GIAMBATTISTA VALLI: DUALISMO CROMÁTICO

El joven diseñador italiano Giambattista Valli, cuyo caché está subiendo como la espuma, sabe jugar con las dicotomías y las ha aplicado a placer en su última colección invernal prêt à-porter. No ha ideado una propuesta para un solo tipo de mujer sino que ha sabido moverse en la heterogeneidad, en el minimalismo y en el barroquismo al mismo tiempo; en el día y en la noche de forma opuesta y con sugerencias elegantes y punteras.

Valli ha partido de cero. Admirador de Yves Saint Laurent –cuyos diseños le influyeron notablemente en su modo de ver la silueta femenina-, fue primero relaciones públicas y organizador de desfiles de moda. De este modo, conoció a Roberto Capucci quien le contrató para formar parte de su equipo de diseñadores. Más adelante, en 1997, fue director artístico de Ungaró. En marzo de 2005 presentó en París su primera colección prêt à-porter y en julio de 2011 la de alta costura.

Giambattista Valli crea sus modelos a partir de exquisitas líneas sobrias y moldea las telas como si fuesen esculturas, con telas lujosas y cortes impecables. Es uno de los diseñadores favoritos de Victoria Beckham y no hace mucho el italiano realizó el vestido de novia de Laura Vecino, esposa de Rafael Medina Abascal, duque de Feria. A la lista de clientas famosas se suman la elegante Naty Abascal, la princesa Rania de Jordania y las actrices Charlize Theron y Sarah Jessica Parker.

En su última colección inveral, el gris, con pinceladas de color, ha sido el tono protagonista de esta colección. Para el día propone la dualidad de tonos, que es tendencia: la del blanco/negro, del negro/amarillo y del gris/rojo. Ha empleado el gris en todas sus gamas, desde el perlado, el piedra, hasta el gris antracita, con luminosos toques de rojo y amarillo. También le encanta usar el blanco en total look.

Siluetas rectas

Los vestidos y abrigos son simples, de línea recta, sin vuelos, por encima de la rodilla y con hombros marcados. Solamente se permite adornar las faldas con grandes volantes guateados o con aplicaciones asimétricas. Las blusas y chaquetas, lo mismo: de líneas rectas, con mangas rectas y cuello a la caja. Los pantalones los usa como un complemento fondo de armario, sin mucho protagonismo, y los prefiere pitillo, ¿quién dijo que iban a desaparecer?

Abrigos cortos

Vestidos y muchos abrigos cortos con cuello a la caja. Trajes de chaqueta con falda recta y con el cuerpo en contraste en cuanto al color: chaqueta negra, falda en amarillo limón, algún estampado de flores invernales en gris y rojo apagado, y abrigos de piel de pelo bicolor en blanco y negro muy llamativos.

Volumen para la noche

Pensando en las fechas que se avecinan, los diseños son completamente distintos para la noche. Pese a adivinarse el minimalismo del día, introduce tejidos ricos y siluetas más glamourosas. Mete más el color. Presentó dos vestidos de baile espectaculares en rojo vivo y negro, uno con cuerpo ajustado, escote a la caja y hombreras, y el otro con escote palabra de honor. Ambos en satén y con faldas de mucho vuelto a base de capas de tul de seda en plumeti. Para coctel, usa también el terciopelo devoré, el lamé, el crepe y el satén en trajes de chaqueta con aplicaciones de lentejuelas y pedrería en el mismo tono, mezclas de tonos rosa y rojo o amarillo. 

Otros modelos con los que Valli triunfó en París por su gran elegancia fueron los conjuntos de blusa o chaqueta con falda larga y recta fruncida en la cintura para dar volumen, de tejidos gruesos de brillos metálicos en plata y oro viejo.