LA PEREGRINA REAPARECE EN LONDRES

No es la primera vez que la famosa perla La Peregrina viaja y se exhibe, aunque parece que su destino es aparecer y desaparecer como los ojos del Guadiana. Esta vez se va a exponer en Londres a partir del 27 de junio en “Masterpiece”, feria de arte y antigüedades y en el Victoria&Albert a partir de septiembre.

El nombre de Peregrina no se debe a su historial viajero sino a su peculiar forma, como algo “raro, caprichoso o especial”. Considerada una de las gemas más valiosas de la historia de Europa, La Peregrina fue encontrada en el Archipiélago de Perlas de Panamá en el siglo XVI y pasó a manos del Rey Felipe ll que la regaló a su esposa la reina inglesa María Tudor, tal como puede apreciarse en el retrato de Antonio Moro que se conserva en el Museo del Prado. También Velázquez la incluyó en algunos de sus retratos.

Después de pasar ocho generaciones en España, José Bonaparte la usurpó junto con las demás joyas de los Borbones y fue a parar a manos del futuro Napoleón III. Ahí desapareció su rastro hasta que volvió a aparecer en 1917 cuando fue vendida por la joyería londinense R.G. Hermell y Sons a un multimillonario inglés.

En su recorrido continuo, La Peregrina volvió a Estados Unidos y en el año 1969 salió a subasta. La adquirió Richard Burton para regalarla a su esposa, Elisabeth Taylor, el día de su 37 cumpleaños. La actriz la conservó hasta su muerte y la lució en algunas de sus apariciones cinematográficas como la película “Ana de los mil días”. Cuando las joyas de la Taylor salieron a subasta en 2011, la Peregrina alcanzó los 9 millones de euros. La famosa perla había acumulado ya a su valor histórico, muy unido a España, el valor añadido de haber pertenecido a la actriz de los ojos violeta que fue una espléndida plataforma de lucimiento.