CARLOTA CASIRAGHI, NUEVA MUSA DE CHANEL

A partir del 1 de enero la casa Chanel tiene como embajadora y portavoz de la firma a Carlota Casiraghi, la hija de la Princesa Carolina de Mónaco que, al igual que su madre, ha sido siempre un icono de elegancia y estilo. Al dar esta noticia, la casa Chanel recordó que esta colaboración sella “una larga relación de confianza y amistad”. 

Se había hecho ya habitual que en los grandes eventos monegascos figurase Karl Lagerfeld y la Princesas Carolina y después también Carlota lucían en estas ocasiones los ultimísimos modelos de su gran amigo el creador alemán. El Baile de la Rosa es uno de estos eventos más populares en los que no faltaban nunca los modelos Chanel. Carlota es además desde ahora, no solo la imagen de la Casa, sino que será también la protagonista de la campaña primavera-verano que será fotografiada en Mónaco, en “La Vigie”, la antigua casa de Lagerfeld llamada “El mirador de Mónaco” donde éste pasaba algunas temporadas de descanso. 

En la vida de Carlota se han entremezclado siempre la afición y el glamour de la moda con la pasión por la literatura y la filosofía, y esta faceta la desarrollará también ahora participando en una serie de proyectos literarios y culturales -al estilo de los salones literarios que organizaba Gabrielle Chanel- que tendrán lugar en la Rue Cambon. Parece ser que el primero será a finales de este mes de enero para seguir celebrándose mensualmente. 

Carlota nació en el Principado de Mónaco y cuando tenía sólo 4 años falleció su padre Stefano Casiraghi en un accidente durante el campeonato mundial de off-shore. Con su madre y sus dos hermanos estuvo viviendo en Saint Remy en La Provenza pero en 1992 regresaron a Mónaco. Estudió después en el Liceo francés de Fontainebleau y cursó Filosofía en la Universidad de París. 

Siempre se ha mostrado una gran aficionada a los debates y conferencias filosóficos que ha organizado personalmente en varias ocasiones en el Principado, y también ha acudido a los que se celebraban en otros lugares. El verano pasado causó gran expectación su participación en unas jornadas filosóficas en Segovia aunque su intervención no pasó de los 10 minutos y se marchó rápidamente en un coche con los cristales tintados. 

La “prensa rosa” había dado siempre noticias de los distintos romances de Carlota hasta que se casó en el 2018 con Dimitri Rassam, director de cine. En la boda religiosa, que se celebró en la abadía de Sainte Marie de Pierredon en la Provence, lució -¿cómo no?- un vestido nupcial firmado por Chanel.