FERNANDO LEMONIEZ: FLUIDEZ Y COLORIDO CALIENTE

Sastres estrictos, reinado total del vestido, conjuntos donde puede ejercitar sus audaces contrastes de colores, blusas amplias y cortas y un largo de falda hasta la rodilla…Este podría ser el resumen de la moda de Fernando Lemoniez para primavera-verano. Una moda dirigida a una mujer urbana que busca la funcionalidad pero revestida de toques originales

Algunas de las notas mas características de las nuevas tendencias para esta temporada las encontramos en la colección de Lemoniez en la que ha apostado por los colores calientes y por los contrastes. Unos abrigos de algodón rojo o amarillo o un traje blanco de líneas románticas sirven de telón de fondo a grandes bolsos de colores inspirados en Mondrian y Rietvelt. La clásica combinación del dúo blanco-negro aparece profusamente en algunos de sus vestidos más veraniegos rectos y con hombreras a base de un fondo blanco con tiras negras superpuestas. En uno de sus modelos introduce el tercer color que acompaña este año a la pareja imbatible: el amarillo, aunque sea con el toque de un sombrero para resguardarse del sol del verano.

La fluidez es la nota característica en los vestidos en voile de algodón, algunos con adornos de encaje y también en las blusas de inspiración rumana en “crepe georgette” bordadas con finos hilos de seda. Como contraste estrictos sastres en gruesos tejidos de lino.

Los estampados florales dominan en algunas faldas y también en vestidos uniendo tonos tan dispares como el morado y el rojo. Lemoniez no renuncia al clásico vestido negro pero su interpretación de la “petite robe noir” se impregna de la fluidez de su moda y se interpreta a base de gasas y muselinas. Detalles de asimetría y mangas importantes a menudo forma campana. Pantalones anchos de lino.

Los detalles más repetidos en su colección primavera-verano son los de pasamanería que utiliza en los cinturones y sobre todo en los cuellos de inspiración egipcia rematando las túnicas de muselina. Pero donde Lemoniez se mueve más a sus anchas es en los contrastes de colores a veces insólitos que figuran tímidamente en su colección primavera-verano pero que marcan por completo su colección para el próximo otoño. No duda en combinar el morado con el amarillo o el naranja, o hasta llegar a una combinación tan arriesgada como es el amarillo y el rojo.

El diseñador crea un estilo de moda muy personal que sabe trasmitir a sus incondicionales “Mi trabajo- dice- me ayuda a preservar mi identidad y se ve recompensado cuando las mujeres identifican, mediante él, la suya propia; a partir de ahí todo se convierte en una relación de complicidad y de respeto mutuo entre la clienta y yo”.