LORENZO CAPRILE, VOLUNTARIO DE LA CRUZ ROJA

El diseñador de muchos de los mejores trajes de novia que se confeccionan en España, Lorenzo Caprile, nos sorprende a menudo con nuevas actividades. Además de sus diseños, le vemos como jurado en televisión, confeccionando un manto para la Virgen de la Luz y participando en actividades culturales relacionadas con la moda. 

Su carácter activo y su responsabilidad y buen corazón no le dejan parar. Ahora está involucrado desde los primeros momentos en la ayuda a los más desfavorecidos -que el dichoso Covid-19 ha multiplicado- llevándoles comida y medicinas a sus casas como voluntario de la Cruz Roja. 

Coincidió en el programa de televisión de Julia Otero con un directivo de Cruz Roja que le propuso su colaboración y Lorenzo aceptó y empezó a desarrollar repartos domiciliarios de 2 a 4 días a la semana en el barrio de Cuatro Caminos, después de recoger los respectivos lotes en las farmacias y supermercados. Se encarga de llevarlos a personas situadas en el umbral de la pobreza, que de la noche a la mañana se han quedado sin medios para subsistir entre los rigores de la pandemia. “Toca poner un granito de arena -dice Caprile- y estoy haciendo lo que me mandan”. 

Otra de sus incursiones como voluntario ha sido en el Hostal Far Home, destinado a personas sin techo. Hace poco tuvo la suerte de participar en servirles una merienda “con las mejores torrijas de Madrid”. A pesar de sus tareas de voluntario, Lorenzo ha vivido el confinamiento de estas últimas semanas como está mandado. 

Aunque tiene su taller de costura en la calle Claudio Coello desde hace doce años, vive en la habitación de un hotel del barrio de Chamberí donde se ha quedado este tiempo porque es su residencia habitual, su verdadera casa. Aunque cambien las circunstancias piensa seguir con sus tareas humanitarias después de la difícil temporada que atravesamos. “Ser voluntario es una tarea que engancha -dice- trataré sacar tiempo de donde sea”.