ALTA COSTURA: EL GRAN ESPECTÁCULO
TENDENCIAS, febrero 2009
Christian Dior

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Soñar no cuesta dinero...Una buena máxima para espantar el fantasma de la crisis. La Alta Costura de Paris ha hecho frente a la realidad con un alarde de lujo y fantasía. Entre los días 25 y 28 de enero los grandes diseñadores han mostrado sus propuestas primavera-verano 2009. Orientalismo, inspiración años 30, flores gigantes, bordados de fábula y una competición de maestría en los drapeados. La vida sigue…!que no decaiga el espectáculo!
DIOR ha buceado en sus orígenes tal como muestra el titulo de la colección “Mas Dior que nunca”. Galiano, al que llaman en Paris “el español-inglés”, se ha inspirado en el fundador de la mítica firma intentando superarlo en glamour y excentricidad. Los vuelos de las faldas “new look” se han visto desbordados por la adición de grandes tablones, fruncidos metros de criolina y rebuscados volantes. Una atmosfera entre victoriana y flamenca ha invadido el Museo Rodin ante los modelos inspirados en la siluetas de Van Dick y los colores Vermeer. Las mezclas de blanco y negro alternaban con los tonos gris azulado, amarillo y rojo. Sombreros con plumas y un alarde de bordados de la más pura artesaníaCHANEL vistió la moda de blanco para demostrar que es este el color más “fashion” que existe La sala aparecía decorada con grandes flores de papel blancas. Muchas rosas y sobe todo camelias, la flor emblemática de la gran “mademoiselle”. Karl Lagerfeld ha recorrido a un minimalismo decorado y los clásicos Chanel se han visto interpretados con sastres con falda hasta la rodilla, y chaquetas muy cortas casi “toreras” Inspiración en las figuras de porcelana del siglo XVlll y una concesión clara al estilo oriental que invade la moda en la forma de los hombros y en los peinados y tocados florales obra del peluquero japonés Katsuyo Kamo. Algunos pequeños detalles en negro: ribetes, botones, cinturón, rompían la monotonía del blanco puro. Para la noche tules y organzas sembrados de flores.
ARMANI jugó fuerte la carta del orientalismo sin renunciar a la feminidad y maestría de su peculiar estilo. Sus sastres, de colores austeros y falda recta inspirados en los años 30 mostraban el toque “oriental” en los hombros “pagoda” que nos transportaban a Shangai, al que por algo llaman “El Paris del este”. “Yo estoy seguro de que esta colección será un éxito” habia vaticinado Armani. Los trajes de noche con encajes, pequeñas colas, escamas tipo sirena y drapeados asimétricos nos transportaron a la alfombra roja de los Oscars.
LACROIX nos remitió por una parte al siglo XVlll y por otra a sus éxitos de los años 80 cuando triunfaba como “el diseñador de la elegancia extravagante” y resumía así su postura ante la moda: “Soy latino y me siento fascinado por los colores fuertes, el barroquismo y las joyas recargadas; además creo que también el mal gusto tiene sus derechos”. Sus contrastes de estampados y colores en su colección primavera–verano 2009 fueron excéntricos e insospechados. Su afición por los temas españoles se vió reflejada esta vez en unos trajes con mezcla de lunares de distintos tamaños y en los peinados de las modelos. Las faldas, amplias y por encima de la rodilla dejaban ver medias de encaje o con adornos brillantes conjuntadas con zapatos sin plataforma atados al tobillo. El toque oriental se descubria en algunas siluetas tipo “Pagoda”. Los pendientes estilo “criolla” recargados de piedras y brillantes eran sencillamente “monumentales”.
VALENTINO estrenaba otra vez diseñadores. Esta vez la mítica firma se apoyaba en la obra de Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Picciolo que volvieron con cautela a los temas básicos del legendario fundador de la firma que no está dispuesto a que decaiga su brillante obra. El rojo Valentino brilló en la pasarela junto con un alarde de drapeados muy bien construidos, asimetrias y volantes plisados. Las flores gigantes -uno de los temas más repetidos de estas colecciones- alternaron con los bordados de cristal, los lazos y los flecos.
ELIE SAAB se decantó por un verdadero recital de tonos suaves. Beige, pastel, violeta, para unos modelos en los que dominaba un cierto minimalismo neutralizado con amplios corseletes brocados y flores gigantes. Cuatro trajes de noche negros con adornos de encaje rompieron el colorido suave de la colección. El toque oriental se palpaba en algunos abrigos de aire japonés de forma kimono.
GAULTIER hizo un alarde de caligrafía y arabescos. Para situarnos apareció su rúbrica en una pantalla gigante. El diseñador se dejó seducir por la tradición y la cultura española. Algunas faldas estilo torero, un vestido simulando un abanico y otros detalles “folklóricos” destacaron en la colección que discurría con un colorido lavanda, maquillaje y verde jade. La antigua musa de Lagerfeld, Inés de la Fressange, participó en la colección y lució dos vestidos esmoquin.
JOSEP FONT hacía su tercera incursión en el mundo de la Alta Costura francesa. No defraudó y demostró que sabía utilizar su talento sin tener que superarse cada vez con fantasias excesivas. Su buen hacer se vió reflejado en vestidos livianos de tonos arena y un fluidos drapeados. La noche se sofisticaba con adornos de plumas de organza y de marabú. Muy original su presentación de 10 muñecas subidas a una plataforma rotatoria con alusiones a un paisaje marino.

Chanel

Armani Privé

Christian Lacroix
ALTA COSTURA: EL GRAN ESPECTÁCULO

Valentino

Ellie Saab

Jean Paul Gaultier

Joseph Font