CIBELES NOS DESCUBRE LA MODA 2007-08
TENDENCIAS, abril 2007

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Las colecciones de los 35 diseñadores que desfilaron en la última edición de Cibeles, tiñeron la pasarela de negro. Está visto que el “negro total” será el toque de glamour dominante del próximo otoño-invierno, la nota común de una moda que se mueve entre recuerdos de décadas anteriores, visiones futuristas y ramalazos románticos.
Brilló, una vez más, la maestría de los diseñadores consagrados que acapararon los tres primeros días y destacaron, en los días restantes, las ideas vanguardistas con ribetes culturales de algunos diseñadores jóvenes, aunque otros se apuntaron a la estética Balenciaga con un estilo clásico y visiones de alta costura.Los “pesos-pesados” de Cibeles dejaron sentir su influencia desde la primera hora... Antonio Pernas ha dado un giro a sus fuentes de inspiración y ha renunciado a su minimalismo y sus prendas sesenteras para inspirarse en las divas cinematográficas de los años 40. Abrigos-bata largos, pantalones muy anchos, faldas acampanadas y mucho negro que, ocasionalmente, une con el rojo. Modesto Lomba se inclinó por los trazos arquitectónicos de una línea trapezoidal ultra-repetida, y con faldas excesivamente cortas que descabalaban un tanto las proporciones del diseño. Lo mejor fue la evidente maestría de sus drapeados y fruncidos, detalles muy trabajados y de una artesanía muy personal.
Con una puesta en escena de copos y paisajes nevados Jesús del Pozo presentó una colección espléndida con ribetes comerciales pero sin renunciar a sus toques orientales, a la perfecta combinación de asimetrías y a la yuxtaposición de prendas de tejidos confortables. Las faldas pantalón largas y muy anchas llenaron el panorama de tonos neutros con dominio de los marrones y morados. La elegancia serena de Ángel Schlesser brilló en el perfecto patronaje de sus abrigos y chaquetas, los vestidos rectos con mangas acampanadas, las faldas rectas de talle alto. Todo en tonos negros y grises con algún ligero toque de rosa y naranja y el contraste negro-azul tinta, uno de los favoritos de la moda del próximo otoño-invierno.
En su colección número 102 Elio Berhanyer demostró que sigue siendo el “maestro” y un referente indiscutible de la moda española de casi cinco décadas. Se emocionó cuando sus incondicionales brindamos con él al final de la colección que nos deparó sus sastres impecables, una lujosa inspiración en los pintores clásicos españoles y la perfecta utilización del terciopelo negro el color rey de una noche a veces volcada en bordados, brillos y plumas. Para Francis Montesinos la moda sigue haciendo muy buenas migas con el arte y el folklore, un lema presente en sus modelos con bordados, pieles, mucho dorado y estampados con reminiscencias moriscas.
Miguel Palacio nos brindó una lección de costura con una colección bien estructurada en la que se descubría la huella de Balenciaga:.pequeños vestidos trapecio despegados del cuerpo, juego de volúmenes y unas mangas muy bien estudiadas a tono con la obsesiva perfección en las mangas del maestro de Guetaria... Su ex-socio Fernando Lemoniez siguió con sus bien dosificados volúmenes y su afición por la suprema calidad de los tejidos. Las mezclas excéntricas fueron el distintivo principal de la colección de Javier Larrainzar en la que unió la serenidad de la campiña inglesa con las chaquetas moteras y la sobriedad del tweed con galones y elementos dorados. Un verdadero mix de estilos en la que latía, a pesar de todo, la exquisita elegancia de este diseñador. Para Roberto Torretta el cuero sigue siendo el material número uno, utilizado con profusión en una colección sobria y comercial con pantalones pitillo, chaquetas y levitas la mayoría de color negro con ligeras concesiones al morado, al gris plomo y al marrón. Los gemelos Ailanto se distinguieron por su inspiración en la naturaleza en pleno esplendor primaveral y por sus bonitos estampados geométricos.
El duo sevillano Victorio y Lucchino han abandonado definitivamente su exclusivismo folklórico. En su magnífica colección destacaron las chaquetas entalladas con cinturones anchos con incrustaciones de metal dorado, las faldas con vuelo. Todo ¿cómo no? dentro del perfecto dominio del negro. La vena romántica venia representada pro diseños plagados de encajes, mangas abullonadas, cuellos victorianos y medias adornadas con lentejuelas. Al final de la colección el impacto de catorce trajes de noche de un rojo agresivo y de un efecto espectacular.
SIN CUOTAS
Un detalle destacado en el Cibeles fue la fuerte presencia de diseñadoras. Sin “cuotas,” sino con la fuerza de su constancia y su trabajo, han aterrizado en la Pasarela muchos nombres femeninos con distintos objetivos y trayectorias. Miriam Ocáriz, que abrió los desfiles del primer día, creó una buena colección con volúmenes muy bien trazados que daban paso a elementos románticos: grandes lazadas, volantes plisados, faldas ligeramente abullonadas, pantalones pitillo y mangas importantes. Ághata Ruiz de la Prada triunfó con su colorido y sus iconos ingenuos y sobre todo con una novedad importante: sus tonos fosforescentes brillarán sobre la nieve con sus modelos para esquí.
La nota más destacada de la colección de Amaya Arzuaga fueron los novedosos materiales empleados que iban desde el más puro plástico a los pelos de caballo, todo dentro de un ambiente entre romántico y futurista. Carmen March buscó la inspiración en la pintura española a lo largo de la historia: el Greco, Velázquez, Sorolla, fueron algunos de sus puntos de referencia para una colección que busca ante todo -según palabras de la diseñadora- embellecer a la mujer. El vestido fue la prenda estrella de la colección de Lydia Delgado con cortes asimétricos muy originales y mangas farol o abullonadas y el empleo de mezclas de tejidos como la lana con el raso y el satén.
Alma Aguilar destacó con sus vestidos de aire antiguo con acertados mix de negros mates y brillantes y prendas muy trabajadas. Kina Fernández jugó con las superposiciones, con unos sastres pantalón impecables y la unión del negro con el azul o el marrón. Maria Lafuente discurrió entre el colorido bohemio de Gustav Klimt y la artesanía de delicados dibujos realizados con abalorios y pequeñas piezas de cobre. Juana Martin se desmarcó de su folklorismo exuberante y dio un estupendo paso al frente con una colección muy bien construida en la que se palpaba la inspiración Balenciaga.
FUTURISMO A LA CARTA
Entre la cantera de diseñadores jóvenes que desfilan en la Pasarela destacamos la colección de Locking Shocking de una perfecta unidad y coherencia. Ana y Oscar, los dos componentes del duo, trabajaron con materiales que exigen una costura totalmente artesanal como son el popelín metalizado o los flecos de pelo humano. Sus modelos de aire galáctico mezclaron el dorado y la plata con el blanco en capas, levitas bombachos y gabardinas. David Delfín y Carlos Diez buscaron como es habitual el éxito en demostraciones culturales o efectistas. José Miró combinó los tejidos clásicos: lana , seda terciopelo con tejidos técnicos de última generación. Su colorido asciende desde la tierra: beig, crema, marrón hasta el firmamento con el gris y el azul noche.
El aire de Alta Costura que prendi&oacu


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