BARCELONA Y LA MODA
OPINIÓN, marzo 2009Bread & Butter
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La despedida de Barcelona de la feria de moda "Bread and Butter" ha propiciado un amplio debate y hasta una "guerra soterrada" entre distintas agencias de comunicación que adivinan la necesidad urgente de hacer otro salón integrador que llene el vacío que ha creado la "espantada" de la feria alemana. Si este fuera el resultado final pensaríamos que "no hay mal que por bien no venga" siempre que se busquen fórmulas más atentas al valor de la industria de la moda que en satisfacer intereses políticos que han erosionado la imagen de Barcelona como referente de moda.
Si buceamos en la historia de la moda española descubriremos fácilmente la amplia tradición que ha tenido Barcelona en ferias de moda correspondiente a su posición destacada dentro del sector textil. Si nos remontamos a los orígenes veremos que fue en Barcelona donde se puso en marcha, ya en el año 1941, el “Primer Salón de la Moda Española” en la cúpula del Coliseo y que el precedente inmediato de las actuales manifestaciones feriales fue la Feria barcelonesa “Salon nacional de la Moda en el Vestir” en el año 61, motor de otras iniciativas interesantes como por ejemplo el Salón de Moda Mediterráneo que se celebraba en las Reales Atarazanas y que incluía en sus desfiles un pret -a -porter” selecto y creativo.En el año 84 nació el Salón Gaudi, imitado después por Cibeles, que además de reunir a firmas de gran solvencia dentro de la moda española, potenció la faceta cultural y artística de Barcelona que siempre ha sido una ciudad cien por cien vanguardista y de grandes expectativas culturales. Alrededor del Gaudi empezaron a organizarse ciclos de Cine y Moda y nació tambien “Circuit” que intentó fusionar la moda, el arte y la música.
A pesar de que siguieron y siguen funcionando en Barcelona otras actividades de moda de cierta importancia, una politica errática de las instituciones catalanas echó al traste el Gaudí para centrar todo su apoyo y todas sus esperanzas en la Feria “Bread and Butter” que ahora ha vuelto a sus orígenes y ha dejado a Barcelona en una situación de desconcierto. El cierre de Gaudí propició que muchos diseñadores catalanes volaran a Cibeles como lógica consecuencia. En una rueda de prensa celebrada recientemente, una periodista preguntó a la Directora de la Pasarela Cibeles y Madrid Fashion Week, Cuca Solana, si la ultima “adquisición” catalana del Cibeles- el diseñador Antonio Miró- había sido invitado particularmente a participar y la directora contestó que tanto Miró como otros de prestigio que habían acudido a Cibeles lo habían hecho por iniciativa propia. Todo hace suponer que buscaron otros horizontes más realistas y posibles...
Dentro de pocos dias –del 16 al 18 de marzo- abrirá sus puertas la Pasarela 080 Barcelona. Han anunciado que en esta edición presentará a 29 diseñadores independientes frente a los 16 de la anterior, y demuestran verdaderas ansias de una mayor consolidación, pero tampoco parece meridianamente claro que esta Feria vaya a potenciarse como sucesora del Gaudí, ya que el Ayuntamiento insiste en que se están barajando distintas posibilidades. Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, ha prometido que la ciudad condal tendrá “un nuevo salón de moda este año” y que tiene un gran interés en el proyecto “porque en este sector tenemos un gran activo que tenemos que sacar adelante”.
Lo que sí es absolutamente necesario es que sean los profesionales y expertos del sector los que decidan las futuras orientaciones porque se ha demostrado ya que los proteccionismos de signo político y con tintes marcadamente nacionalistas son una rémora que hay que tratar de evitar. Basta solo con remitirse a las declaraciones que hizo Carod Rovira en los últimos Gaudí junto con las proposiciones de suprimir aquello que no estuviera escrito en lengua catalana y otras limitaciones absurdas para admitir a los participantes. En este sentido y, tomando como punto de referencia 080 Barcelona, no son muy alentadoras las declaraciones de Enric Alcoy, secretario Gral. del Departamento de Innovación, Universidades y Empresas de la Generalitat de Cataluña, ante la cuestión planteada de si un diseñador del resto de España puede participar, ya que la clasificación que se ha hecho entre “catalanes/residentes e internacionales” no les dejaría lugar… a no ser que entendiéramos España como el extranjero.” Según Alcoy deberían entrar en el apartado “internacional”.
Estas declaraciones hacen temer que podemos volver a “las andadas”. Deseamos que, de una vez por todas, se imponga este gran sentido común que tiene el pueblo catalán pero del que no siempre hacen gala desgraciadamente sus dirigentes. La “espantada alemana” puede llevarnos a considerar donde están las bases de las que hay que partir. Si las futuras propuestas para implantar una pasarela sólida en Barcelona no se dejan asfixiar por mentalidades estrechas y excluyentes es seguro que Barcelona podría ocupar otra vez con brillantez el importante puesto que le corresponde en la moda española y la proyección internacional que puede fluir de su bagaje cultural y vanguardista.
Cibeles Fashion Week
Pasarela 080 Barcelona
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