¿QUE SE LLEVA? LA PREGUNTA DEL “MILLÓN”
OPINIÓN, abril 2009
Charles Worth

abril
¿Qué se lleva? Es la pregunta que nos hacen invariablemente a los profesionales de la información alrededor de las colecciones de moda. Una pregunta difícil de contestar desde que se ha instalado en la moda el imperio del “todo vale” ¿cómo decirle a la amiga interesada que se llevan los colores pálidos si en la siguiente colección que reseñan los medios se dice que lo que viene son los tonos vitamínicos o los colores parchis ¿cómo decirle que se llevan las faldas largas si después otros diseñadores presentan minis o faldas a ras de la rodilla?
La “organización” inicial de la moda la llevó a cabo hace ya más de un siglo el modisto francés Charles Worth, el que mereció ser el primer representante del “Siglo de oro de la moda” que terminaría en 1968 con la retirada de Balenciaga. Worth no lanzó ninguna línea rompedora, aunque suavizó ligeramente el vestuario femenino, pero su mérito principal es que descubrió la forma de presentar la moda sobre maniquies vivientes y además organizó estas colecciones en dos temporadas “clave” primavera-verano y otoño-invierno.
Durante varios decenios las cosas funcionaron bien. Había una unidad estilística, lo que permitía una información uniforme y los profesionales podían contestar sin titubeos en fechas concretas a la fatídica pregunta ¿qué se lleva? Pero en estos últimos años las cosas han cambiado. Los diseñadores presentan tendencias muy personalizadas y distintas y además se ha introducido en la moda la vorágine y las prisas de nuestra época. A las habituales temporadas de primavera-verano, otoño–invierno, se van sumando otros conceptos: las colecciones “crucero”, las pre-primavera, los avances otoño etc. Total, que la moda no para de gestionar nuevos productos, nuevas temporadas, nuevas líneas
Algunos opinan incluso que este ritmo rápido y cambiante puede acabar con el concepto “moda” o al menos llevarnos a la conclusión de que lo que hay son “modas”. ¿Tiene esto algo que ver con la confusión de ideas que se aprecia en algunos sectores de la sociedad actual? Porque la moda recoge siempre los contrasentidos de cada época. En las pasarelas conviven tendencias contrapuestas con la más absoluta normalidad. Y uno se pregunta si esta falta de identidad, esta aceptación de una forma de vestir cambiante, que intenta transmitir cientos de mensajes en un tiempo record, no afecta también a esta falta de coherencia que se aprecia a veces entre lo que se es y en como se viste.
Ahora la fashion victim ha cambiado de signo. Ya no es la persona que seguía implacable y a ciegas las tendencias de la moda sin pensar si estaban o no de acuerdo con su personalidad y su figura. Ahora la fashion victim se identifica más con la compradora convulsiva, la que quiere participar de todas las tendencias y comprar de todas las marcas, tal como la hemos visto recientemente en la película protagonizada por Ilsa Fisher “Diario de una compradora compulsiva”
A esta ceremonia de la confusión que vive la moda se puede solo hacer frente con éxito con una firme postura personal. Aprovechar las ventajas de esta moda “opcional” para aprender a elegir con cabeza y cordura aquello que va con nuestra figura física y con nuestra filosofía de la vida. Hay que convertirse en la propia estilista Ahora la moda es más que nunca una tarjeta de presentación personal y no podemos caer en el confusionismo y la arbitrariedad.
Me decía el diseñador Roberto Verino en una entrevista “Una mujer debe vestir de acuerdo con lo que es y piensa sino la moda se convierte en un disfraz”. A veces se ven demasiadas mujeres “disfrazadas” con una forma de vestir que rebaja más que enaltece su verdadera personalidad ¿cómo es posible descubrir a una honrada madre de familia o a una chica decente y sensata dentro de un vestido con unas inoportunas transparencias o con un escote de vértigo que las sitúa mentalmente ante los demás en unas categorías bien distinta a su estado y condición?. Aquí viene como anillo al dedo este objetivo que ya ponderaban nuestros clásicos. En su obra “Oración a los dioses” Platón le hacía decir a Fedro “Otórgame la belleza interior y haz que mi exterior trabe amistad con ella”. La receta sirve también para nuestro convulso siglo XXl.

Charles Worth

Balenciaga

Cristóbal Balenciaga
¿QUE SE LLEVA? LA PREGUNTA DEL “MILLÓN”

Roberto Verino

Roberto Verino