FABULOSO LEGADO PARA EL MUSEO BALENCIAGA

En este mes de marzo se ha cumplido un año del fallecimiento de Bunny Mellon a la edad de 103 años. Esta longeva y acaudalada señora americana fue la mejor clienta de Balenciaga. Todas las temporadas viajaba a París para encargar sus modelos a veces por duplicado o triplicado para no tener que llevarlos al tinte.

A su muerte, legó al Museo Balenciaga de Getaria 400 modelos de su extensa colección almacenada en su larga vida, un verdadero tesoro, y la institución ha decidido premiar este gesto exhibiendo en el Museo parte del legado en una exposición programada para el mes de abril. 

El modisto Hubert de Givenchy, gran amigo de Balenciaga, que también diseñó algunos modelos para Bunny, ha gestionado todo lo referente a la muestra que seguramente no será la última, dado el gran número de trajes y accesorios donados por la excéntrica millonaria.

Esta noticia ha despertado también la curiosidad sobre la vida y personalidad de Bunny Mellon. Se sabe que era la hija mayor del presidente de Gillette y que además de su afición por la moda era una gran aficionada al arte, a la decoración y a las antigüedades. 

Pero su conocimiento, a nivel más popular, se debe sobre todo a sus años de gran amistad con Jackie Kennedy quien le encargó la decoración del jardín de la Casa Blanca y a quien Bunny acompañaba en muchas ocasiones a eventos y celebraciones.