POLÉMICA SOBRE NIÑAS MODELO

El tema no es nuevo pero ha rebrotado con mayor intensidad a raíz de un suceso ocurrido en la reciente pasarela Barcelona 080. Todo surgió porque estaba contratada para desfilar Kristina Pimenova, la modelo de 10 años de edad que ya lleva 3 en estas lides y a la que se ha dado el asombroso título de “la niña más guapa del mundo”. 

Los organizadores habían pretendido que su precoz “maniquí estrella” fuera el reclamo de la firma de moda infantil Condor, pero la burocracia es capaz de estropearlo todo. Faltaba un papel, un dichoso documento para poder considerar que las cosas estaban en regla y ni la firma ni la organización del certamen quisieron exponerse. Kristina no desfiló y tuvo que situarse en la primera fila como mera espectadora. 

A partir de ahí resurgió con fuerza la controversia sobre si había que someter a niñas de edad tan corta al agotador trabajo que rodea el mundo de las modelos. Algunos han opinado que era un trabajo como tantos otros que los niños hacían en el cine y en el teatro. 

Una pedagoga del Centro de Pedagogía de Cataluña declaró que en su opinión los niños lo que deben hacer es “jugar, aprender y disfrutar”. En la misma línea “pedagógica” se ha dicho que los niños modelos pueden sentirse desarraigados viajando constantemente y presos de un horario inflexible o que pueden caer en una actitud tirana y egocéntrica cuando se habla demasiado de su belleza. 

También se han oído voces desde el sector moda y desde la experiencia familiar personal. Al ser interrogado sobre el tema el diseñador Custo Barcelona, contestó: “La excesiva precocidad no es buena. Entiendo una pasarela de niños. Pienso que pueden hacer de modelos en determinados momentos pero no como una actividad diaria. Yo tengo cinco hijos y todos han desfilado pero solo una vez y como si fueran a jugar al parque”.