1990-2010 HISTORIA IDEAL DE LA MODA CONTEMPORANEA
CULTURA, enero 2011

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En el Museo de las Artes Decorativas de París se ha inaugurado la exposición “Historia ideal de la Moda Contemporánea” que estará abierta al público hasta el 8 de Mayo del 2011. La muestra, centrada en los movimientos de los diseñadores que trabajan en París, viene a ser la continuación de otra exposición anterior que contemplaba las dos décadas precedentes y de las que ASMODA.COM informó en su día.
La exposición muestra en su primera parte la moda imperante en la década de los 90 caracterizada por la madurez, multiplicidad de tendencias y un mercado claramente organizado. Una década que lleva a posiciones y actitudes radicalizadas. El mejor ejemplo, las colecciones de moda de Azzedine Alaïa. Rei Kawabuko en la firma “Comme des Garçons” fue clara y voluntariamente provocador y sin miedo alguno. No se arredró en sus posturas como bien lo demuestra su colección “à bosse” en la primavera-verano de 1997, su exponente máximo.El diseñador Jean Paul Gaultier fue el creador más seguido con colecciones audaces como la denominada “seguidores del rap” en 1990 y “Tatuajes”. Supo imponer su autoridad. La colección “El hombre moderno” de 1996-97 y sobre todo, la de su alta costura ese mismo año, hacen perenne su estilo claramente singular y reconocido por todos.
Las colecciones de Yoihji Yamamoto de 1992 a 1998 rinden un homenaje a la alta costura francesa y figuran en las más bellas del modisto. El minimalismo precoz de Helmut Lang y el más tardío de Jil Sander, refuerzan el convencimiento y la impresión de la simplicidad y sencillez. Una propuesta igualmente rotunda y presente en la escena social del momento.
La consagración de los creadores británicos, John Galliano en la Casa Dior, Alexander Macqueen en Givenchy, además de su propio nombre, ofrecen, al contrario que los diseñadores citados anteriormente, el gusto por el fasto o una provocación controlada que remite su paternidad a Vivienne Westwood.
Martin Margiela, en Hermès o Marc Jacobs, en Vuitton sugieren más de lo que muestran en sus diseños, mientras que Prada resucita con brío una moda con acentos de “pauperitas” o de pobreza sofisticada, cuyo éxito se acrecienta cada temporada.
Tom Ford, a la cabeza de la casa Gucci, se distingue por la singularidad de su personalidad. Hombre de negocios con muchísimos talentos, ofrece una idea nueva de la creación, en un diálogo sutil y poético con la vida y las cosas de Hussein Chalayan o de Víctor&Rolf. El fin de la década conjunta la armonía artesana y la industria, la lógica comercial y el lenguaje estético.
El milenio que empieza con atentados y tragedias.
Los años 2000 se caracterizan definitivamente por la gravedad de los acontecimientos como son los grandes atentados internacionales, las alarmas del cambio climático y las primeras crisis financieras. La euforia del siglo nuevo que nace se amortigua de inmediato por las tragedias que acontecen en el mundo. La moda y su ambiente se hace más discreta, al contrario que en la década precedente.
En la línea de Martin Margiela o “Comme des Garçons”, Nicolas Ghesquière, al mando de la casa Balenciaga, impone con tenacidad una visión modernista y vanguardista que trabaja los volúmenes a fin de transformar literalmente el cuerpo. La filosofía de Guesquière la comparte Juya Watanabe, quien en cada vestido y cada desfile se comporta como una actuación o “performance”, con un cuidado minucioso por el detalle.
Como reacción a los excesos de los pasados años, la década del 2000 nacida entre las turbulencias, se trata de cuidar y preservar la autonomía del pensamiento. Nicolás Ghesquière persiste en mostrar unos desfiles en los que los diseños parecen falsamente idénticos. Rei Kawakubo cuelga una vestimenta sobre otra. Juya Watanabe esculpe el tejido de jouie en formidables paracaídas. Joihji Yamamoto asume perfectamente la serena madurez de su creación, mientras que Christian Lacroix simplifica sus propósitos en una armonía de colores y texturas.
Mientras Martín Margiela propone un desfile al final de una curva cerrada con el sentimiento de un período que se acaba y un renacimiento por venir. El tiempo se simboliza por el hombre de talento Alexandre Macqueen, cuyo desfile de primavera-verano 2004 dejó al público asombrado por su renovación ecónoma y controlada. De esta manera participa en las preocupaciones de nuestra época, que contempla la situación con respeto de un mundo necesariamente menos egoísta.

John Galliano para ChristianDior. 2005

Comme Des Garçons.1997

Hussein Chalayan. 2000
1990-2010 HISTORIA IDEAL DE LA MODA CONTEMPORANEA

Christian Lacroix. 2002

Prada. 2007

Lanvin. 1997

Issey Miyake. 1994