LA FALDA SE PONE DE LARGO
TENDENCIAS, mayo 2011
Jill Sander

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La falda larga será la estrella del guardarropa de verano. No impone una medida única sino que su “largura” deja un amplio margen al gusto personal: por la rodilla, la pantorrilla, el tobillo y… ¡hasta el suelo! Los ecos setenteros y la influencia de la moda hippy quizás tienen algo que ver en este resurgimiento, pero una opinión más contrastada y profunda lo atribuye a los cambios pendulares de la moda que, huyendo esta vez de los abusos de la minifalda, apuesta por una moda menos vulgar y con un estilo más femenino y elegante.
La falda con más metros de tela y con posibilidades de alargarse hasta el infinito, juega muy bien con las tendencias de la moda primavera-verano y las colecciones del próximo otoño ya vaticinan que su reinado no será efímero… Se acopla muy bien con el minimalismo, con el estilo hippy y hasta con la estética de bailarina que ha impuesto la película “El cisne negro”.La han incluido como punto fuerte de sus colecciones las firmas más emblemáticas de Paris, y la moda de amplio espectro de Zara, Mango o H&M la presentan a ras del suelo en los colores flúor de este verano. Hasta Victoria Beckham –famosa por sus minifaldas- ha sorprendido en su colección en Nueva York con una serie de vestidos largos de tonos vivos y formas menos ajustadas para que –según ha declarado- “las mujeres estén a la moda y al mismo tiempo se sientan elegantes y cómodas”.
EN BLANCO PURO
El blanco juega muy bien con el tono minimalista de la moda pero algunos creadores como Chloe le dan un toque más romántico y presentan faldas con vuelo en tejidos vaporosos. Otros, como Dolce & Gabanna, apuestan por el aire ibicenco con encajes y bordados o, como Derek Lam, recurren a otro elemento importante de la moda del verano: el plisado soleil, uno de los favoritos de las pasarelas.
LA FALDA LATINA
Amplias, con volantes anchos y con un largo que va de la rodilla a media pierna. Prada la presenta en tonos potentes, lisos o a rayas, D&G une los volantes a los estampados florales y Saint Laurent recurre a la fórmula de una silueta lápiz rematada por dos tiras de pequeños volantes.
ESTAMPADAS
Un auténtico must del verano. Las hay para todos los gustos. Las flores acaparan un gran protagonismo. En pequeño tamaño, estilo “rural chic”, tipo liberty, con flores grandes en bicolor como las de los refinados vestidos largos de Etro, o con un estampado tropical que suena a samba con tonos cítricos como son los vestidos de Stella McCartney, de línea muy simple para compensar tanto exotismo. Y ¿cómo no? el print animal se resiste a desaparecer.
JUEGO DE CONTRASTES
Los mix de tonos fuertes resultan fantásticos: entre la falda un top o una blusa de seda. Así los hemos visto en la colección de Lemoniez. La falda hasta el suelo de un tono liso con una camiseta blanca es una de las apuestas más fuertes de Jil Sander. Otros, como Trias, se inclinan por faldas de un largo justo por debajo la rodilla que combine dos gamas de un mismo color. Más combinaciones que nunca fallan: falda blanca con chaqueta o blusa de un tono intenso y falda negra con chaqueta o blusa blanca.

Chloe

Dolce&Gabanna

Lemoniez
LA FALDA SE PONE DE LARGO