BALENCIAGA RECLAMA SIETE MILLONES A GUERSQUIERE

Parecía que la relación entre la firma Balenciaga y el diseñador Nicolás Guersquiere había acabado de una forma pacífica y amistosa pero… las cosas han cambiado. Nicolás, que figuraba al frente de la dirección creativa de la firma desde el año 1997, se marchó buscando nuevos horizontes y la casa fichó al diseñador Alexander Wang para cubrir su ausencia.

Ahora Balenciaga reclama a Nicolás siete millones de euros como compensación a unas declaraciones que hizo recientemente en una revista que no dejaban en muy buen lugar a la firma y que, según Kerning, su actual propietario, rompían el acuerdo de confidencialidad acordado por ambos. El diseñador tiene de plazo hasta el 15 de octubre para presentar su alegato. Al dejar la casa había recibido seis millones de indemnización –uno menos de los que ahora se le reclaman- y también otra cantidad importante por vender el 3% de la firma del que era propietario.

El “affaire” ha sorprendido al mundo de la moda ya que el diseñador, que entró en la “maison” con 25 años, había conseguido enderezar el rumbo de la firma que pasaba entonces por sus momentos más bajos, introduciendo nuevamente en la moda Balenciaga los temas españoles y resucitando viejas imágenes del maestro en clave moderna. La crítica había reconocido siempre su pericia para mezclar las referencias históricas de la casa con ideas futuristas y de hecho su intervención había significado una estabilidad que no se conocía desde la desaparición de Cristóbal Balenciaga. 

La ruptura está ya en manos de los juzgados, ¿cómo acabará? De momento, la guerra de millones está abierta.