HOMENAJE A VALENTINO, UNA LEYENDA VIVA DE LA MODA

El diseñador italiano Valentino Garivani ha sido distinguido con el galardón que concede anualmente el Consejo de Costura del Instituto de Moda de Nueva York como reconocimiento a su brillante trayectoria profesional. La directora del Instituto del Fahsion Institute of Technologie, Valerie Steele, ha declarado que “Valentino ha sido elegido en reconocimiento a su posición de figura histórica para la moda de la era moderna con un buen hacer que se sitúa entre el clasicismo y el perfecto gusto lo que lo que le ha llevado a vestir a las mujeres más bellas de los últimos cincuenta años”.

Es ya tradicional que la entrega de este galardón tenga siempre lugar en el Lincon Center en los inicios de la Semana de la Moda de Nueva York durante un almuerzo al que asisten brillantes personalidades del mundo de la moda, del cine y del arte. El homenajeado del pasado año fue Karl Lagerfeled y en años anteriores había recaído en Alber Ebaz, Ralph Rucci y Dries van Noten.

Valentino Garavani, de 80 años, que se retiró de las pasarelas en enero del año 2008 entró en el mundo de la moda estudiando diseño en una escuela de Milán y a los 17 años se marchó a Paris para formar parte del equipo de Jean Desssés y más adelante en el de Guy Laroche. A principios de los 60. a sus 25 años, cuando Roma vivía el esplendor de “La Dolce Vita”, abrió su primer taller en Roma en un elegante edificio de la Via Condotti. La moda italiana estaba despuntando con fuerza y se propuso un reto ambicioso: ser un modisto para las mujeres más elegantes del mundo, un reto que ha sabido prolongar a lo largo del tiempo.

Al correr de los años su línea no ha experimentado revoluciones sensacionales. Siempre ha mantenido inalterable su sentido de la proporción y su tono de clasicismo y elegancia. Trajes estructurados pero que adquieren en determinados momentos una especial flexibilidad con lunares, volantes y un colorido exquisito sin mezclas extravagantes. Su color “fetiche” es un rojo anaranjado que ha utilizado reiteradamente para sus trajes de noche, sencillos pero deslumbrantes.

Siempre ha estado convencido de que hay una relación muy estrecha entre la elegancia y la inteligencia. Para él lo fundamental de una mujer es su personalidad. Después su ropa. Aconseja a la mujer que aprenda a reconocerse, si no se expone a ir disfrazada. Debe moverse con naturalidad porque los trajes tienen que ser algo vivo y tiene que dar vida quien los lleva.

Además de este último premio del Instituto de moda de Nueva York, ha recibido en su larga trayectoria muchas otras distinciones importantes. España le concedió en el año 2004 el trofeo “La Aguja de oro” en el curso de una brillante recepción en el Museo del Traje de Madrid. A pesar de su retirada en el 2008 presentando su última colección en el Museo Rodin de París ante la emoción de sus admiradores, Valentino continúa de una forma más esporádica su contacto con la moda.
 
El tema de su sucesión no ha sido fácil. Después de algunos intentos fallidos se han encargado del diseño de la emblemática firma Maria Grazia Chicuri y Pier Paolo Paccioli, que habían formado parte durante años del equipo del modisto, siempre bajo la mirada atenta y las orientaciones de Valentino.