AGATHA RUIZ DE LA PRADA: COLOR Y CONTRASTES DE IMPACTO
COLECCIONES, jul / ago 2007

Su moda abarca cada vez nuevos horizontes y este año, el 25 aniversario de su incursión en el mundo de la moda, ha dado lugar a varios eventos. Las exposiciones retrospectivas de Agatha que habían circulado ya por varias ciudades se han convertido en verdaderos acontecimientos a su paso por Barcelona y por Burgos donde ha recibido un entrañable homenaje de sus colegas.
Su colección primavera verano electriza una vez más el ambiente de la moda con su colorido sin fronteras y sus combinaciones atrevidas.La diseñadora asegura que en la colección para este verano busca ante todo la comodidad y la feminidad en sus formas y en sus tejidos. Sus iconos perfectamente reconocibles, sus dibujos geométricos de flores, corazones, lunares, rombos hojas y estrellas han dado vida a las siluetas rectilíneas de unos vestidos maxi-evasé con frecuencia acompañados de leggins de aspecto brillante.
El arte, y su afición por la pintura han inspirado una vez más su trabajo. Si en anteriores ocasiones la hemos visto influencias de Warhol o Picasso en esta ocasión ha rendido un homenaje a la artista Nicky de Saint Phalle tanto en su colorido como en sus originales estampados.
En esta colección todas las combinaciones son posibles. Mezclas de rayas y lunares, flores y estrellas y también continuas alianzas de colores blanco-azul, fucsia-naranja-rojo con blanco. Los estampados salpicados de flores o de hojas son uno de los motivos más acertados de la colección en la que destacan también algunos modelos masculinos con camisetas, cazadoras y pantalones cortos y largos. Una de las “salidas” más logradas de la colección fue la de una pareja vestidos de un tono verde pistache, él con un conjunto de bermudas y cazadora y ella con un vestido verde salpicado de flores.
Los algodones de distintas texturas son los tejidos número uno junto con las sargas de satén seda y voiles. Para la noche los materiales son más sofisticados: tafetas de seda, sedas pintadas a mano o con aspecto de lino, hilos metálicos, muchos brillos y efectos metalizados.
Agatha ha pasado de ser la gran incomprendida de la moda a una diseñadora cada vez más plural que lo mismo diseña trajes de novia, que vajillas azulejos, y cuadernos. Sigue fiel a su punto fuerte que la ha acompañado desde el principio: el color Sus tonos vivos que alejan la tristeza y apuestan por una incontrolable alegría del vivir han sido su mejor baza. Su imaginación se encuentra como pez en el agua en los modelos para niños y para gente muy joven.


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AGATHA RUIZ DE LA PRADA: COLOR Y CONTRASTES DE IMPACTO