LA EDAD Y LA MODA

Al parecer vivimos en la sociedad del “todo vale”. En cualquier sitio se puede encontrar cualquier “look” llevado por cualquier género –hombre, mujer- de cualquier edad. Sí, cualquier modelito llevado por cualquier persona, porque recuerden queridas lectoras, la realidad siempre supera la ficción.

Esta mañana he venido al trabajo en coche con una amiga de 33 años, una universitaria de 20 y yo, otros treinta y algo. En el recorrido de esta mañana de neblina madrileña nos hemos encontrado a una señora de unos 50 años con shorts vaqueros celestes, tatuajes por todo el muslo, camisola de una gasa acrílica roja y, al parecer, llegaba tarde al trabajo en una clínica. “¡No puede ser verdad!”, me ha dicho mi compañera de 20 años. “Sí que lo es, ahí está, y sus amigas no le dicen nada”, he contestado yo. 

Esta imagen se repite, esta vez a la llegada a la universidad, y las protagonistas rondan los 20 y añaden a su look unas botas de media caña con tachuelas. Ahora soy yo la que dice “¡no puede ser verdad!”. Y sí, lo es, y sus padres, al parecer, no hacen nada efectivo al respecto.

Este tipo de situaciones dan pie a aclarar muchos conceptos. Primero, hay ropa de verano y ropa de invierno. Segundo, hay ropa para ir a la piscina y ropa para ir a una clase de universidad o al trabajo. Tercero, la misma prenda de vestir chirría más o menos según la edad de quien la lleva. 

Este artículo no pretende juzgar los modelitos, sino acercar al lector a la armonía. La armonía entre ser y parecer. Armonía entre tu interior y tu exterior. Créete que tu armonía interfiere, influye en la de otras personas. ¡Concienciémonos de que tenemos poder!, y capacidad de crear “conductas” en gente que por el mero hecho de haberse cruzado contigo ha podido percibir algo en ti que quiera para sí misma. 

Seamos valientes para reconocer que somos canales de comunicación de valores, estilos de vestimenta y comportamientos para otros. No solo las famosas por su capacidad de atracción mediática/pública son influyentes en la sociedad. Una madre, una ejecutiva, una profesora, una enfermera son también líderes de opinión e influencias vivas para la gente con la que interactúan a lo largo del día comenzando por su propia familia o personas con las que conviven en casa. 

¿Madonna? 57 años y su último look en los Grammy ha ocasionado en los medios de comunicación frases como: “intentando aparentar 40 años menos”, “no acertó con un diseño de aires toreros de Givenchy”, “desafió todas las reglas a su edad al seleccionar un traje de cuero”… ¿Jane Fonda? 77 años, y en la misma gala y vestida de Balmain con un mono ajustado únicamente ha recibido alabanzas. ¿El truco? Armonía. Armonía entre tu ser y tu imagen. Armonía entre quién eres y lo que transmites. Armonía interior. 

Hace unas semanas me invitaron a una conferencia de Enrique Loewe en la escuela de negocios IE –Instituto de Empresa. Hablaba sobre el lujo y la sociedad actual cuando dijo: “Ha llegado la época de empezar a ser y dejar de tener”. Esta frase me recordaba a lo que decía un santo del siglo XX: dejar de tener para llegar a ser. Céntrate en quién eres y para quién lo eres. Ahí está la respuesta. ¿Qué me pongo? ¿Para quién me visto? ¿Quién quiero ser? ¿Qué quiero decir al mundo? ¿Quién soy? 

Quien sea valiente, que se responda la verdad a sí misma.