LA MUJER ROMÁNTICA DE GIORGIO ARMANI
COLECCIONES, febrero 2008
Giorgio Armani

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El mismo Giorgio Armani ha declarado que su inspiración para la colección Primavera-Verano 2008 es el sur, sus recuerdos de un largo verano en Sicilia. Recuerdos que Armani ha mezclado con llamadas diversas de otras culturas más lejanas…
Por ello no sorprende que los pantalones de su colección sean de nudos sobre las rodillas, como formando un jodhpur indio, ni que las faldas parezcan pareos polinesios o que la forma de sus trajes, de tejidos ligeros y superpuestos, recuerden las atmósferas orientales. Todo gracias a las líneas suaves que con un movimiento de pliegues, esbozos y nudos convierten la figura en vaporosa, y como borrosa.
Pero poco a poco emergen y se imponen las evocaciones de Sicilia. En los colores, el gris para el día y oscurecido como la lava del Etna para la noche se colorea después con las estampaciones más vivas, el azul marino que recuerda al cielo del Sur y el verde oscuro de las palmeras de los jardines sicilianos que estilizadas y extendidas se transforman en diseños abstractos.
El mar de Sicilia es el hilo conductor de la colección y se manifiesta a través de muchos pequeños detalles marinos: los pañuelos de red, las redes de los pescadores mediterráneos interpretadas de diversas maneras para acompañar los trajes, las espinas de los peces trenzadas sobre bolsillos y chaquetas, los corales de cristal de roca y ónice que contienen conchas disimuladas entre el tul.
Y además el chal, típico sombrero de las mujeres mediterráneas, que se puede convertir en un poncho negro o ligero como una red de plata o de lunares, o negro sobre trajes de noche lujosísimos, recubiertos de bordados, que muestran así su calidad perfecta de elaboración y de refinamiento.
La línea de los trajes es sencilla con superposición de tejidos. Las chaquetas, pequeñísimas, parecen boleros y se llevan sobre blusas ligeras y amplias, casi inexistentes. Los lados se subrayan mediante cinturones o cinturas altas de la que parte el volumen de la falda. Los accesorios, por ejemplo los bolsos son pequeños, a veces pequeñísimos, y los collares grandes para completar el traje.
Una mujer romántica, por tanto, la de Armani, que extrae su encanto del recuerdo lejano de cosas próximas pero olvidadas: el chal y las redes de los pescadores y en el presente de las experiencias más inmediatas por el contacto con otras culturas.

Giorgio Armani

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LA MUJER ROMÁNTICA DE GIORGIO ARMANI

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