TEJIDOS PICTÓRICOS DE ANNI ALBERS
CULTURA, marzo 2007

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Huyendo de la persecución nazi, el matrimonio Anni y Robert Albers huyeron a los Estados Unidos y desde allí viajaron a Hispanoamérica, donde estudiaron y reelaboraron sus creaciones plásticas.
Los dibujos y pinturas que llevaron a cabo en sus viajes por los pueblos y cordilleras latinoamericanas, tomados de los indígenas o inspirados en ellos, constituyen el tema de la exposición en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. La muestra, se ha llevado a cabo en colaboración con la Josef and Anni Albers Foundation.Anni y Josef Albers eran miembros de la célebre Bauhaus alemana, que buscaba llevar el arte a la vida cotidiana; al cerrar la escuela por presión nazi ellos encontraron trabajo en el Black Mauntain College de Carolina del Norte como profesores, desde donde impartieron las ideas de la Bauhaus.
En sus viajes por Latinoamérica, el matrimonio Albers se encontró con el rigor y la elegancia de diseños geométricos de las culturas precolombinas, fundamentalmente en sus textiles. Quedaron fascinados por la organización cromática y la ordenación espacial de su arquitectura. De ahí arrancó una sagaz investigación sobre el arte latinoamericano que a su vez nutrió y enriqueció el arte vanguardista de los Albers. Fue un diálogo profundo e intenso que ha quedado plasmado en multitud de dibujos y pinturas.
Los Albers visitaron el Perú en 1953 y conocieron las colecciones del Museo de Arqueología y Antropología de Lima. Allí Anni se encontró con la mejor colección de textiles andinos antiguos, con un colorido sutil y unos característicos dibujos geométricos, que le abrirían un mundo de estudio y reflexión.
Colores de México
Los viajes de la pareja a Latinoamérica se concentraron en un par de decenios, entre 1934 y 1956. “Dada su proximidad a los Estados Unidos, no es sorprendente que México fuera su destino más repetido”, cuenta la historiadora Brenda Danilowitz. “Pero su primera entrada en la región se produjo en Cuba en el invierno de 1934, y, cuando en 1953, una invitación docente para Josef les brindó la oportunidad de conocer Chile y Perú, aceptaron con entusiasmo.
Mientras Josef Albers exploraba aspectos de la línea en blanco y negro, los colores de México empezaron a invadir su pintura: rojos intensos, amarillos dorados, rosas vibrantes y naranjas cálidos se emparejaban con los verdes y marrones de la tierra y los perpetuos azules saturados del cielo. A medida que los colores cobraban importancia, las estructuras para sostenerlos variaban.
Josef Albers ha sido el gran teórico sobre la interacción de los colores y, ciertamente, en America Latina tuvo un gran campo de observación. México y Perú le marcaron notablemente. Por su parte, Anni Albers hizo su primera obra de pequeña escala en sus conocidos “tejidos pictóricos”, libres de consideraciones utilitarias.
En septiembre de 1950 los Albers se trasladaron a Conneticut, debido a la oferta que Josef había recibido para presidir el departamento de Diseño de la Universidad de Yale. Anni siguió, dos años más tarde el curso de arte precolombino que impartió Georges Kubler. Años más tarde ella escribiría su ensayo Proceso estructural en el tejido, que se uniría al primero Sobre el diseño (1959).


TEJIDOS PICTÓRICOS DE ANNI ALBERS