RODARTE: COMO UN JARDÍN EN FLOR
COLECCIONES, Mayo 2018¡Qué apropiada colección para el mes de mayo! La firma norteamericana fundada por las hermanas Kate y Laura Mulleavy en 2005, que ha presentado esta colección en la Semana de la Moda de París en lugar de en Nueva York, hicieron pública su propuesta de primavera-verano en el impresionante jardín de una antigua abadía, reforzada por la puesta en escena con todo un despliegue de peonías, mimosas, margaritas, rosas, jazmines que incluso llevaban encima las modelos… Un espectáculo de luz y color que alegraba la vista y despertaba los sentidos con un aire de optimismo.
Un Rodarte de romanticismo a raudales, donde los vaporosos vestidos hacían una perfecta simbiosis con el jardín, luciendo las modelos coronas florales y complementos a juego realizados con hierbas, flores silvestres y guirnaldas vegetales.
Los tonos que mandaban, como cada primavera, son los pasteles, si bien la marca proponía también algunos vestidos negros y estampados con fondos oscuros que en nada desdecían del alegre cortejo: mucho blanco, vainilla, rosa muy suave, lila, malva, coral… Los vestidos de gasa estampada también en flores reproducían el jardín, y algunos de ellos, los blancos, podían incluso servir como romántico traje de novia.
RODARTE: COMO UN JARDÍN EN FLOR
Las líneas y aderezos no podían ser más dulzones: vestidos largos y estilizados con tejidos etéreos de plumetti, con muchos volantes tanto en las faldas como en los escotes y mangas, drapeados y superposiciones, bastantes transparencias (algo exageradas), bordados florales, encajes e, incluso, plumas.
Otra línea muy diferente de la colección lo constituyeron conjuntos de cazadora y pantalones anchos de piel con aplicaciones de tachuelas en playa y oro, tanto en negro como en blanco, y con detalles acolchados. En la misma línea van unos conjuntos de top y falda de piel con volantes irregulares, y en la transición conjuntados las faldas y pantalones de aire cañero con tops de gasa.
El calzado estuvo peor escogido: salvo algunas sandalias de tacón, las botas invernales de caña alta y botines de cuero contradecían bastante el espíritu de la colección.