LA MODA Y LOS DESAFÍOS DEL VERANO
OPINIÓN, Junio 2022

Existe la opinión bastante generalizada de que los medios digitales han contribuido a rebajar el nivel del lenguaje y lo comprobamos todos los días con faltas de ortografía en los correos digitales y otras anomalías que se cuelan en las noticias y las informaciones que quieren ganar sobre todo en rapidez y modernidad. Esto tiene su importancia ética y estética pero lo más trágico es que detrás del lenguaje se desdibujan las ideas o conceptos que expresan las palabras escritas. Es precisamente lo que ha ocurrido con la palabra “decoro” que, a pesar de que algunos han querido colgarle el sanbenito de “políticamente incorrecta” para minimizar su importancia, la moda no puede eludirla, especialmente en verano donde se encuentra con uno de sus mayores desafíos si quiere deshacerse ya de una vez de su estigma de frivolidad y situarse entre las parcelas del arte y la cultura.
Para centrar el tema con la mayor objetividad posible, he acudido a dos diccionarios de reconocido prestigio, el de María Moliner y el de Julio Casares en busca de la vilipendiada palabra “decoro”. Dice el primero: “Cualidad de lo que sin lujo presenta un aspecto cuidado y correspondiente a su categoría”; y el segundo: “Respeto que se debe a una persona. Honestidad. Recato”. Creo que en estas dos definiciones están contenidas toda la gama de significados que el decoro implica.
La pérdida del decoro, que es un claro síntoma de retroceso social, puede manifestarse de diversas formas pero una de las más sintomáticas y que en verano alcanza niveles altísimos afecta a la forma de vestir y en consecuencia a la moda. La pérdida del decoro indumentario, que en principio parecía afectar solo a las playas, se quiere trasladar a los núcleos urbanos, incluso a los barrios más elitistas de ciudades como Madrid o Barcelona. A la vista de la situación vuelve a cobrar actualidad un viejo refrán: “¡Ya está aquí el verano, qué ordinariez!”.
Esta falta de decoro que puede afectar a los dos sexos es más sensible y peligrosa cuando la protagoniza la mujer porque el desaliño y el exhibicionismo imprudente se une a una carencia de criterio sobre las tendencias que se acoplan a su figura, a su edad o lo que es lo correcto llevar en cada lugar y circunstancia. Está claro que la ropa, además de defendernos de los estragos climáticos, tiene otra misión fundamental como es la protección de la intimidad personal que supone un acto de autoposesión del propio cuerpo, que la misma naturaleza humana expresa con el instintivo sentimiento que llamamos pudor, propio de seres inteligentes y que, como es obvio, no se da en los animales que no tienen una intimidad que proteger.



LA MODA Y LOS DESAFÍOS DEL VERANO
Esta faceta está también incluida en el término decoro por lo que significa del respeto que se debe a uno mismo ya que solo quien es capaz de tenerlo consigo mismo es capaz de inspirarlo en los demás. En este tema cuenta también mucho el papel de los expertos informadores y estilistas de moda que, en vez de encauzar los excesos poco éticos de los diseñadores, añaden leña al fuego encumbrando los extremismos y las propuestas de desnudeces bajo los falsos conceptos de autenticidad y novedad. Como ejemplo de esta apreciación, he cogido por azar una revista de moda y me he parado en 3 párrafos significativos que demuestran su involucración en este delicado tema informando de la moda del verano 2022.
FALDA MINI. Dice la revista: “Desde Xs hasta micro las faldas se reducen al mínimo ahora son mucho más cortas y mucho más “hot”. La rebeldía de los 60 se mezcla con la exuberancia sexy y triunfan los diseños con talle ultralow que se queda justo a la altura de la cadera”.
ESTILO BEACH CITY. Aquí se nos informa del paso urbano de la moda playera: “El espíritu estival conquista tu armario y bañadores y biquinis cambian la arena por el asfalto convirtiéndose en un “must” también a pie de calle que nos regala un tip maestro sobre la pasarela al superponer los clásicos tops triangulares a una camiseta básica”.

EL CORTE VEO, VEO. En este párrafo se alude a los cortes más indiscretos: “Sube la temperatura sobre la pasarela. Los diseñadores sacan a relucir su faceta más sensual y apuestan por los escotes imposibles y los detalles “out, out” que salpican todo el look y encuentran en la cintura y en las caderas nuevos hábitats ultrachic”.
Pero podemos también ver algunas actitudes sensatas y vitales que destacan en el panorama informativo. Los periódicos han informado esta semana de que el organismo publicitario del Reino Unido prohíbe un anuncio de Adidas por mostrar los pechos desnudos de 20 mujeres promocionando una marca de sujetadores deportivos. La ASA ha recibido varias quejas de clientes, en algunas de ellas diciendo que mostrar la desnudez es una objetivación de las mujeres que las reduce a partes del cuerpo. Otros alegan que son estampas no apropiadas para que las vean los niños y otras razones en la misma línea.
Estamos ya ante el desafío del verano. No caigamos en el acostumbramiento al que nos quiere llevar la chabacanería ambiental. La moda hay que esgrimirla como un arma estética y la mejor aliada del buen gusto, el decoro y la buena educación.