y los de Nina Ricci y Madame Gres… 

El objetivo de la exposición es enjuiciado así por Cristina Hangland, comisaria de la muestra y su principal organizadora: “Con tantos ejemplos maravillosos en esta colección del Museo los trabajos de exhibición se han seleccionado para complementarse entre sí y animar a los visitantes a establecer conexiones entre diferentes épocas, enfoques y estética”. Una verdadera lección de arte.