CHANEL Y PICASSO, EN EL THYSSEN
CULTURA, Noviembre 2022Modelo de Chanel años 20
Picasso
El Museo Thyssen-Bornemisza ha inaugurado recientemente una exposición sobre Pablo Picasso y Gabrielle Chanel con la colaboración del Museo Nacional Picasso-París. Ambos genios –uno de la pintura y la otra de la moda- colaboraron profesionalmente en dos ocasiones con el artista y director Jean Cocteau. La comisaria de la muestra, Paula Luengo, ha montado esta exposición para explorar la relación de estos dos grandes creadores del siglo XX, volviendo a reunir arte y moda en un nuevo proyecto cultural. Estará abierta al público hasta el 15 de enero de 2023.
El polifacético artista francés Jean Cocteau decía que “Chanel es a la moda lo que Picasso es a la pintura”, por tanto se han estudiado esos momentos en los que colaboraron juntos. Se exponen una variada selección de pinturas al óleo, dibujos, vestidos, fotografías y toda otra clase de piezas de distinta naturaleza, piezas procedentes de fondos tanto americanos como europeos de distintos museos y colecciones privadas, que permiten bucear entre los universos creativos y atemporales que construyeron Picasso y Chanel, y de los que se sirvieron para terminar consagrándose, de un lado, como los máximos exponentes de su tiempo en sus respectivas áreas artísticas.
Desde el museo madrileño se dice que “la ruptura que produce la representación de la realidad a partir de valores no visuales de las vanguardias artísticas de Picasso, resulta equiparable al cambio que Chanel introduce en la forma de vestir”. Un ámbito que empuja hacia la modernidad, mediante “un nuevo estilo que va más allá de una transformación formal en la moda femenina, ya que supuso un cambio de registro en los códigos de representación de la imagen indumentaria” y para la alta costura.
Cubismo
Chanel
Picasso
CHANEL Y PICASSO, EN EL THYSSEN
La muestra se organiza en cuatro grandes secciones que se suceden en orden cronológico y que abarcan, aproximadamente, la década entre 1915 y 1925. El estilo Chanel y el Cubismo presenta la influencia de este movimiento en las creaciones de Chanel: el lenguaje geométrico y la reducción cromática cubista del collage se traducen en trajes de líneas rectas y angulosas, en los colores blanco, negro y beige. Las piezas se caracterizan por una silueta vertical sin rastro de detalles ni de adornos superfluos, en una acción con la que Chanel llegaba a considerar el vestido como un lienzo puro y plano sobre el que terminar disponiendo los detalles, como collares, pulsares, broches o pañuelos, que terminaban por completar su atractivo y de asimilar el look a una suerte de composición plástica. Todo, mientras se establecían igualmente una suma de nexos con el nuevo lenguaje cubista, como su predilección por materiales “pobres” y hasta entonces de poco valor para la moda, como ese tejido de tweed que aún a día de hoy sigue siendo sinónimo de la propia casa Chanel.
Olga Picasso, el segundo capítulo, está dedicado a los numerosos y bellos retratos que Picasso realizó de su primera mujer, la bailarina rusa Olga Khokhlova, devota clienta de Chanel. Según el célebre músico Ígor Stravinski, Olga poseía una amplia variedad de vestidos de Chanel, en lo que a lo largo de esta exposición se tratará de reflejar mediante algunos de los retratos que Picasso realizaría de Olga junto a algunas piezas seleccionadas de Chanel de la época.
Chanel
Picasso
Chanel
El tercer capítulo, Antígona, adaptación moderna de la obra de Sófocles realizada por Cocteau, en la que colaboraron juntos Chanel y Picasso. Se estrenó en París en 1922, con decorados y máscaras de Picasso y vestuario inspirado en la Grecia clásica de Chanel. La modista también creó una diadema de orfebrería en piedras semipreciosas, que se considera como la primera joya que realizó Chanel. Las piezas de vestuario se muestran junto a obras de Picasso de su periodo neoclasicista, como “Tres mujeres en la fuente” (1921), “Mujer sentada” (1921) o “Las Tres Gracias” (1923).
Por último, Le Train Bleu es el título del cuarto apartado y del ballet producido por Diághilev en 1924, con libreto de Cocteau, inspirado en el deporte y la moda de baño. El pintor malagueño se encargó de la imagen para el telón de la obra con “Dos mujeres corriendo por la playa”, e ilustró el programa de mano, mientras que Chanel creó los trajes para los bailarines inspirados en modelos deportivos diseñados para ella misma y para sus clientes. Esta fue la segunda y última colaboración de ambos genios. En esta sección se muestran los diseños que creó la casa Chanel para la representación de la ópera en 1992 junto a obras pictóricas de Picasso de los años 20 con la temática de sol y playa.