CUSTO BARCELONA: MODA EN FAMILIA

La Semana de la moda de Nueva York ha contado con un solo representante de la moda española que nos ha mostrado su colección “Aftersun” con una gran profusión de tejidos experimentables, telas metalizadas y destellos dorados. Entre las modelos que pasaron el dinámico y colorista desfile de Custo Barcelona estaban sus dos hijas mayores: Carlota y Montana, que ya han desfilado en otras ocasiones para la firma de su padre, y en el front row de Pier 59 de Nueva York, aplaudiendo entusiasmados, su mujer Eva, su hija tercera Morena y sus dos hijos pequeños Vasco y Remo. 

La familia es para Custo una base importante que contribuye a su éxito en la moda: “El tiempo libre es para mis hijos -dice- viajo mucho pero trato de acortar siempre que puedo mi tiempo fuera de casa para estar con ellos”. La faceta familiar forma parte de la personalidad de este diseñador trabajador, creativo que no concibe un verano sin su familia y el mar y que cuando su trabajo se lo permite acompaña personalmente a sus hijos pequeños al colegio. 

Sus comienzos en la moda tuvieron también una faceta familiar. Nació en Tremp, provincia de Lérida, pero desde muy joven ha residido en Barcelona. Tras un viaje en moto por las carreteras de Estados Unidos junto con su hermano David decidió dedicarse al diseño de camisetas en unos momentos en que la fiebre de las camisetas no había llegado todavía a España. En 1980 fundó junto con su hermano David la marca Custo Line con dibujos coloristas y motivos tropicales. Iniciaron al principio una colaboración con la marca Meyba pero después arrancaron con su propia marca en 1997.

La firma, que fue primero Custo Dalmau, se convirtió después en Custo Barcelona. Desde entonces han encontrado en Estados Unidos su principal mercado. Aunque las camisetas han sido siempre su producto “estrella”, Custo, el diseñador creativo de la marca, pronto se metió en los derroteros de una línea completa de moda que le ha dado renombre internacional la única que ha mostrado el perfil de la moda española en la Fashion Week de Nueva York. Está claro que el binomio moda-familia funciona estupendamente.