CUARENTA AÑOS DE BASALDÚA EN EL MUSEO DEL TRAJE
EVENTOS, junio 2011
Crêpe satén en seda natural

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Decir Basaldúa es decir vestido de novia de ensueño. Una de las firmas más importantes de la moda nupcial española acaba de cumplir cuarenta años, toda una vida dedicada al buen hacer en el diseño nupcial. Para celebrar esta importante efemérides, el Museo del Traje de Madrid ha abierto la exposición “Basaldúa. El traje de novia”, que se podrá visitar gratuitamente hasta el 5 de septiembre.
El atelier de la calle Zurbano de Chus Basaldúa y su hija Isabel se ha “trasladado” al Museo del Traje, que pretende con esta exposición temporal -la primera dedicada a una firma en este sector- hacer llegar al público la emoción que se acumula en la confección de cada traje de novia, piezas únicas concebidas para un momento irrepetible.Una muestra de 24 diseños de Alta Costura nupcial, muy diferentes, que representa la trayectoria de la firma en el arte de vestir mujeres en el día más importante de su vida: el de su boda. La colección hace un recorrido por las cuatro décadas de existencia de la firma Basaldúa, con vestidos que lucieron en su boda personajes tan relevantes como la Princesa Nora de Liechtenstein; María García de la Rasilla, Princesa de Vidin; Miriam de Ungría, Princesa de Tirnovo; Alicia Alcocer Koplowitz; o Paloma Cuevas, entre otras. Las comisarias de la exposición, Marta Blanco y Concha Herranz, se han encargado magistralmente de hacer que cada traje luzca en toda su belleza, con una puesta en escena esplendorosa y etérea.
Realmente es un lujo observar de cerca esos maravillosos vestidos realizados con las más variadas fibras y tonos, como la seda, el lúrex, el algodón, el lino, la lana, la rafia y los hilos metalizados, que se convierten en exquisitos tejidos de muy diferentes texturas: organza, gasa, falla, otomán, gazar, crepé, raso, tul, brocado… La variedad está en la personalidad de la novia, el tiempo y lugar de la boda e, incluso, en el tono de la piel de la joven que lo luce. Los estilos son muy diversos -románticos, de estilo imperio, años 20, corte medieval, etc-, tanto como las mujeres que los llevaron.
Además, la muestra cuenta con algunos accesorios de la colección Basaldúa, con complementos como mantillas, fragmentos de tejidos, diademas, tocados y peinetas de los siglos XIX y XX. Junto a esto se pueden admirar de cerca las fibras textiles y los bordados que ornan muchas de las telas: diseños de flores, troqueles, ramilletes y prendidos que aún se elaboran y se tiñen artesanalmente en el taller y que se montan sobre los vestidos siempre a mano.
“Hemos intentado seleccionar piezas variadas y representativas de nuestro trabajo –dijo en la inauguración el pasado día 12 de mayo Chus Basaldúa-, lo cual no ha sido fácil porque con cada diseño va un pedacito de nuestro corazón”. Al acto asistieron muchas de las novias que han cedido sus vestidos para esta exposición, entre ellas, María García de la Rasilla, Carla Royo Vilanova, Rocío Báez Spínola o Ana María Calvo Sotelo del Pino.
Chus Basaldúa nació en Madrid, aunque ha vivido en Andalucía. Estudió Ciencias Exactas, y su fascinación por la geometría le hizo aplicar los conceptos matemáticos a los patrones de sus diseños, siempre modernos e intemporales. Pronto empezó a trabajar en el negocio familiar de la calle Serrano, donde su madre tenía un taller de costura en el que se realizaban trajes de vestir a medida. En los años 70 abre el atelier en la calle Zurbano de Madrid, dedicado en exclusiva a diseñar trajes de novia. Junto con su hija Isabel ha llevado a sus más de 4.000 creaciones la convicción de que un traje de novia tiene que emocionar: a quien lo diseña y a la novia en el día de su boda. Las novias de Basaldúa tienen la característica de ser espectaculares, etéreas y llenas de luz, que impactan por su elegancia y por el recuerdo que dejan en la memoria.

Seda natural india color marfil

Seda dorada con brocado y visón

Seda natural rústica
CUARENTA AÑOS DE BASALDÚA EN EL MUSEO DEL TRAJE