LA BODA DEL AÑO: RAFA NADAL Y MERY PERELLÓ

Estaba muy claro que no querían que su boda tuviera el más mínimo aire de un show. Pero la enorme popularidad del mejor tenista del mundo acaparó la atención de la gente cuando se supo que iba a contraer matrimonio con su novia desde hacía 14 años. Y empezaron las cábalas y las preguntas. ¿Dónde será la boda? ¿En qué fecha? ¿Qué sacerdote oficiará la ceremonia? ¿Cómo será el traje de la novia? ¿Qué diseñador ha escogido el novio? Por fin se resolvieron todas las preguntas dentro de una boda blindada y sin resquicios para el sensacionalismo… 

El día 19 de octubre fue la llamada ya “boda del año” y se celebró en un enclave maravilloso pero inaccesible: la Fortaleza de Albercutx, un castillo del siglo XVII en la Bahía de Pollensa, muy cerca del cabo Formentor. La primera “filtración” , ésta sin muchos problemas, fue el traje de la novia, realizado por Rosa Clará en su taller de Alta Costura, un modelo con escote a la caja, manga larga, con el cuerpo de encaje francés bordado a mano con pedrería incrustada con motivos gráficos y florales, inspirado en el “art decó”. Falda evasé en crep de seda natural, una sobrecola desmontable y velo de tul. El novio llevó un chaqué realizado por la firma italiana Brunello Cucinelli en color gris, de acuerdo con el protocolo que así lo aconseja para las boda de día. 

La ceremonia de la boda se celebró en el castillo, previo permiso eclesiástico solicitado por los novios. Empezó a la una del mediodía. Los padrinos fueron Ana María Parera –madre del novio- y Bernat Perelló, padre de la novia. El “sí quiero” fue la feliz culminación de esta bonita historia de amor tal como señaló el sacerdote celebrante, Tomeu Catalá, fundador del Proyecto Hombre en Baleares, muy amigo de la pareja, que tuvo para Rafa y Mery palabras de aliento y esperanza para este futuro en común que empezaban como matrimonio. 

Alrededor de 350 invitados, entre los que estaban los Reyes Juan Carlos y Sofía, muy amigos de Nadal, asistieron a la boda que se prolongó después en un ágape servido por el Restaurante Tatel, del que Rafa es socio, y en el que brilló la maestría de sus chefs Maca de Castro y Santi Taura, culminando con una fiesta hasta altas horas de la noche. Para esta ocasión, Mery lució un traje con escote halter también de Rosa Clará. 

Poco tiempo de descanso tendrán los novios después de la boda. El 28 de octubre, Nadal regresará a la competición del master 1000 de París en el que, independientemente del resultado, se volverá a coronar como el mejor del mundo. Como siempre, Mery estará a su lado presenciando sus triunfos pero con la alegría de haber culminado este amor que se ha mantenido sin fisuras durante 14 largos años.