LAS MASCOTAS GANAN TERRENO
OPINIÓN, Febrero 2022
Capa de Ralph Lauren para perros

Bendición de animales en San Antón
El año 2022 nos ha brindado un primer mes lleno de retos. Un enero cargado de acontecimientos y de temas que han suscitado debates encendidos o inesperadas sorpresas. Hemos tenido que hacer frente, no solo a las noticias de los últimos estertores del volcán de La Palma, y a la insistencia de la dichosa pandemia de seguir entre nosotros, sino que ha habido motivos menos alarmantes pero muy noticiables por lo curioso.
A partir de este mes, los animales de compañía han cambiado en España de estatuto jurídico y se nos advierte que no son simplemente cosas sino seres vivos dotados de sensibilidad algo que ya sabíamos pero que no lo habíamos tomado tan en serio como para tener que advertirlo con formato de ley. Se ha anunciado también la creación de un registro para tenerlos identificados, comprobar su bienestar y combatir su abandono.
Desde hace bastantes años en el terreno de la moda se había suscitado ya el tema animal entre los diseñadores por el uso de las pieles, que tenia sus detractores y sus partidarios. Las pieles sintéticas fueron ganando terreno cada vez con más fuerza y actualmente vemos promocionar con toda naturalidad entre la creciente moda del punto las llamadas “lanas animalistas” junto con el rechazo de aquellas técnicas que podían producir sufrimientos. Pero el tema se ha ido ampliando con fuerza en torno a las mascotas, con un mayor protagonismo de los perros y gatos.
Cada día el interés por las mascotas es más evidente. En varios periódicos y revistas se hacen entrevistas, no para promocionar o explicarnos los éxitos del entrevistado, que lo curioso es que lo tienen, sino para darnos una tierna explicación de sus relaciones con su mascota personales, o dentro de la familia y para darnos cuenta de sus “gracias”. La moda, que antes entraba en el tema solo como una defensa de los animales “fashionables” parece también tomar parte en el asunto de las mascotas y algunos diseñadores de primera línea presentan ya modelos para perros con aires de alta costura.

Una chica y su gato

Alberto y Xabat

Gatos domésticos
LAS MASCOTAS GANAN TERRENO
En medio de este clima y centrándonos en España, enero tiene el detalle de brindarnos también la primera fiesta religiosa importante y de gran tradición después de las navidades: la de San Antón, el patrón de los animales, en la que sus dueños premian su compañía y su afecto. Varias poblaciones españolas han celebrado con esplendor y alegría una fiesta en la que no han faltado desfiles, los panecillos del santo y la bendición con agua bendita de los animales. En Madrid concretamente ha habido algunas innovaciones importantes: un homenaje a los veterinarios por su abnegada dedicación en tiempos de la pandemia y su colaboración a nivel de investigación, y una exhibición canina de la guardia civil. Como siempre el acto estrella del programa ha sido la Misa solemne en el día grande de las fiestas que este año se ha podido seguir en directo en streaming.
Es lógico que algunos se pregunten cuál es la relación de San Antón con los animales para dedicarle estas fiestas. Se trata de una tradición de origen medieval que dice que san Antonio Abad, un egipcio del siglo III, lo dejó todo para retirarse al desierto donde dijo aprender la sabiduría vital observando y compartiendo sus días con los animales y descubrir en la naturaleza el amor de Dios.
El aprecio por los animales, especialmente por las llamadas mascotas, no es algo ajeno a nuestros días y ha creado un fuerte impulso en Europa pero suscitando también excesos, y conclusiones desaforadas. El llamado movimiento animalista o de liberación animal, es un movimiento global de activistas que se opone al uso de animales para investigación, alimento, entretenimiento y textiles, y tienen como objetivo erradicar la idea, que considera antropocéntrica, de la discriminación negativa de los animales por el hecho de pertenecer a especies diferentes a la humana.

Fiesta de san Antón
En general suscita un amplio rechazo la crueldad con los animales, como hemos podido comprobar muy recientemente ante el previsto sacrificio de 32 cachorros de Beagle tras experimentar con ellos en un laboratorio. Y ha sido vista con una gran simpatía la reciente foto y noticias sobre Xabat, un perro guía de dos años que ha conseguido cambiar la vida de Alberto, un joven ciego y sin manos a consecuencia de la explosión de una bomba de la guerra civil que había permanecido oculta.
Por último queda una cuestión, la más delicada, que no supone un agravio ni un desinterés por los animales sino la necesidad de que cada cual ocupe el lugar y el trato que le corresponde. Las últimas estadísticas realizadas en España confirman que hay más perros y gatos que niños en el conjunto de hogares españoles. Las cifras son bastante elocuentes. En España hay registrados 6.265.000 niños menores de 14 años y la cifra de mascotas roza ya los siete millones, una brecha que se va ensanchando conforme también disminuye la natalidad.
El tema ha suscitado una clara y rotunda afirmación del Papa Francisco en la primera audiencia general del mes de enero en el aula Pablo VI donde se dieron ideas muy clarificadoras sobre el valor de la persona y de la paternidad. Dijo el Papa: “Hoy vemos una forma de egoísmo, vemos que algunos no quieren tener hijos pero en cambio tienen perros y gatos que ocupan este lugar”. La conclusión es clara. Aparece como una forma de egoísmo suplir los hijos por las mascotas -aunque sea de una forma algo inconsciente- porque la persona humana tiene unos derechos y como contrapartida unas responsabilidades que ningún ser irracional puede asumir.
Las mascotas pueden ser un motivo de afecto, de compañía, de juegos entre los niños pero nunca acaparar su puesto por comodidad, y un egoísmo que el Papa Francisco no ha dudado en fustigar, pero es una señal de buen corazón tratar a los animales con humanidad y mejorar en lo posible las condiciones en que viven. Seguro que san Antón aprobaría esta idea y su cariño por los animales no disminuiría poniendo la cosas en su sitio.