ELIO BERHANYER : LA PASION POR LA COSTURA
ENTREVISTA, diciembre 2006

Este mes vamos a conocer un poco mejor a Elio Berhanyer, quien protagonizó los mejores momentos de la Alta Costura española con proyección internacional y ha seguido al pie del cañón con su creatividad y su buen hacer siempre a punto.
Su trayectoria profesional es la historia viva de los avatares de la moda española de las últimas décadas. Elio Berhanyer, protagonizó los mejores momentos de la Alta Costura española con proyección internacional y ha seguido al pie del cañón con su creatividad y su buen hacer siempre a punto. Me recibe en los amplios salones de su casa de costura de la Calle Fortuny de Madrid. Es un hombre culto, entrañable y cordial... Trabaja con la ilusión del primer día y opina que la moda debería ser declarada “el octavo arte”.-Hábleme de sus comienzos. Creo que de pequeño soñaba con ser arquitecto....
-Si, pero no pude llegar a serlo porque mi familia no pudo darme estos estudios, pero en mis colecciones mi inspiración no era ni Dior ni Balenciaga, era Le Corbussier y los arquitectos. Por eso quizás empecé con una moda muy dura, muy arquitectónica. Esto les ocurrió también a Courreges y a Úngaro. Ellos salieron de los talleres de Balenciaga pero no quisieron seguir la trayectoria del maestro, como yo que tampoco quise porque quería tener una imagen propia .Si fuera pintor admiraría a Velázquez pero no intentaría pintar como Velázquez, porque se que nunca lo conseguiría.
-¿Cómo se ha enfrentado a los distintos rumbos que ha seguido la moda en las últimas décadas?
-Yo he vivido una época que no ha vivido ninguno de los que están ahora en Cibeles o en Gaudí. Soy el único representante que ha hecho costura, que es un mundo muy distinto al “pret a porter”. Añoro mucho el mundo de la costura pero siempre, incluso cuando hago “pret a porter” para el Cibeles, hago cosas que entran en el terreno de la Alta Costura, y que una fábrica no puede copiar, porque es muy difícil que se pueda hacer en serie.
-¿Qué diferencias señalaría entre la Alta Costura y el “pret a porter” desde el punto de vista de un creador?
-Cuando empecé en el año 60 mis colecciones eran de Alta Costura, más tarde me dediqué también al “pret a porter”, pero este va a las tiendas y no sabes nunca quien lo compra, quien lo lleva y si la gente se equivoca al elegirlo, en cambio en la Alta Costura tienes a la clienta enfrente, la pruebas, la aconsejas, le modificas la línea, estás a su servicio; es un mundo totalmente diferente.
-¿Por qué la Alta Costura acabó en España de una manera tan drástica?
-Por el impuesto brutal que nos pusieron. Justo en la misma época en la que el gobierno italiano quitó los impuestos, en España nos marcaron un impuesto del 60% sobre las ventas. En el año 78 cerramos Pertegaz, Pedro Rodriguez, yo.
-¿Cómo juzgaría el itinerario de la moda española desde que empezó hasta ahora?
-La moda ha tenido una relación muy directa con el movimiento del país. Yo he vivido los años más gloriosos de la costura que fueron los 60 y los 70. El protagonista de aquella época fue Balenciaga, ahora la gran estrella de la moda española es Zara, pero el “pret a porter” de Cibeles o Gaudí no está en el mundo y Zara está en todos los países a pesar de que no es creativo...
-¿Surgen buenos diseñadores jóvenes actualmente?
-En España hay cientos, demasiados. Hay muchos que quieren llamar la atención y hacen auténticas barbaridades, no saben que llamar la atención es hacer algo ponible y bien hecho. La moda es un fenómeno importante y además se ha demostrado que la moda da mucho dinero. El hombre más rico de España es Amancio Ortega, el dueño de Zara.
-¿En que valores se apoya una trayectoria larga y brillante como la que Vd. ha tenido en el mundo de la moda?
-Nunca he sido muy consciente del valor que yo pudiera tener en el área internacional. Se que he vestido a la mejor sociedad de Madrid, he vestido a grandes familias, a la Reina Sofía hasta que cerré mi casa de costura, he vestido a gente famosa como Ava Garner, Cid Charisse. Empecé sin saber nada, pero curiosamente me hice un hueco entre los grandes que había en España como eran Balenciaga, Pertegaz, Pedro Rodríguez...
-¿Se considera un hombre con suerte?
La suerte se la tiene que hacer uno trabajando y yo he trabajado mucho. Amo
mi profesión por encima de todo y sigo trabajando con la misma ilusión que el primer día. No hago colecciones de Alta Costura pero sigo vistiendo a una clientela muy buena y muy fiel. Mi amor por la costura se demostró cuando monté la exposición Pertegaz en el Museo Reina Sofía. Ningún diseñador hace un homenaje a otro y yo se lo hice a Pertegaz porque fue un compañero de aquellos años.
-Vd. ha declarado alguna vez que lucharía para que la moda fuera declarada el octavo arte ¿es así?
-Cuando hice la exposición de Pertegaz no querían cederme el Reina Sofía porque decían que era un museo de arte contemporáneo. Luché hasta el final y lo conseguí porque yo siempre he creído que la moda debe ser considerada como arte. Las artes eran seis y el cine pasó a ocupar el séptimo lugar. La moda puede ocupar el octavo. En el MOMA de Nueva York hay grandes esculturas y grandes cuadros, pero está la moda también .No todos los trajes son arte ni todos los pintores pueden estar en el Museo del Prado, pero un traje es arte cuando hace 50 ó 100 años era bello y sigue siéndolo ahora y puede seguir siéndolo dentro de 100 años. Si las siguientes generaciones siguen opinando que es bello eso entra ya en la categoría de arte.
-Sus colección otoño-invierno se interpretó como un cierto homenaje a la Alta Costura ¿es así en realidad?
-En esta colección presenté varios modelos en blanco y negro, mi combinación favorita porque son los colores de Andalucía. No son los lunares ni los colorines, son el blanco de los cortijos y los pueblos encalados y el negro de las mujeres de los pueblos sentadas en sillas de enea conversando al atardecer. Mis colecciones apuntan siempre al blanco y el negro pero en esta quise hacer un homenaje a los grandes diseñadores del siglo XX, el siglo que cuenta con la moda más maravillosa que existe.

ELIO BERHANYER : LA PASION POR LA COSTURA