MUSEO DEL TRAJE, UN JOYERO DE QUINCE MIL PIEZAS
CULTURA, enero 2008

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Conservadora de joyas del Museo del Traje, María Antonia Herradón ha publicado, entre otros libros, el dedicado a colección de joyas de la Alberca. Bajo su custodia están quince mil joyas que conserva el Museo del Traje entre las que figuran desde collaradas bellísimas de plata y coral hasta horquillas y botones de oro y brillantes.
Buena parte de estas colecciones son piezas de carácter religioso, que han predominado en nuestro ámbito cultural. Las medallas de imágenes y los crucifijos se cuentan por cientos, pero también hay hermosos collares, sortijas y gemelos, de carácter civil, además de un buen despliegue de amuletos.La conservadora señala un collar visigodo de cuentas de pasta vítrea como la pieza más antigua de las colecciones, pero también hay diseños recientes de autoras como Charo Marín o Carmen Zulueta. “La joya es un complemento de la indumentaria”, señala. “Es complemento accesorio, pero también una pieza con identidad propia, como cualquier otro objeto de naturaleza cultural”.
Para Herradón, el valor de una pieza no está únicamente en los materiales de la misma sino que, desde el punto de vista antropológico, se han de tener en cuenta otros parámetros culturales que hacen de una joya algo muy especial o singular por su antigüedad, escasez o significación. La misma bisutería, firmada o no, puede tener valor relevante para enriquecer las colecciones del Museo.
La conservadora estima que detrás de una buena joya siempre hay un artífice interesante, sean artesanos o artistas, aunque estos últimos resalten la categoría de la pieza, como las de Julio González, Paco Durrio, Chillida o Anthony Caro.
Actualmente se muestran en la colección permanente diversas joyas entre las que destacan el gran collar de La Alberca, que adquirió el Estado a la galerista Elvira González, perteneciente a su madre, una gran bailaora de flamenco. También se exhibe un conjunto de joyas del tocado tradicional de valenciana o botones bellísimos del siglo XVIII.
El museo presta continuamente joyas para diversas exposiciones como la que se hizo en recuerdo del antropólogo Julio Caro Baroja en el Centro Cultural Conde Duque; las que se exhibieron en “El tiempo que vivió Cervantes y el Quijote en sus trajes” o las que se presentaron en la muestra “Genio y Figura” en el mismo Museo.
Además del Museo del Traje de Madrid, los museos Arqueológico, de Artes Decorativas, el Lázaro Galdiano o el de Indumentaria de Barcelona gozan de excelentes conjuntos de joyas para mostrar al público y los expertos.
Herradón destaca que los nuevos diseñadores han ampliado la variedad de materiales utilizados en la realización de joyas y ya no sólo se utilizan oro y plata sino que el plástico, los tejidos o el caucho han quedado incorporados al universo de la joyería.


MUSEO DEL TRAJE, UN JOYERO DE QUINCE MIL PIEZAS