La exposición Vistiendo el Tiempo, recientemente inaugurada, presenta un repaso a los últimos 160 años de la historia de la moda y de la relojería de la mano de dos colecciones fundamentales, la del Museo del Traje en Madrid y la de la casa Tissot en Suiza. La muestra permanecerá abierta hasta el 24 de enero del 2016.
A través de ambas fuentes se pretende hacer un análisis de cómo la relojería ha sido capaz de reflejar en la muñeca los cambios que la moda estaba efectuando en nuestro cuerpo: 29 relojes (históricos y contemporáneos) llegados directamente desde el archivo de la firma en Suiza y 29 looks de los fondos del Museo del Traje componen esta muestra que repasa algunos hitos de la moda, entre los que destacan las creaciones de genios españoles clásicos como Mariano Fortuny, Paco Rabanne o Cristóbal Balenciaga, internacionales como Christian Dior, Elsa Schiaparelli o Jacques Fath, y maestros de la moda contemporánea como Karl Lagerfeld, Sybilla, Azzedine Alaïa o Thierry Mugler.
José Luis Díez es el comisario de la muestra que parangona con acierto la moda del vestir y los relojes, que igualmente forman parte de la indumentaria. En principio fueron los relojes de bolsillo con lindas leontinas para los hombres y relojes colgantes para las mujeres. Esto sucedió en 1853.
El reloj de pulsera no llegaría hasta 1911 tanto para hombre como para mujer. Triunfaron a partir de la I Guerra Mundial: si lo llevaban los militares, ¿por qué no los civiles? La mujer también se hizo protagonista del mismo reloj en su muñeca. Tras la II Guerra Mundial, Tissot lanza la campaña “Una mujer, tres relojes”, para cada situación del día. Modelos femeninos para la mujer que trabaja o que viste. El modelo Navigator fue el primer reloj de pulsera en la firma.
Años 60 y 70, del subrayado de la cintura de los 50 se pasa a destacar las piernas femeninas con la minifalda de la diseñadora británica Mary Quant. Entran nuevos materiales en la moda como el plástico y el metal. La princesa Gracia de Mónaco visitó con su esposo la fábrica Tissot en Suiza en 1960. La marca presenta unos años después el primer reloj mecánico junto a elementos de plástico, Astralon, 1971 y el Pinky. En 1974 le sigue el Argent Finlandés.
El reloj unisex aparece en 1988, con piezas como el Towtimer y el Soottsats. El deporte influye y manda en los 90. Tito Rabat, el campeón de moto español, es ahora el representante publicitario de Tissot. Se puede apreciar una foto de su indumentaria a la salida de la exposición. La tecnología táctil se impone de inmediato, y al Tissot Touch de 1999 le va a seguir más adelante el Expert Solar 2014.
Vestido y reloj se dan la mano paulatinamente en la historia, tanto en estética como en materiales, una confluencia muy interesante que refleja muy bien esta exposición del Museo del Traje.