AGATHA RUIZ DE LA PRADA: “HE TENIDO UNA SUERTE QUE ES LA PERA LIMONERA”

Encontrar a Ágatha Ruiz de la Prada en su estudio de la calle Ortega y Gasset es toda una suerte porque esta mujer, ¡no para! Y poder entrevistarla cara a cara es todavía una mayor fortuna. Cuando Ágatha aterriza en Madrid un par de días, su agenda empieza a llenarse de reuniones, encuentros, presentaciones, actos sociales... ¡una locura! Claro que para tener el éxito que tiene esta diseñadora, hay que ser como es ella: vital, hiperactiva, sincera, creativa y, sobre todo, muy, muy trabajadora. Asmoda te introduce en el reino de nuestra diseñadora más internacional y controvertida para descubrirte su apasionante personalidad.

Algo que me llama la atención en usted es el atrevimiento con el que ha ignorado algunas máximas estéticas como “menos es más” o “el negro es el color de la elegancia”. ¿Cuáles son entonces sus postulados, las máximas por las que se rige en su labor creativa?
En mi labor creativa, yo soy así. Hago las cosas que creo que tengo que hacer y que son parte de mi personalidad. Mi diseño es muy personal, no tiene ninguna explicación. ¿Por qué hago un corazón? No lo sé. Hay cosas: el color, la relación con el arte contemporáneo... En cuanto a lo que decías de que he roto con lo de “menos es más”, yo soy cero barroca, soy una persona súper minimalista, lo que pasa es que tengo un minimalismo distinto.

Ha roto usted esquemas en el mundo del marketing: fue la primera diseñadora española en crear un concepto global de su marca, tiene alrededor de 70 contratos de licencias para explotar sus diseños, e incluso ha hecho de sí misma su imagen de marca. ¿Cuál es el secreto para aunar arte y negocio? ¿Tenía usted una estrategia empresarial o simplemente le ha sonreído la suerte?
Cero, aquí no hay ninguna estrategia. Fue un poco por casualidad, pero de estrategia cero.

Así que, ¿cuándo le llamó El Corte Inglés, llamó la suerte a su puerta?
El Corte Inglés ha cambiado mi vida. Nadie me ha ayudado más en la vida que ellos. Ha sido una varita mágica conmigo y estoy súper, súper, súper, súper, súper agradecida.

Además de los contratos de licencias, es usted noticia por las retrospectivas de sus colecciones, la organización de desfiles en Albania o Rumanía, la presentación de sus meninas en México y Nueva York, el diseño de unas Bandanas Solidarias contra el cáncer de mama, la iluminación de las calle de Madrid, el diseño de un parque en el municipio coruñés de Neda... ¿si te paras, estás muerto?
Sí. Yo tengo un éxito bastante grande y en un momento de crisis como el que estamos ahora no te puedes parar. Primero, porque te mueres de aburrimiento, y más si estás acostumbrada a hacer millones de cosas… me encantaría poder hacer varias cosas a la vez y me fastidio muchos días porque no controlas.

¿Qué expectativas tienen sobre el desembarco de la firma en China?
Justo es uno de los proyectos que ahora mismo tengo parado con la crisis. En China me falta la persona adecuada o el momento adecuado. He invertido ahí un dinero durante dos años, pero dicen que una retirada a tiempo es una victoria. No es el momento en que yo tenga el equipo que debería tener.

¿Por qué cree usted que ha sido durante años más reconocida fuera que dentro de España?
Bueno, en todos sitios hay gente a la que le gusta mucho lo mío y gente a la que no le gusta nada. Al principio mi mensaje era muy difícil y yo quería que lo fuera, o sea que estoy contenta. Cuando haces un trabajo difícil es normal que no le guste a todo el mundo. Pero la verdad es que no me puedo quejar, ¡he tenido una suerte que es la pera limonera! En la vida hay que tener problemas. Si lo tuyo le gusta a todo el mundo, pareces la tontita de turno.

¿De dónde saca la fuerza creativa? ¿Nunca se le acaban las ideas?

