ELIE SAAB, RUTILANTES VELADAS DE VERANO

Acaba de presentar su nueva colección de alta costura para el otoño-invierno 2015 en París. Una más de sus colecciones intemporales, de ensueño, con vestidos como de princesas de cuento de hadas, sólo accesible para unas pocas... Pero soñar es libre, y su estilo hiperfemenino y de trabajo minucioso, temporada a temporada, en el que las gasas, pedrerías, encajes y sedas son los protagonistas, dan un toque exclusivo a las fiestas y red carpets más glamourosas. Los vestidos de este artículo son sus propuestas de alta costura para el verano actual, otro alarde de maravillas.

El diseñador libanés adora los tonos suaves, el champán, vainillas, malvas, salmones claros… Pero en esta ocasión, además de estos, se ha atrevido con el morado, el añil, el celeste, el geranio y el rojo, el amarillo anaranjado e incluso con el multicolor en dregradé. Los tonos degradé se convierten en la revelación de la colección: un vestido negro que se transforma en blanco o en diversos tonos de azul intenso o rojizo. 

Siluetas fluidas siempre para los vestidos largos de baile, a veces de línea sirena sólo insinuada, otros sueltos o con volumen desde la cintura, con cuerpos drapeados tipo péplum y ajustados con escotes barco, en uve o palabra de honor. Y para los vestidos cortos, siluetas lady con cinturas ceñidas y faldas de vuelo o evasé con cancán. 

Propone sutiles transparencias y superposiciones, pero siempre dentro de la elegancia, que sugiere pero no enseña. Multitud de aplicaciones bordadas y de rutilante pedrería. Faldas de gran vuelo en mil hojas de gasa, tops de organza bordada en fils coupé, encajes y cascadas florales en tres dimensiones y pailletes que se derraman sobre la falda… Texturas refinadas y delicadas y líneas muy favorecedoras que hacen ligero y etéreo el vestido. 

Desfile sin complementos, que no tienen en la colección ninguna importancia, porque el vestido en sí ya es una joya y atrae toda la atención.