MIGUEL PALACIO: Mi objetivo es hacer propuestas muy personales
ENTREVISTA, febrero 2008
Miguel Palacio

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Ha obtenido importantes galardones como la T de Telva, el Prix de la Moda Marie Claire o el Premio Woman al mejor diseñador. Miguel Palacio ha vestido a algunas de las novias más envidiadas de nuestro país como Laura Ponte o Rosario Domecq (esposa del torero El Juli). Su principal objetivo es estar por encima de las tendencias que se imponen en cada momento y sus armas para lograrlo son un diseño elegante, unos acabados impecables y un profundo conocimiento de la costura.
¿Su dedicación a la moda fue una vocación clara o llegó hasta aquí por casualidad?En mi caso fue una vocación clara. Nunca me he planteado hacer otra cosa. Acabé el colegio, luego estudié Derecho, pero mientras estudiaba Derecho ya tenía clarísimo que lo que me gustaba y me atraía era la moda. Vocacional total.
Dijo usted que para apreciar su última colección presentada en Cibeles había que tener “un conocimiento fuerte y profundo de la costura”, pues aunque los acabados de sus diseños fueran simples, su construcción había sido más complicada que nunca. ¿Qué opina de los diseñadores que no han dado nunca una puntada, que no saben nada de costura?
No dar una puntada y no saber de costura son cosas distintas. Puedes tener una formación bastante profunda de la costura, de la construcción de patronaje, pero no ser capaz de hacerlo. De todos modos, para mí es importantísimo este conocimiento. Pienso que puedo diferenciar a alguien que no sabe de costura de alguien que sí. El resultado es muy visible y por eso me parece fundamental.
Parece que la pretensión de muchos diseñadores en la actualidad es causar la máxima provocación, destacar. Usted no viste a una mujer estridente, sino elegante, ¿no tiene miedo a quedar obsoleto?
La verdad es que no. Precisamente me parece que las cosas muy obvias pueden tener un impacto visual pero a los tres minutos pierden el interés. Las cosas que tienen importancia, que son de peso, son las cosas que no son obvias, tópicas, sino trabajadas con mucho más calado. El pasar de moda rápido ocurre cuando las cosas son muy superficiales y se quedan en fuegos artificiales. Al contrario, cuando haces un trabajo con más profundidad es una cosa que se mantiene, que tiene mucho más interés, que no pasa.
Se ha denominado a su estilo demi-couture. Algo así como alta costura, pero adaptada al día a día, ¿se siente identificado con esta denominación?
Me gusta por lo que simboliza y significa pero, en principio, yo la definición que hago de las cosas es que tengan interés o no lo tengan. La alta costura por mucho que hable de un gran trabajo detrás, no tiene por qué tener un interés extraordinario. Hay cosas que no requieren grandes horas de trabajo pero tienen interés porque resultan ser una idea muy acertada.
¿A qué gran diseñador le gustaría que le compararan?
Francamente lo que me gustaría es ser un punto de referencia más que tener un punto de comparación. Eso es a lo que aspiro. Pero puestos a comparar, querría que me comparasen con un diseñador que sea honesto con su trabajo, que se personal y tenga respeto por su trabajo. Y, afortunadamente, diseñadores así hay y ha habido muchos.
Se ha criticado a su antiguo compañero Fernando Lemoniez por caer en lo repetitivo y no arriesgar en su última colección, ¿qué piensa usted de estas críticas?
Si se ha criticado a Fernando por repetitivo, pienso que esto es una cosa muy subjetiva, ya que cuando alguien tiene una personalidad muy definida, la repetición es incluso un síntoma positivo. Significa que puedes ser reconocido por tu estilo. No se debe confundir lo repetitivo con un estilo definido. No sigo el trabajo de Fernando pero creo que tiene una personalidad muy marcada y concreta y para mí eso es bueno y marca de tener un criterio propio.
Y en referencia a este estilo propio, ¿cómo definiría el suyo?
Pienso que definirse a uno mismo desde dentro es como limitarse. Es mucho más fácil desde fuera poder identificarte. Lo que puedo decir es que lo que yo hago es profundizar cada vez más dentro de mi propio universo. Hago mi trabajo con la mayor honestidad que puedo. Pero no me sería posible clasificarme.
Entonces, ¿corro el riesgo de caer también en el tópico si le pregunto por un prototipo de mujer Palacio?
(Risas) Afortunadamente creo que existen muchas mujeres Palacio y muy distintas entre sí, pero que por una razón u otra encuentran interesante lo que yo hago.
¿Hasta qué punto puede un diseñador ser creativo cuando las tendencias se imponen con tanta fuerza?
Las tendencias al final no son más que opciones por lo que no hay por qué estar bajo ellas. Mi lucha y mi verdadero esfuerzo es precisamente no estar bajo ninguna de las tendencias que imperan ahora mismo, sino precisamente hacer una nueva propuesta, una propuesta distinta de las tendencias que están ahí.
No es cuestión de ir en contra pero tampoco de caer en ellas. Busco hacer una propuesta personal que tenga la mayor acogida posible. Las tendencias que se llevan ya están, con lo cual no tienen mayor interés. El verdadero interés es hacer una propuesta distinta; ése es el objetivo.
Decía en una ocasión John Galliano que a lo único a lo que tenía miedo era a perder la capacidad de sorprenderse. Usted se define como una persona observadora, interesada por cuanto ocurre a su alrededor ¿es esta curiosidad un factor fundamental en un diseñador?
Creo que sí. La curiosidad es el origen de todo. Si no hay curiosidad, no puedes tener ninguna motivación para hacer nada propio. Ser curioso es la motivación para todo el mundo: para un diseñador, para un escritor e incluso para un periodista.
Los diseños que vemos sobre la pasarela, ¿son los que encontramos después en su tienda? ¿Se da, por ejemplo, la misma variedad cromática?
En principio, todo lo que se hace para el desfile es por lo menos parte de lo que luego se comercializa. Absolutamente todo en mayor o menor medida está colgado para la venta. Además hay cosas que no salen en el desfile por falta de tiempo o coste pero que sí se desarrollan después, aunque lo fundamental es el desfile.
Ha diseñado usted los uniformes de la próxima Expo de Zaragoza, ganando un concurso en el participaban algunos de los diseñadores españoles más cotizados, supongo que se sentirá orgulloso...
Sí, me siento muy contento, pero como en todos los concursos hay que verlo con perspectiva. Ganar el concurso no significa ser el mejor sino ser el más acertado. Por tanto no quiero darle más significado que ese.
¿Qué tiene la moda que mueve semejante aparato económico y mediático? Y en este gran espectáculo, ¿quién lleva la batuta?
Yo siempre me sorprendo a mí mismo por el grandísimo interés que suscita la moda. Yo no me suelo plantear su interés porque para mí es mi pasión, mi vida, mi trabajo; todo. Pero sí me sorprende que mucha gente que no es del medio de la moda le preste tanta atención.
Sobre quién tiene la batuta, pienso que la batuta está muy repartida. Todos jugamos un papel importante.
¿Cuál es su objetivo al diseñar?
El objetivo para mí es que la moda tenga una utilidad, que haya mucha gente a la que le proporcione un placer, que puede ser más estético o funcional. En definitiva, que haya un determinado grupo de gente que lo valore, que lo aprecie y que desee tenerlo. Ese es el público potencial y para mí eso es lo más importante, ya que a mí me satisface si cumple ese requisito.

Miguel Palacio

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MIGUEL PALACIO: Mi objetivo es hacer propuestas muy personales

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