INFLUENCERS: MITOS Y REALIDADES
OPINIÓN, Octubre 2018
Soy influencer

La reconocida influencer Chiara Ferragni
Si le preguntas su empleo te contesta con orgullo: soy “influencer”. La imagen típica de la "influencer" es la de la chica que corre de una Fashion Week a otra o entre las ciudades más emblemáticas de la moda con unos looks que no pasan desapercibidos porque precisamente su trabajo consiste en vestirse con modelos de impacto y publicar sus fotos en las redes sociales. En principio parece más una frivolidad que una profesión pero la realidad es que están revolucionando la industria de la moda. Algunas tienen miles de seguidores, consiguen ingresos fabulosos y las marcas cuentan con ellas para el lanzamiento de sus campañas.
Está claro que las tendencias de marketing están cambiando a grandes velocidades. Las últimas cifras señalan que un 78% de los profesionales, tanto europeos como americanos, trabajan con influencers para poner en marcha sus campañas de contenido social y dar visibilidad a sus marcas. Instagram es su plataforma preferida. En el caso de España, según el estudio sobre marketing de influencers 2018 lanzado por la empresa valenciana Brandinamic, se trata de una profesión en alza y un 65 % de los responsables de marketing españoles consideran también que Instagram es el canal preferido, una plataforma que alcanza cifras altísimas en el mercado internacional de influencers que llegan a alrededor de mil millones de dólares y se aventura que puede llegar a los dos mil millones en el año 2019.
¿Cuál es el perfil de las influencers que buscan las empresas? Se trata de encontrar personas dentro del campo de la moda, el lujo y la cosmética, cuya opinión sobre determinados temas tenga una credibilidad apreciable, una tono influyente y una imagen atractiva para aumentar la clientela de la marca que las auspicia imponiendo así unas tendencias de estilo. El impacto comercial aumenta si además saben mostrar su estilo con frases divertidas.
Las profesionales que trabajan en el terreno de las influencers se están convirtiendo en un fenómeno estable en casi el 80% de los casos aumentando en un 13% sobre el año anterior. Como es una profesión muy reciente, sin regulaciones concretas, su forma de integrarse en el trabajo y sus ganancias presentan diferencias abismales. Al principio los diseñadores las invitan a sus desfiles o les regalan ropa de su marca para que asistan a sus colecciones y eventos, pero cada vez se estabilizan más los sueldos o pagos por colaboraciones que pueden alcanzar cifras importantes. Al menos un 70% reciben actualmente una compensación económica.



INFLUENCERS: MITOS Y REALIDADES
Este futuro prometedor y alucinante que supone el mundo de las influencers se topa sin embargo con algunos temas que deben normalizar o rectificar si no quieren pinchar la burbuja de su éxito.
- Está comprobado que comprar seguidores es una práctica habitual en internet pero los consumidores están aprendiendo a distinguir, o pretenden al menos poder hacerlo, entre lo que es opinión y publicidad sin una ley que de momento lo regule y que se ve muy necesaria
- Hay que trabajar para mejorar la calidad y la autenticidad de los contenidos que producen las influencers. Esta profesión tiene a la vez la ventaja y el hándicap de que no necesita de momento ninguna titulación académica y al tratarse de un sector innovador se nota su falta de estudios y profundización además de ser una competencia, a veces desleal, con la prensa especializada y el sector publicitario tradicional.

Instagram es mi red
- Las últimas investigaciones revelan que sus contenidos son demasiado materialistas y no influyen positivamente en la vida real. En recientes encuestas en los países europeos se han destacado los alemanes con una crítica más fuerte sobre las estrellas de las redes sociales opinando que no promueven el campo del tratamiento ético.
- Sería deseable que un sector con tantas posibilidades limara sus formas con contenidos de mayor calado y que las influencers se mentalizaran de que su opinión y su presencia no influye solamente en la forma de combinar unos tonos discordantes en un conjunto o el tipo de zapatos que arrasarán en la temporada, sino que la actitud personal y el contenido conceptual y divulgador de la moda influyera también en las actitudes y los estilos de vida. Un panorama estupendo si se sabe encauzar con profesionalidad y sentido común.