Tengo mucha fuerza creativa, pero también tengo la suerte de que poco a poco me voy rodeando de un equipo de gente que te alimenta mucho esa fuerza. En este estudio hay mucho pasaje de gente y nos ayudamos unos a otros.

Entonces tener un equipo detrás es…
(No me deja siquiera terminar la frase) Fundamental. Una cosa que me encanta de mi trabajo es que es un trabajo de equipo. En el fondo lo único que yo hago es dirigir el equipo y eso es entretenidísimo, muy divertido. 

Su obra está profundamente influenciada por el arte contemporáneo: por Miró, por Chillida, por Warhol, por la abstracción americana o incluso por el surrealismo y por Kandinsky -según opina Dolors Massot, autora de una reciente biografía sobre Ágatha- pero, ¿piensa usted que la moda puede llegar a ser considerada un arte?
Cada día hay más exposiciones de moda en museos. Ahora vas al Metropolitan de Nueva York y siempre hay una retrospectiva o una exposición de moda. Muchos museos están haciéndose museos de moda, hay muchos artistas que se basan en el vestido, hay muchas más mujeres artistas gracias a Dios, se reflexiona mucho sobre lo que te pones y creo que cada día el mundo de la moda está más cerca del mundo del arte.

¿Qué es lo que le ha permitido estar por encima de las tendencias que se imponen en cada temporada?
Yo soy bastante independiente, soy una persona muy libre. Tampoco sabía muy bien como eran las tendencias. Nunca me he entendido muy bien con el tema de qué son las tendencias y he tenido la suerte o la desgracia de tener una personalidad muy marcada. Lo principal para mí desde pequeñita ha sido hacer lo que me da la gana y le he cogido una costumbre tremenda a hacer lo que me da la gana. Y ya no sé funcionar de otra manera. Además, no me molesta nada llevar la contraria a los demás. 

Pertenece usted a la Asociación de Creadores de Moda de España, ¿cuál es su valoración de la moda española en el momento actual?
La moda española está en un momento buenísimo, el mejor momento de su historia y ojalá que no nos tumbe la ola de la crisis. Hay una cosa muy bonita y es que nos estamos haciendo muy amigos unos de otros. Por ejemplo, yo a Elio Bernhayer le quiero muchísimo y me considero muy amiga de Modesto y de muchos otros. En cambio, en otros países se sacan la piel. Encuentro que se está creando un ambiente muy bueno en la moda española. Venderemos o no venderemos, pero estamos tan a gusto.

Déjeme traer a colación la palabra más escuchada en los últimos meses: crisis. Por declaraciones que he leído, lo suyo parece ser al mal tiempo, buena cara. ¿Cuáles son sus motivos para ser optimista?
Esto de la crisis, que es una calamidad, tiene la parte buena de que vuelves a ser como en tus principios. Yo me encuentro como mucho más joven. La única receta que encuentro contra la crisis es trabajar el triple. Estoy como al principio y como a mí me encantaban mis principios y era bastante feliz… ¡además no tienes que hablar de expansiones! Sólo de la supervivencia y eso es mucho más relajante.

He leído una definición de su estilo que me ha gustado. Decía “la ropa feliz”. ¿Se siente identificada con esta descripción?
En la vida puedes intentar ser feliz o ser desgraciado. Hay gente que es riquísima, que tiene de todo y es desgraciadísima, y hay gente que tiene muy poquito y está siempre feliz. Creo que debe ser genético. Algún día se descubrirá porque es como una medicina de la felicidad.
Yo, por ejemplo, tenía una abuela que era súper positiva y súper optimista, y he tenido otra gente de mi familia que ha sido muy negativa y han sufrido mucho. Yo me di cuenta y me dije: “oye, me parece que este equipo es mejor que el otro” y me apunté al equipo de lo positivo y de lo feliz.
Por supuesto, por muy feliz que intente ser uno, siempre pasan cosas malas, pero lo importante es como afrontar las cosas malas. Yo soy del equipo de los positivos, no por nada, sino por egoísmo.