LAS BODAS DE DOS BUENAS AMIGAS
ESTILO, Julio 2022
María de la Orden en la boda civil

Blanca Miró
María de la Orden y Blanca Miró no son sólo dos buenas amigas, son también prescriptoras de estilo, empresarias de moda y cofundadoras de la marca La Veste. Además, el destino continúa uniéndolas irremediablemente, pues las dos se han casado recientemente, con poco más de un mes de diferencia.
Las expectativas eran grandes por ver qué estilismos escogerían para los días más importantes de sus vidas. María de la Orden lució hasta tres estilismos, pues al casarse en Francia protagonizó dos ceremonias, la civil y la religiosa. La primera tuvo lugar en París, donde reside la pareja, y la segunda en Burdeos, en el castillo propiedad de la familia del que ahora es su marido, el empresario Edward Bouyges.
En la primera ceremonia, la civil, María escogió un vestido de inspiración años 50, de crêpe de seda blanco, con una amplia falda de largo midi ceñida a la cintura, y cuerpo con lazada y manga larga abullonada. Todo combinado con un sombrero blanco con redecilla, de María Chico Guzmán, fundadora de Mimoki, y unos zapatos de tacón de Roger Vivier.
Para el enlace religioso, que tuvo lugar una semana después, el 21 de mayo, la diseñadora escogió un vestido de la línea de alta costura de Jan Taminiau, el diseñador de cabecera de la reina Máxima de Holanda y otras aristócratas. Fue confeccionado a medida y Taminiau lo trabajó mano a mano con María. Se trató de un vestido largo, de corte clásico y manga francesa, con escote barco, adornado con aplicaciones en forma de media luna en el cuello y los puños, y un tejido con textura en forma de rombos.

María, en la ceremonia religiosa

María, en la preboda

Blanca, con el diseño de Dior
LAS BODAS DE DOS BUENAS AMIGAS
Por último, después de la ceremonia y para el baile, María optó por un tercer diseño más sencillo: un vestido de manga larga de color blanco, con un pronunciado escote en la espalda de forma triangular. Mantuvo el pelo recogido y añadió a modo de tocado una diadema de brillantes.
Esto sin contar que antes hubo una fiesta preboda, en la que la bodega situada en la campiña francesa se transformó por unas horas en un cortijo andaluz. Para esa fiesta inspirada en la feria de abril, María lució un vestido blanco de aire flamenco, con tul en los hombros y en los volantes por debajo de la cintura, y espalda abierta, firmado por IQ Collection, la marca que dirige Inés Domecq.
Por su parte, su amiga Blanca Miró ha dado el “sí, quiero” el pasado 9 de julio en Menorca a su prometido, el emprendedor Javier Fondevila. Para la ocasión, ha lucido también tres vestidos: uno que pertenece al Museo Loewe, otro de los archivos de Dior y, para el baile, un tercero de los de Paco Rabanne. No cabe duda de que es una apasionada de las prendas vintage, que suele vestir con un aire ecléctico y original.

Blanca Miró
Fiel a su estilo bohemio, en la fiesta preboda que tuvo lugar la víspera, Blanca escogió un largo vestido de retales de Loewe, con mangas amplísimas, que combinó con un fular de ganchillo y conchas en la cabeza de Pardo Hats. Para la ceremonia religiosa optó por un vestido blanco de alta costura de Dior, de tul con volantes, con corte asimétrico, que acompañó de una capa con capucha. Como peinado, bastó con una sencilla trenza. Llevó sandalias de Loewe y renunció al ramo de novia.
Tras la ceremonia, escogió como tercer look un minivestido de Paco Rabanne, que llevó con unas sandalias abotinadas de Dior, pelo suelto y una boina de ganchillo con piedras preciosas de Suot Studio para Pardo Hats.