BALENCIAGA EN EL CORAZÓN DE NUEVA YORK

El Instituto Reina Sofia de Nueva York, situado en Park Avenue de Manhatan, ha inaugurado la exposición “Spanish Master” que profundiza en el influjo que tuvo la cultura, la historia y el arte de España en el gran modisto Cristóbal Balenciaga. Más de 70 piezas que abarcan sus diseños y accesorios, sus elaborados conjuntos y sus trajes de noche más suntuosos se exhiben en esta muestra extraordinaria que inauguró la Reina y que permanecerá abierta hasta el 19 de febrero del próximo año.

“Muchos de estos vestidos son extraordinariamente modernos. Incluso creo que algunos serían demasiado extremos para nuestra vida contemporánea” manifestó Hamish Bowles, Comisario de la exposición y editor europeo de Vogue, durante el acto de la inauguración que reunió, junto a la Reina Sofia, a diversas personalidades del mundo de la moda y la cultura: Oscar de la Renta, Carolina Herrera, Jaime de Marichalar, el diseñador de origen cubano Narciso Rodriguez o el Embajador de España en Estados Unidos, Jorge Dezcallar.  

En la exposición pueden admirarse piezas de los fondos de la Casa Balenciaga de París asi como otras de museos y colecciones privadas: el traje Infanta inspirado en los vestidos de las princesas españolas del siglo XVll, uno de gasa negro diseñado en 1967 que refleja el cambio de experimentación y abstracción iniciado en aquellos años por el maestro, otro blanco con lunares negros del año 54, asi como uno de novia profusamente bordado diseñado por Balenciaga en 1957 para Sonsoles Diez de Rivera, hija de la musa del diseñador, la Marquesa de Llanzol.

Este evento recuerda la relación que tuvo Balenciaga con Estados Unidos, aunque al visitar las fábricas de “pret a porter” se dio cuenta de que sus trajes nunca se podrían confeccionar con máquinas. …pero fue en este pais donde una revista “Harper´s Bazaar” en los comienzos de la década de los 50 publicó su famosa frase refiriéndose a Balenciaga “La moda recomienza su historia”. También en esta época el fotógrafo y director de arte francés, Cecil Beaton, escribió en su libro “Espejo de la moda”: “Balenciaga forma rancho aparte como una especie de descontento que estuviese meditando sobre las flaquezas y servidumbres de las modas, pero que estuviera a la vez comprometido a actuar y crear en el mismo mundo que contempla con una mirada clásicamente española”.

La mirada “clasicamente española” puso alas a la imaginación de Balenciaga. Los volantes andaluces, las chaquetillas de los toreros sirvieron de base a muchas de sus creaciones pero fue sobre todo la pintura que descubría en sus apasionadas visitas al museo del Prado, lo que le sirvió de fuente de inspiración. La exposición neoyorkina recoge su pasión por los volúmenes y los drapeados, sus trajes de novia inspirados en los frunces de los hábitos de Zurbarán, los encajes de Goya sobre fondos rosas y azules y los vestidos Infanta en satén marfil con aplicaciones de terciopelo negro.

El Instituto Reina Sofia, que alberga la exposición, está presidido por el diseñador dominicano Oscar de la Renta y por Inmaculada de Habsburgo y fue fundado en 1954 para promocionar la cultura española y analizar su influencia en América.