LOS GOYA: LUCES Y SOMBRAS DE LA ALFOMBRA ROSA

Fue la noche del Cine Español, politiqueos aparte, pero no necesariamente de la Moda Española, que no lució demasiado. Los premios Goya se otorgaron, como cada año, en una larguísima gala que contó con numerosos rostros populares que pasearon su palmito por la alfombra rosa (esta vez por el patrocinio de una firma de calzado), con acierto unos, y otros con muy poco gusto o mal aconsejados. Pero ya que nuestros cineastas quieren que los españoles consumamos cine español, ¿no es mucho pedir que nuestros actores y actrices vistan moda española cuando se tercia una ocasión tan estupenda como ésta?

Desde muchos meses antes, los estilistas de los actores y actrices negocian con las casas de moda y patrocinadores ya que la “alfombra roja” es un principalísimo escaparate comercial y publicitario de los diseñadores, con la misma importancia, o casi más, que la propia ceremonia de entrega de premios. Luego, vendrán las pruebas y elección de los atuendos, complementos y, cómo no, peluquería y maquillaje, que es otro “backstage”… 

Y yendo al meollo, Dani Rovira, el simpático protagonista de “8 apellidos vascos”, ejerció de maestro de ceremonias vestido con un elegante smoking de terciopelo negro de Roberto Verino, además de llevarse un Goya al Mejor Actor Revelación. De los 17 premios que otorgaba la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, “La Isla Mínima” se llevó nada menos que 10, entre ellos los más importantes: mejor película, mejor director, mejor actriz revelación, mejor vestuario, etc, seguido de cerca por “8 apellidos vascos”. 

Y ahí estaba nuestra internacional Penélope Cruz que, tras años sin aparecer, acudió a la gala para acompañar a su mejor amiga, Goya Toledo, que no consiguió la ansiada estatuilla. Pe vestía un modelo palabra de honor azul noche con bordados en plata de Oscar de la Renta que, sinceramente, no le sentaba demasiado bien, la hacía gorda y su piel aparecía macilenta. 

Otro de los protagonistas de la noche, Antonio Banderas, que recibió el Premio Goya honorífico a su carrera, iba vestido con un impecable smoking de Ermenegildo Zegna. Nerea Barros, Mejor Actriz Revelación, acudió vestida con un traje de Oscar de la Renta en faya gris con aplicaciones de flores de tul plateadas, con falda fruncida y escote palabra de honor. Simplemente discreta pero no espectacular. 

Como mejor actriz por “Magical Girl”, Bárbara Lennie lució un elegante vestido fourreau con cola en seda hueso de Cavalli, con hombros bordados en pedrería. A su mismo premio aspiraban Macarena Gómez, María León y Elena Anaya. Ésta acudió con un vestido-abrigo de Sybilla, reciente Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, pero el traje, tanto el tono como el diseño, con un pronunciado escote hasta la cintura, le sentaba mal pues no le recogía el busto que se le desparramaba. Macarena Gómez, que estaba embarazada, no podía ir peor, embutida en un vestido de encaje rojo super ceñido de Lorenzo Caprile. Y María León tampoco acertó con un diseño de Fernando Claro en tono teja con drapeados y hombros bordados muy rectos que la hacia esquelética. Carmen Machi, que recogió su galardón por Mejor Actriz de Reparto por su papel en “8 apellidos vascos”, iba con un conjunto de vestido y abrigo de Nicolás Vaudelet de pronunciado escote en V y le sentaba bien. Goya Toledo, nominada en la misma categoría, iba con un vestido de Elie Saab en gasa azul noche con pedrería y efecto degradé bastante similar al de Penélope Cruz.

Destacaron por su elegancia Marta Hazas, de Jorge Vázquez, con un luminoso vestido marfil todo bordado y peinado años 50; Macarena García, con un romántico y juvenil vestido floreado en tonos verdosos de Blumarine; Marta Nieto, vestida por Ana Locking, con un tono turquesa muy favorecedor; y Úrsula Corberó, una de nuestras actrices de moda por su reciente papel en la serie “Isabel”, destacó por el precioso vestido de gasa bordada en rombos de Teresa Helbig que presentó hace muy pocos días en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. Clara Lago, protagonista de “8 apellidos vascos”, aunque no consiguió ningún premio, vistió una túnica de Ulises Mérida en tono ciruela y hombros asimétricos que la favorecía mucho. Dafne Fernández también estuvo bien aconsejada al elegir un precioso vestido lila de seda con cola y cuello halter profusamente bordado de la firma The 2nd Skin. Y Ana Belén, que siempre acude a estos saraos, iba la verdad bastante favorecida con un vestido de raso azul eléctrico de Tot-Hom. 

En cuanto a las peores, iban muy mal vestidas Massiel, que parecía una mesa camilla. Ana Alvarez, con un traje de Alex Vidal, con exageradísimo escote que haría difícil mirarla a la cara. Elena Furiase con un feo vestido metálico con escote corazón que le hacía gorda, y Blanca Suárez, con un aparatoso vestido púrpura de Zuhair Murad con el cuerpo transparente. 

Otra de las actrices de moda, Megan Montaner, iba casi de gótica embutida en un traje negro de encaje de Emilio Pucci, y Manuela Vellés, popular por su actual papel en la serie “Velvet”, con un ceñido vestido lencero de Elisabetta Franchi en lamé dorado que le marcaba toda la tripa. 

Entre los invitados más destacados acudieron Mª Ángeles González-Sinde, con un vaporoso vestido de tul plisado en gris humo; Hiba Abouk (“El príncipe”) con un fourreau rojo con escote palabra de honor de Nicolás Vaudelet, Juana Acosta (“Velvet”), con uno de los pocos trajes estampados que se vieron, de Carolina Herrera, y Cayetana Guillén Cuervo, muy guapa con un vestido blanco de hombros bordados. 

Las joyas y complementos tuvieron un lugar muy importante. Mucha de las invitadas calzaron zapatos de Lodi, firma patrocinadora. De Chopard, Carrera y Carrera, Piaget y Bulgari, principalmente, fueron los pendientes, brazaletes, sortijas y collares elegidos por las invitadas. 

La mayoría de los caballeros, fieles al protocolo, lucieron elegantes smokings de Pertegaz, Dior, Ermenegildo Zegna, Armani y Dolce&Gabanna. Pero los hubo que se contentaron con un traje y corbata y alguno se permitió la excentricidad de lucir smoking sin pajarota…

En cualquier caso, los Premios Goya -como dentro de unos días los Óscar de Hollywood-, los Bafta o los Grammy, resultan extraordinariamente rentables para las firmas de moda. Aunque cada cual puede lucir lo que le plazca, sería de agradecer que el apoyo a la Marca España se note también en estas galas que darán la vuelta al mundo en revistas y canales de televisión.