LA BODA DEL AÑO DESVELA SUS SECRETOS

A partir de su enlace el príncipe Harry y la actriz Meghan Markle son ya los Duques de Sussex, el título que la Reina Isabel les otorgó solo unas horas antes de la ceremonia. Y se han desvelado ya los secretos alrededor de la ceremonia nupcial regia, sobre todo uno de los más esperados: el traje de la novia. Todas las especulaciones y apuestas han caído porque los nombres por los que se apostaba no han dado en el clavo. La firma elegida por la novia ha sido la de Givenchy Alta Costura, a través de su actual directora creativa Claire Waight, que tomó posesión del cargo en marzo del año pasado. 

Cuando la novia salió de Cliveden House, donde pasó la noche anterior a su boda, para dirigirse a la capilla de San Jorge acompañada de su madre, Doris Ranglan, se han conocido todos los detalles del traje nupcial, de una gran elegancia y sencillez. Vestido de seda blanca, escote barco, línea recta y estilizada, manga francesa, con una cola de 5 metros de largo. El velo tenía esta misma longitud. Ausencia total de adornos. Solamente el velo de tul estaba bordeado con una reproducción sobre organza de las flores de los 53 países de la Commonwealth. 

Los zapatos a juego eran también de Givenchy. Tampoco se acertaron las quinielas sobre la tiara, que apuntaban a una diadema que era la preferida de Lady Di. La novia lució la tiara de diamantes Feligree, que perteneció a la Reina María, abuela de Isabel ll y madre de Jorge VI y que el peinado de moño bajo dejaba totalmente al descubierto. La pulsera y los pendientes eran creación de Cartier. Llevaba también su anillo de pedida que perteneció a Diana de Gales. 

El Príncipe Harry llevaba el uniforme de gala del ejército del aire británico pero no lució en su pecho la banda azul como hiciera su hermano el príncipe Guillermo en su boda, porque no pertenece a la Jarretera, pero sí llevaba guantes blancos y el sombrero distintivo de la caballería del ejército. Esperó a su novia en el presbiterio de la capilla de San Jorge, la misma donde fue bautizado. La novia entró sola hasta que el príncipe Carlos, que actuaba de padrino, la recogió al pie del altar. Cuando llegó el Príncipe Harry la sorprendió con este halagador comentario: “You look in amazing”… Según marca el protocolo la última en llegar fue la Reina que vestía de color verde pálido. 

Durante la ceremonia el coro interpretó “Stand my be”. Una hermana de Lady Diana se encargó de las lecturas y al terminar sonaron las notas del Himno británico. Los invitados vistieron como manda el protocolo y las pamelas tuvieron un gran protagonismo. Era azul marino la de Victoria Beckam, amarilla la de Amal Clooney. La madre de la novia coincidió en el color verde mar de su traje con la Reina y Camila Parker se envolvió en un look completamente rosa. 

Los novios dieron sus primeros pasos como marido y mujer por las calles de Windsor, pequeña ciudad muy cerca de Londres, en un Rolls Royce descapotable, en un recorrido que duró una media hora y en la que fueron aclamados por los más de 100.000 personas que acudieron a presenciar el evento a lo vivo y fotografiados por los más de 5.000 periodistas que estuvieron a pie firme para informar de la boda real. Al terminar, los invitados pasaron al Castillo de Windsor para el banquete de bodas con expresa invitación de la Reina Isabel. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.